Editorial

Editorial: ::: MEDIDAS URGENTES :::

Muchos dicen que se veía venir, lo cierto es que las autoridades del sector salud han confirmado los dos primeros casos de Dengue en la vecina provincia de Casma, en donde dos pobladores del sector conocido como “Carrizales”, dieron positivo en el análisis de las muestras que se les extrajeron tras llegar con los síntomas propios de esta enfermedad.

Y es que muchos ya lo advertían en la medida que la semana anterior se había identificado la presencia de varios pacientes con los rezagos de una enfermedad que se puede identificar por la presencia permanente de fiebres altas, cefalea, dolor en los músculos, articulaciones y en los huesos, algunas veces acompañados de sangrado de la nariz o el oído así como sarpullido por algunas partes del cuerpo.

Por ello es que se tomaron muestras y se enviaron a los Laboratorios del Instituto Nacional de Salud a efectos de descartar o confirmar si se trataba de casos de Dengue, habiendo llegado los resultados que confirman que dos pacientes han sido reportados como contagio de esta enfermedad y con ello se han encendido las alertas.

Los informes de las autoridades del sector salud no son uniformes, la Directora del hospital de Salud de Casma afirmó que se trata de dengue autóctono, es decir, de personas que han sido contagiadas en la misma localidad de Casma, mientras que la funcionaria de la red de Salud Pacífico Sur reveló que se trata de un caso importado porque uno de los pacientes viajó a Piura y cuando retornó presentaba los síntomas de la enfermedad.

Aun cuando para las autoridades es imprescindible deslindar este tema, especialmente por razones de aplicación de políticas preventivas, lo cierto es que el hecho que aparezcan dos casos confirmados obliga a las autoridades a tomar medidas inmediatas, especialmente para identificar y erradicar el foco infeccioso de la presencia del vector en la zona donde se han registrado los contagios.

Por ello es que la mañana de ayer se ha iniciado en la zona de Carrizales una campaña de fumigación casa por casa y de las plantaciones y las chacras que existen en este lugar, se trata de eliminar toda posibilidad que el vector del dengue pueda reproducirse y si es que existe debe ser erradicado de inmediato.

Y es que para impedir que el mal se propague hay que exterminar al vector, existe la imperiosa necesidad de adelantarse a su propagación que se genera en la picadura en cadena, cuando el zancudo vector extrae sangre de quien está contaminado y luego hace lo mismo con otra persona que está sana, sin rezagos de este mal.

Los propios funcionarios de la Red de Salud han señalado que cuando se acredita la existencia de casos confirmados del Dengue se debe proceder a fumigar, no existe otra manera de detener el mal, por ello las cuadrillas se desplazan por todas las viviendas, aun cuando la experiencia nos dice que estos procedimientos lamentablemente fracasan por la intransigencia de la propia población.

En años anteriores el personal de fumigación de la autoridad de salud se ha encontrado con la negativa de los propietarios de las viviendas para permitirles el ingreso a sus ambientes y rociar el insecticida que puede eliminar al vector, incluso, a pesar que se le indica y se le orienta la manera como debe proceder una vez que ellos han terminado su trabajo.

Existe una equivocada aprehensión por parte de los pobladores respecto a los alcances de las campañas de fumigación, muchos creen que el insecticida que se colocará en su vivienda es nocivo a su salud, otros temen que sus alimentos se contaminen y luego terminen en un hospital y hasta un grupo no permite el ingreso de personas extrañas por razones de seguridad, ni siquiera reparan en que el personal está debidamente acreditado, lo que conspira contra los objetivos de la autoridad sanitaria.

Las estadísticas señalan que existe hasta un 45% de la población que se resiste a estas campañas de fumigación, y si es que estas cifras se mantienen, probablemente las posibilidades de propagación de la enfermedad aumenten en la medida que Casma no solo es una zona endémica para la presencia del dengue sino que las autoridades han señalado que en este momento existe un índice aédico de poco más del 6% lo que es realmente preocupante.

De allí que si estamos a pocos kilómetros de una localidad en donde el dengue ya se ha expuesto, las autoridades de Chimbote deben tomar también sus medidas y dejar de lado la equivocada idea aquella por la cual la fumigación solo procede cuando tienen casos comprobados de dengue.

La temporada de calor es intensa en estos momentos, seguramente por la presencia de un Niño moderado y la elevada humedad en el ambiente, lo que ha hecho proliferar la presencia de zancudos en todos los sectores de la ciudad, por lo que es pertinente que se adopten medidas de prevención.

Ahora que se han iniciado las clases se debe proteger a los estudiantes, ya las informaciones que se han propalado en semanas previas han demostrado que ciertos colegios cuentan con aulas que se encuentran infestadas de zancudos y si es que no se hace nada estos insectos perjudicarán a los alumnos, no solo les generarán las usuales molestias de las ronchas y las cicatrices, sino que podría colarse por allí algún mal estacional.

Afortunadamente las autoridades respondieron al llamado de algunos directores como del colegio Villa María en Nuevo Chimbote y de la Gloriosa ex 329 en Chimbote, en donde se han sometido a intensas campañas de fumigación antes que los alumnos ocupen las aulas.

Lo ideal habría sido que se haga en todos los planteles., sin embargo, aún estamos a tiempo para programar estas jornadas que, incuestionablemente, garantizan que estos molestos insectos serán eliminados y permitirán que los escolares desarrollen sus actividad sin mayores inconvenientes.

Esperemos que en Casma la jornada de fumigación se haya cerrado con las expectativas que centraron las autoridades, allí se ha advertido un brote de este mal y, por ende, se requería de medidas urgentes para impedir que se propague. Esto solo nos demuestra que no se puede bajar la guardia ante enfermedades que están siempre al acecho a las cuales se tiene que arrancar de raíz.