El Presupuesto Participativo es un instrumento de gestión implementado hace ya algunos años por el gobierno central con la finalidad de poder democratizar la distribución de los recursos que se destinan a la ejecución de obras públicas.
Muchos deben recordar, especialmente aquellos que frisan la base cuatro o cinco, que en antaño hubo marcada polémica por la forma como se aplicaban los presupuestos que se destinan a la ejecución de obras públicas, la prioridad se maneja siempre bajo criterios políticos, los reclamos de los sectores más empobrecidos era elocuente, de tal suerte que había que buscar una manera de trasladar a los beneficiarios un poder de decisión que jamás tuvieron.
Por ello es que se estableció el Presupuesto Participativo como una herramienta de gestión, a través de la cual las autoridades regionales y locales, así como las organizaciones de la población debidamente representadas, definen en conjunto, cómo y a qué se van a orientar los recursos, los cuales están directamente vinculados a la visión y objetivos de un plan de desarrollo debidamente concertado.
Las bases y fundamento de este Presupuesto Participativo se sustenta en principios básicos debidamente establecidos por el Ministerio de Economía y Finanzas como son la Transparencia y control ciudadano, la Modernización y democratización de la gestión pública, el Fortalecimiento de la gobernabilidad democrática del país, la Construcción de un capital social, y, esencialmente la participación ciudadana en la planificación y gestión pública de su propis comunidad.
De esta manera se resta la posibilidad que la decisión de la ejecución de las obras públicas se monopolice solo en las autoridades de turno, si bien la decisión final o el manejo de los instrumentos del presupuesto participativo siempre estarán en manos de quienes gobiernan un distrito, una provincia o una región, lo cierto es que a partir de la creación de este mecanismo de gestión, la población tiene voz y voto en las decisiones de este tipo.
Sin embargo, en el curso de los últimos años los gobernantes han encontrado la manera de diezmar esa intervención, de reservarse la mayor parte de la torta presupuestal para cumplir con aquellos a los cuales quieren beneficiar y la manera como lo consiguieron es limitando la capacidad presupuestal que se destinen a la decisión comunal.
Los propios dirigentes han renegado en los últimos años de las limitadas capacidades presupuestales como para decidir obras de envergadura, ello porque los presupuestos que destinan los municipios solo alcanzan para un reducido número de obras y la pugna ha sido casi intestinal porque, ciertamente, todos quieren tener algo para sus barrios.
Inclusive, esto se genera a despecho del reiterado incumplimiento en el que han incurrido los municipios en los últimos años, de tal suerte que las obras de un año no se han ejecutado al siguiente y así sucesivamente, de allí que las denuncias públicas contra la gestión no se hicieron esperar.
Sin embargo, quien ha marcado la diferencia de todo este escenario poco alentador que ha vulnerado los sagrados objetivos del Presupuesto Participativo es el Municipio de Nuevo Chimbote, cuyo alcalde y gerente han decidido acatar los objetivos de este instrumento de gestión y dejar que el pueblo tome parte en la decisión de la ejecución de las obras y lo ha hecho destinando un total de 15 millones de soles para este cometido.
Si la memoria no nos traiciona, no recordamos que alguna administración edil haya sido tan generosa con sus gobernados para permitirles que tomen parte en las decisión de toda la torta presupuestal que tienen para ejecutar en el presente año, y, ello ha generado buenas reacciones en dirigentes y todas las organizaciones sociales que tienen parte en las decisiones de este tipo.
Tanto es así que los Bomberos del distrito sureño, tradicionalmente huérfanos de apoyo y carentes de recursos, excepción hecha de una Asociación de amigas que ha comenzado a ayudarlos, se han decidido a sumarse a este presupuesto participativo y han elaborado un proyecto para la compra de equipos e indumentaria que ya se encuentra obsoleta.
No podemos dejar de saludar la decisión del alcalde y el gerente municipal de Nuevo Chimbote al permitir la participación mayoritaria y realmente democrática en la selección de sus obras, ojalá que otros alcaldes y gerentes supervalorados hagan lo mismo, que dejen que la población tenga participación en su bienestar y desarrollo.
ESTADÍSTICA FATAL
Seguramente que la gran mayoría de ciudadanos desconocía que el último 05 de mayo se celebra en todo el plantea el “Día Mundial del Lavado de manos”, una fecha que se ha implementado por la necesidad de frenar el contagio de enfermedades a través del contacto de las personas.
Con este motivo, el Comité de Infecciones intrahospitalarias del hospital Regional “Eleazar Guzmán Barrón” realizó una serie de actividades con la finalidad de sensibilizar a la población y difundir en todos los estratos la importancia de lavarse las manos en nuestra actividades diarias.
El concurso de lavado de manos nos deja ese mensaje de la importancia de recurrir al lavadero de manera constante para impedir el traslado de una persona a otra de bacterias y gérmenes que lo único que nos provocan son enfermedades de toda clase.
El contacto con un mueble, el cotidiano saludo de manos, la manipulación de objetos genera la transmisión de bacterias que desaparecen con un sencillo lavado de manos y jabón, no se requiere más para cuidarse, por ello hay que lavarse las manos de manera obligatoria antes de consumir alimentos, antes y después de entrar a los servicios higiénicos, luego de coger objetos sucios y cada vez que observemos que entramos en contacto con algo que deviene de un foco infeccioso. Es la mejor manera no solo para cuidarnos sino para cuidar a quienes estar en nuestro entorno.