Editorial

Editorial: ::: UNA TÍPICA LAVANDERÍA :::

La Fiscalía Especializada en Delito de Lavado de Activos y Pérdida de Dominio del Santa, sorprendió la semana pasada con la incautación por medida cautelar de un hotel y tres vehículos cuya propiedad está vinculada al ex alcalde del distrito de Comandante Noel, en la provincia de Casma, Marco Rivero Huerta.

El procedimiento judicial se realizó en el hotel “Costa Concordia” situado en el balneario de Tortugas manzana H-3, lote 1 de la zona Caleta Norte, sector Aguas Calientes, y también alcanza a tres vehículos como son una camioneta Jeep de placa de rodaje C5Y-426; un automóvil blanco de placa B7A-330 y un BMW de placa de rodaje AMZ-293, de los cuales solo se ha podido efectuar el comiso de uno de ellos pues fueron ocultados para burlar la medida judicial.

Cuando se realizó la diligencia se informó que si bien es cierto el ex alcalde no figura como propietario del Hostal se ha llegado a la conclusión que utiliza como testaferro a Yony Benites Saldaña, un ingeniero civil que fue condenado por el Poder Judicial por el sonado caso “desratización” y quien también es investigado en esta carpeta fiscal.

Inclusive, en la misma diligencia trascendió que esta propiedad estuvo inscrita anteriormente a nombre de María Culli Pariachi, madrastra de la ex autoridad edil, quien es enfermera de profesión, con un sueldo de 1500 soles y quien no habría podido probar la procedencia lícita del dinero con el que construyó este inmueble.

De allí que no hay que hacer mucho esfuerzo para comprender que este cambio de registro en la propiedad de un bien solo buscaba que ocultar el verdadero rostro del dueño de este patrimonio que llega a sumas considerables y que no se justifica con las actividades económicas que ha realizado el ex alcalde Marco Rivero.

Precisamente, apenas un día después de la incautación del hostal, la Policía pudo ubicar uno de los autos que se encontraba oculto en una vivienda de la vecina localidad de Casma, se trata de un auto moderno que pone de manifiesto que quienes lo ostentan son gente definitivamente de mucho dinero.

Este proceso de incautación no responde a un abuso como se ha tratado de argumentar desde el lado de la defensa, sino que se ha llevado adelante con la autorización del Juez Jorge Chávez Tamariz, quien consideró que se cumplen todos los presupuestos para declarar fundada esta medida cautelar solicitada por el Ministerio Público que constituye el despojo preventivo del bien hasta que se deslinden responsabilidades.

La investigación preparatoria se sigue a Marco Rivero Huertas, María Culli Pariachi, Daniel Giraldo Sandoval, Yoni Benites Saldaña, Teresa Rivero y Edith Giraldo Sandoval por la presunta comisión del delito de lavado de activos en agravio del Estado.

Muchos se sorprenderán que en un pueblo tan pequeño como el distrito de Comandante Noel, más conocido por los lugareños como Puerto Casma, se puedan generar denuncias de este calibre, de lavado de activos por la existencia de bienes que ocultan una masa patrimonial millonaria, la existencia de inmuebles y de vehículos que para evitar sospecha se registran a nombre de testaferros, empero, en el caso del ex alcalde Marco Rivero todo tiene su justificación desde que los cargos delictivos que se le incriminan señalan que los bienes han sido adquiridos con el producto de los actos de corrupción en los que habría incurrido en los muchos años que se ha desempeñado como alcalde distrital.

Y en tal sentido, no debemos olvidar que el ex burgomaestre se encuentra involucrado en el asesinato del periodista Pedro Flores Silva, hecho ocurrido hace algunos años atrás y en los cuales su responsabilidad se mantiene en cuestionamiento al extremo que hace solo unas semanas se ha ordenado que se dicte acusación y se inicie juicio oral contra los involucrados cuya lista la encabeza el mentado ex alcalde.

En tal sentido, si la memoria no nos traiciona, en este caso el ex alcalde es acusado de haber ordenado el crimen del periodista para terminar con las denuncias que realizaba Pedro Flores de los malos manejos que se registraban en la gestión de Rivero Huerta, el hombre de prensa se habría constituido en la “piedra en el zapato” y en el mayor obstáculo para los manejos que realizaba el ex alcalde, por ello habría ordenado darle muerte, según las denuncias de entonces.

Inclusive, no se puede soslayar que Rivero Huertas también es investigado tras la aparición de un vídeo en las redes sociales, donde fue filmado contando aparentemente 100 mil dólares de una presunta coima para favorecer al empresario Ítalo Víctor Ísmodes con la buena pro de obras millonarias para el distrito.

Pero eso no es todo, luego de la incautación de las primeras propiedades, el Coronel PNP José Ludeña Condori, responsable de la Dirección Nacional de Lavado de Activos de la Policía en Lima, quien brindó apoyo al Fiscal de Lavado de Activos, Gilmer Sandoval Zavaleta, en el proceso de incautación del Hotel “Costa Concordia”, dijo que estos no son todos los bienes que posee el ex alcalde, por el contrario, en la propia carpeta Fiscal se ha señalado que existen otros bienes que se sabe le pertenecen pero no han sido sujetos de una medida cautelar en la medida que el Juzgado ha observado algunos defectos en la tramitación de la incautación.

Sin embargo, ello quiere decir que tan pronto como se subsanen esos inconvenientes, se llevará adelante la incautación de esos otros bienes que ponen de manifiesto al vasto caudal que ha llegado a amasar la ex autoridad edil y que demuestra que efectivamente tiene un patrimonio cuya procedencia legal no la puede demostrar.

El solo hecho que el ex alcalde y sus allegados hayan tratado de desvirtuar las pruebas del delito de lavado de activos lo pone al descubierto pues cuando la Policía y la Fiscalía ingresaron la semana pasada al hotel “Costa Concordia” en el balneario de Tortugas, no encontraron a nadie y tampoco había objetos en su interior, pues algunos vecinos señalaron que desde el año pasado que se conoció que se investigaba al ex alcalde Marco Rivero por lavado de activos, se retiraron todos los objetos de su interior.

Se espera pues que la justicia haga su trabajo, ya se tiene las huellas y evidencias de la comisión de graves delitos en la gestión del ex alcalde de Comandante Noel Marco Rivero, por lo menos un patrimonio sumamente sospechoso que no puede justificar con actividades lícitas, por lo que habrá que sancionarlo no solo a aquel sino a todos los que han prestado su nombre para encubrir el lavado de activos pues allí se ha promovido una típica lavandería para pretender despistar a las autoridades.