PIOLA
El Gobernador regional no tuvo necesidad de nombrar ni siquiera a la Contraloría y menos a los funcionarios de confianza que fueron observados en su gestión durante su presentación ante el consejo regional, pese a que los propios consejeros regionales habían advertido que este debería ser uno de los puntos a esclarecer por la autoridad regional. Ello porque llevó entre manos una exposición interesante con relación a los objetivos que tiene en su gestión y la hoja de ruta sustentada “en la necesidad de desterrar la visión municipalista que tuvo en los últimos años el gobierno regional”, refiriéndose con ello a la intervención de la región en obras menores. Por ello anunció que sus objetivos serán Chinecas, la construcción de hospitales, la ejecución de carreteras, el puerto de Chimbote y la cerrada lucha contra la anemia y la desnutrición, proponiendo sus líneas directrices y olvidándose de los asuntos domésticos que había colocado en la agenda diaria los problemas de sus funcionarios de confianza. Inclusive, cuando los consejeros lo emplazaron a sacudirse de los funcionarios que no llenan los requisitos y no cumplen a cabalidad, el gobernador no tuvo necesidad de referirse a ellos, por el contrario, les agradeció por haber respaldado con sus discursos las ponencias que había realizado. En otras palabras, luego de cuatro horas de discursos y debates, el gobernador puede decir que pasó piola en su primera presentación ante el pleno regional.
LAUDOS
Es evidente que muchos consejeros no están preparados en temas de coyuntura y por ello no pusieron al gobernador en aprietos pues hay algunos aspectos que dejaron mucha tela por cortar en su ponencia. Por ejemplo, comenzó señalando que cuando asumió el cargo, tomó conocimiento que 172 millones de soles se perdieron en laudos arbitrales, y que ahora tendrán que ser honradas por el gobierno regional. “Seguramente muchos pudieron haberse defendido mejor, pero la inestabilidad que imperó desde hace muchos años atrás abonó para que el descuido jugara un mal papel en contra de la región” expresó ante un pleno de consejeros absortos y poco informados.ÂÂ Y es que nadie le retrucó que esos laudos arbitrales fueron consecuencia de componendas entre las empresas que ejecutaron obras en la época de la red de corrupción con los ex funcionarios que por ello están dando vueltas por los pasillos judiciales. Pero lo que no se puede soslayar es que uno de esos laudos arbitrales es el relacionado a la obra canal Santa San Bartolo, la cuestionada obra en la que la empresa del hoy gobernador integraba el consorcio ejecutor. Justamente, en la carpeta de investigación están comprendidos los ex asesores legales porque, a decir de la denuncia del Ministerio Público, se hicieron los “muertitos” ante los arbitrajes planteados por las empresas y de esa manera los perdían, como ocurrió en el caso del canal Santa San Bartolo. Allí cobraron “un huevo con su clara y su yema” para conseguir doblar el presupuesto inicial. Parece que el gobernador no midió sus palabras.
Canal
A propósito de todo esto, luego que el gobernador hizo su presentación ante el pleno del consejo regional, trascendió la información proporcionada por el Ministerio Público que da cuenta de la decisión del fiscal a cargo de la carpeta del canal Santa San Bartolo, de comprender como investigados a los representantes de las empresas que forman parte del consorcio ejecutor. Obviamente, entre ellos se encuentra Juan Carlos Morillo y ahora, a solo cinco meses de iniciar su gestión ya cosecha su primera investigación judicial, claro que no forma parte de su actual gestión sino que es un arrastre que lo persiguió durante toda la campaña. La decisión del Ministerio Público atendió el pedido del procurador anticorrupción Richard Asmat, quien fue objeto de una serie de cuestionamientos y calificativos por parte de la autoridad regional cuando apareció en la televisión anunciando que había solicitado a la fiscalía la inclusión de Morillo en la investigación de la escandalosa obra del canal Santa San Bartolo,. Ahora que dirá el gobernador, ya no se habla solo de cuestionamientos o especulaciones, sino de una decisión firme y categórica del representante del Ministerio Público que ha encontrado motivos suficientes como para investigarlo. No cabe duda que la cosa se pone muy picante.