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ANTENA

Los moradores de la urbanización Casuarinas se armaron de valor y luego de verificar en la Municipalidad de Nuevo Chimbote que el poste que estaban colocando en una esquina frente al polideportivo de esa urbanización no tenía autorización, de inmediato denunciaron ante el área de fiscalización de la comuna que personal contratado estaba destruyendo la acera. Hasta allí llegó personal edil con los vecinos y observaron que una cuadrilla de obreros ya había destruido la vereda y estaban protegidos por una horda de mujeres gordas, chillonas y muy groseras, quienes apenas vieron a los representantes del Municipio la emprendieron a gritos. Es la típica pose de los mayores que tratan de resolver las cosas en base a las amenazas y los insultos, empero, los moradores “no se bajaron”, denunciaron ante la misma sub gerente de fiscalización que esta empresa ya había colocado un enorme poste a solo unos metros, tal como se verificó en ese momento. Los trabajos estaban a cargo de la empresa América Móvil, la cual patrocina a Claro, quienes ni siquiera se molestaron en pedir autorización y destruyeron las calles porque se les dio la gana. Necesitaban un poste y lo colocaron como si estuvieran en su chacra, no se molestaron en acudir al Municipio ni siquiera para presentar una solicitud, menos aún pagar derechos por la labor que estaban realizando, por el contrario, eran tan conscientes que estaban en falta que pagaron a mujeres procaces para que hagan el papel de contención en caso los vecinos protesten, lo que no contaban es que los moradores ya habían realizado gestiones ante el Municipio y llegaron con el personal de área competente, el cual le aplicó una papeleta a la empresa América Móvil sancionándola con 25 UIT, es decir por 98 mil soles. Lo que llama poderosamente la atención es que el primer poste se colocó hace unas dos o tres semanas atrás, para ello se realizó todo un despliegue cerrando calles y con una plataforma que parecía de las empresas dedicadas a prestar servicios a las empresas suministradores de servicios, por ello se pensaba que se trataba de un trabajo legal, cuando en realidad estaban destruyendo la calle y colocando postes en medio de una vereda que es de tránsito para los vecinos. Esperemos que las autoridades estén alertas antes que tomen las veredas, esto es una insolencia que debe castigarse con todo el peso de la ley.

INVASORES

A propósito de sanciones por infracciones a la norma, los moradores de Nuevo Chimbote deben tener sumo cuidado con los límites de sus viviendas en la medida que se está verificando la invasión de la vía pública. El funcionario encargado de esta labor ha advertido que la sanción contra aquellos predios que se han salido de las medidas perimétricas es bastante drástica, no solo implica la demolición de la construcción ilegal, sino una multa que alcanza los 8,200 nuevos soles, razón por la cual está advirtiendo a todos aquellos que han construido fuera de los límites de su propiedad para que voluntariamente rectifiquen antes que llegue el personal municipal y procedan a aplicar las papeletas e iniciar los procedimientos de demolición. Esto se trae a colación a propósito de la revelación que hiciera un dirigente vecinal en el sentido que miles de familias han invadido la vía pública y el funcionario ha admitido que esto es cierto porque hay calles o pasajes que deberían tener un ancho de 8 o 10 metros y tienen solo la mitad de esas medidas. Hay que poner orden en el distrito y esperemos que el funcionario que se mostró a la prensa con un impresionante peinado metrosexual a lo “Jimmy Santi”, lo haga.

CAMARAS

Es realmente preocupante lo que ha manifestado el Jefe de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial del Santa, coronel ® Carlos Reyes Florián, en el sentido que las cámaras de seguridad que se adquirieron en la gestión anterior de Victoria Espinoza no fueron colocadas en lugares estratégicos. Tras revisar las ubicaciones de cada una de ellas, constataron que algunas se llegaron a colocar en casas o talleres, no se respetó el nivel de altura que requieren que es un mínimo de 10 a 12 metros, lo que quiere decir que los chimbotanos estuvimos todos estos años expuestos a la delincuencia porque en esas condiciones los llamados “ojos de lince” no captaban la violencia o delincuencia en las calles en la manera que todos esperábamos. Y pensar que se invirtieron millones que estaban destinados a nuestra seguridad.