Política

ACTUALIDAD Y POLÍTICA… ACTUALIDAD Y POLÍTICA…

Es pertinente la queja que ha formulado el secretario general del P.J. Villa María César Bardales Chávez con relación al Puente Peatonal ubicado frente al Colegio “Cesar Vallejo”, en plena Panamericana Norte. Ello en razón que la mencionada infraestructura se ha convertido en un “elefante blanco” ya que nadie lo utiliza y se ha perdido una inversión de poco más de tres millones de soles que fue ejecutada en la gestión de Juan Gasco Barreto, el dirigente asume que este puente tiene fallas técnicas y que se construyó con dos ascensores para que puedan utilizarlo personas discapacitadas, sin embargo, lo utilizaban todos y cuando se malogró ya nadie usa este puente. Lo más grave es que lejos de ser una herramienta efectiva para evitar los accidentes de tránsito, es decir, un beneficio para los pobladores, se ha convertido en un peligro porque proliferan drogadictos y gente de mal vivir que suele asaltar a quienes se acercan a él. En realidad, este puente fue producto de una campaña periodística de nuestro medio de comunicación hace ya más de una década y media atrás en razón de los contínuos accidentes que se registraron en ese lugar, recordamos que una docente del plantel falleció como consecuencia del paso raudo de los vehículos y porque la vía frente al plantel es la panamericana norte y por allí circula toda clase de vehículos a velocidad. Ni siquiera los rompemuelles fueron solución, por ello se demandó el puente Peatonal y fue el ex alcalde Valentín Fernández, en su segunda gestión, quien gestiona el presupuesto pero no lo termina de ejecutar por problemas administrativos. Cuando llega Juan Gasco retoma los trabajos y concluye la obra, inclusive, la presenta como una obra de su gestión pero eso pasó desapercibido porque lo que se quería era la obra que finalmente fue terminada y entregada a la comunidad en medio de una fiesta porque es un equivalente a seguridad, protección y defensa de la vida.

CULTURA

Sin embargo, como ocurre en muchos otros lugares, la gente no tiene cultura de seguridad vial en este país. A pesar que existe el Puente peatonal, a pesar que se levanta vigoroso y llama a todos los transeúntes a pasar por encima para evitar un accidente de muerte, la prisa y la irresponsabilidad los lleva a cruzar la calzada a la carrera, tratando de ganarle a los vehículos o esperando que los choferes sean conscientes y aminoren la velocidad para que puedan pasar a la otra acera. Esto no solo se ve aquí, por el contrario, ocurre en todo el país, especialmente en la capital de la república en donde la existencia de vías anchas y de tráfico fluido, se requiere de esta infraestructura para evitar los accidentes, empero, sencillamente se resisten a usarlas. La televisión nos ha mostrado la temeridad de la gente que hasta cargando a hijos pequeños pasan a la carrera cuando a solo unos metros tienen un puente peatonal. ¿Porque no lo usan? Porque no quieren cansarse subiendo y bajando el puente, es decir, que para ellos la vida no vale nada, jamás le inculcaron en la casa y en la escuela que se tiene que respetar las normas de tránsito y una de ellas es utilizar los puentes peatonales que están para impedir los accidentes. Si el puente peatonal de Villa Marina y Primero de Mayo no se utiliza no es por culpa de la autoridad, es por la falta de cultura de los pobladores, en lo que sí debe poner especial atención el alcalde Caldas es en la falta de seguridad, si hay drogadictos y gente de mal vivir que se apodera del Puente, entonces hay que llevar al Serenazgo y llamar a la policía para que se los lleve, hay que limpiar y asegurar estas estructuras para enseñarle a la gente a defender su propia vida.

La captura de “Los Vaqueros de la Unión” cuando estaban en flagrante delito beneficiando a una res robada, demuestra que sigue vigente en esa zona el funcionamiento de los camales clandestinos. Desde hace muchos años se sabe que en ese lugar, próximo a la zona de La Campiña, se han concentrado los matarifes que son llevados por gente que se dedica al robo de animales. Allí los sacrifican y sacan la carne que ingresa ilegalmente a los mercados, un riesgo extremo en la medida que nadie sabe en qué condiciones se encuentra. Estos camales clandestinos son los responsables de los atoros del desagüe porque los maleantes arrojan las vísceras al vertedero para que no los descubran. La justicia debe enviar a esta gente a Cambio Puente porque exponen a todo el mundo.