Existe alguna clase de control en la vida nocturna de Chimbote? ¿Las autoridades policiales y municipales están en condiciones de garantizar la seguridad e integridad física de quienes desean salir a divertirse durante las noches? ¿Hay fiscalización de los locales nocturnos y patrullaje en las zonas en donde se concentran los establecimientos nocturnos?. Nos hacemos estas interrogantes a propósito del reciente y sangriento hecho registrado en la segunda cuadra del jirón Enrique Palacios, en donde un pescador estuvo a punto de ser asesinado a golpes por una turba descontrolada y, evidentemente drogada y alcoholizada, que salió de un local nocturno del malecón Grau.
Los hechos propalados por todos los medios de comunicación describieron un escenario de terror, los hombres de prensa registraron los restos de un enorme charco de sangre en la vereda y vestigios de una violencia inusitada.
Los hechos se registraron al promediar la 1.45 de la madrugada del pasado miércoles, y el agraviado ha sido identificado como Jabiel Morán Chapoñán, un pescador llegado de Piura y que estando en faenas por nuestra ciudad decidió bajar a puerto y gastarse su paga en las discotecas del Malecón Grau.
Justamente, las cámaras de seguridad lo registran cuando aparece por la primera cuadra del jirón Enrique Palacios corriendo y huyendo de una turba que lo perseguía. En la segunda cuadra fue alcanzado y castigado de manera brutal a golpes de puñetes, patadas y estando semi inconsciente en el piso lo remataron con una pedrada en la cabeza.
Totalmente ensangrentado y moribundo, el pescador fue trasladado en el hospital La Caleta en donde los médicos le diagnosticaron traumatismo encéfalo craneano grave y su estado era sumamente grave, por lo que se temía por su vida.
En realidad este es la descripción policial de los violentos acontecimientos registrados la semana pasada, empero, habría que revisar los vídeos de la cámara de seguridad para que todos puedan darse una idea del salvajismos y la brutalidad que se advierte en el accionar de los agresores del pescador.
Estas imágenes han sido reproducidas por las redes sociales y allí se advierte que el pescador, al parecer embriagado, trata de huir a la carrera pero su propio estado inecuánime no le permite avanzar lo suficiente y tropieza para caer al suelo, justamente cuando sus persecutores ya le daban el alcance.
Fue entonces que se destacó una golpiza inmisericorde, una reacción criminal por parte de unos 8 a 10 jóvenes que llegaron con hambre homicida pues la emprendieron a golpes contra un hombre que estaba indefenso y yacía en la vereda.
Este último hecho, es decir, que el contrincante se encuentre virtualmente vencido, debe llevar a cualquiera a ceder en sus ansias de golpear al sometido, seguramente por el estado mismo de la disputa y la calentura del momento los pueden llevar a propinarle algunos golpes pero eso sería suficiente.
Sin embargo, aquella madrugada el espectro de la muerte pareciera haberse apoderado de los agresores que no solo no se conformaron con patear una y otra vez a un hombre exánime., sino que uno de esos bastardos cogió una piedra de un desmonte que existía en el lugar y la partió en la cabeza al pescador.
Muchos asumimos que era un golpe de gracia, una cobarde e irracional agresión que tiene características mortales, una presumible fractura de cráneo y una conmoción que deja serias secuelas en cualquier persona.
Ese sujeto con instinto asesino aparece en las imágenes de la cámara de seguridad, la Policía debería identificarlo, ubicarlo y capturarlo para que lo denuncien por tentativa de homicidio porque no es otra cosa lo que hizo, pretender matar a un hombre que ya estaba vencido y derrotado y que yacía en el piso.
En realidad, toda esa turba debería ser identificada y enviada a Cambio Puente, no puede tratarse de jóvenes que estaban divirtiéndose, se trata de potenciales asesinos que por mucho que se encuentren incentivados por el alcohol, no pueden proceder de esa manera contra una persona que ya estaba vencida y golpeada.
Se desconocen los motivos de la golpiza, sin embargo, a juzgar del lugar desde dónde corría el agredido y hacia donde regresaron los agresores, es decir, al Malecón Grau, se cree que el agraviado habría discutido con los agresores en alguna discoteca y, por su superioridad numérica, lo alcanzaron y agredieron de manera brutal y salvaje.
Sea cual fuere lo que ocurrió, así el pescador haya agredido a otra persona en una discusión, la respuesta no puede ser la irracional reacción de una turba con instinto asesino para responder por ese hecho, hay allí una suerte de desquiciamiento por parte de jóvenes que no utilizan la noche para divertirse sino para embriagarse, drogarse y enfrentarse a otros con fines inimaginables.
De allí nuestras interrogantes en la introducción de este comentario, ¡quien gobierna la noche en nuestra Ciudad?, ¿las autoridades, la Policía, los miembros del Serenazgo?. ¿o son los delincuentes y maleantes disfrazados de noctámbulos que merodean las discotecas y los locales nocturnos de la ciudad?.
Si se tiene en cuenta que este grave incidente se ha registrado a solo una cuadra del Palacio Municipal y dos cuadras de la Jefatura de la División Policial, en pleno corazón de Chimbote, habrá que imaginarse que le espera a cualquier “hijo de vecino” en otros sectores de la ciudad.
Afortunadamente, en esta inhumana agresión han quedado evidencias irrefutables que deben servir a la Policía para capturar a los responsables, allí esta el video de la cámara de seguridad a los que deben sumarse las imágenes de las cámaras de las empresas e instituciones de ese sector que pueden haber capturado mejores vistas de los responsables., de allí que es imperativo que las autoridades identifiquen y capturen a los maleantes que estuvieron a punto de matar a golpes al pescador. Esto no puede quedar en la impunidad, sería un nefasto precedente para la diversión nocturna sana y sin violencia como la que se merecen los jóvenes de todos los estratos sociales.