Editorial

EDITORIAL ::TRANSPORTE URBANO::

El gerente de la Empresa de Transporte Masivo “San Luis Express”, Félix Cerna Mejía, anunció que el comienzo de la circulación de las unidades de este servicio se postergó hasta fines de este mes, alegando que ello es consecuencia de situaciones ajenas a las posibilidades de su empresa.

Como era de dominio público, el mentado “transporte masivo” debería iniciar sus actividades en la primera quincena del mes de Mayo, pues tuvo varios meses para implementar no solo las unidades que deberán llegar a nuestra ciudad, sino para habilitar los paraderos en donde se detendrán los vehículos para el embarque y desembarque de pasajeros.

Nada de ello se había cumplido, trascendió que la empresa apenas si contaba con un reducido número de unidades y la mayoría de ellas alquiladas, las cuales venían siendo acondicionadas justamente el pasado 15 de este mes, cuando se supone que ya deberían comenzar a operar.

Inclusive, el responsable del área de transporte se encontraba verificando un día después la instalación de los paraderos, señalando que ya se habían colocado 60 de un total de 200 que deben ubicarse en la ruta que la Municipalidad ha autorizado.

Sin embargo, el representante de este nuevo servicio masivo no se detuvo en señalar a los funcionarios de la comuna provincial como los responsables de no poder echar en marcha este servicio en la medida que no se les había extendido los permisos para la instalaciones de los 200 paraderos, aun cuando señaló que todo estaba planificado para que concluya este trabajo antes del próximo jueces 30.

Lo cierto es que si  nos atenemos a las excusas formuladas por el gerente de la empresa San Luis Express, tendríamos que colegir que existe no solo responsabilidad de la comuna, como ligeramente lo afirma, sino una doble responsabilidad de su empresa que era consciente de la fecha que tenían como plazo para comenzar a operar y no advirtió sin la debida anticipación la tramitación de los permisos a efectos de contar con los paraderos antes que se ponga en marcha el servicio.

Sin embargo, al margen de estas disquisiciones menudas, lo que no ha dejado de llamar la atención a muchos es la calidad del servicio que se ofrecerá a los chimbotanos con este mal llamado servicios de transporte masivo.

Ello porque lo que está ofreciendo la empresa que solicitó la concesión del permiso al Municipio no es un transporte masivo en el contexto mismo de esta figura empresarial, sino un transporte urbano a la usanza de la década del 80 cuando en nuestra localidad imperaba el servicio de transporte en microbuses, había dejado de lado por muchos años a los colectiveros que solo en la década del 90 fueron desplazados por las combis, primero, y los autos, luego.

Un transporte masivo, como su misma palabra lo indica, es que capaz de trasladar a cientos de personas en un mismo momento, es aquel que cuenta con unidades articuladas que son capaces de albergar a muchas personas y llevarlas de manera rápida de un punto a otro.

Este transporte masivo existe en la capital de la república desde la década de los 80 cuando se establecieron el “expreso” con buses articulados y los “bussing” que operaban por las principales arterias de la ciudad y que eran capaces de cumplidor su ruta de manera rápida y con la suficiente capacidad de trasladar a michas personas. Hoy ya cuentan hasta con tren eléctrico.

 Eso se advierte en el servicio que prestará desde el último día de este mes a los usuarios de Chimbote y nuevo Chimbote, ya que se ha establecido dos rulas para cubrir los paraderos inicial en Santa Clemencia y el paradero final en el A.H. Costa Blanca en el cono sur, las cuales se diferenciarán por el tránsito por la avenida Meiggs de una de ellas y por la avenida pardo de la otra,

Tras observar a las unidades se puede advertir que se trata de un trasporte urbano similar al que existió en antaño, incluso, hasta en los recorridos asemejan a los servicios de las líneas Ramón Castilla y José Olaya de hace muchos años atrás.

De todas manera se advierte la necesidad de la gestión edil de poner al servicio de la población un transporte que es mucho más barato y accesible a los bolsillos de los usuarios, los colectivos de Chimbote tienen las tarifas más altas del norte del país y se amparan en el libre mercado para hacer lo que se les viene en gana. Ahora se contará con un servicio de transporte de pasajeros por un sol, lo que beneficia a los trabajadores y usuarios del transporte diario, veremos cómo se sigue implementando este servicio.