Editorial

Editorial: ::: EL CRIMEN NO PAGA :::

El ex alcalde de la vecina provincia de Casma y ex consejero regional José Luis Lomparte Monteza, quien se encontraba como prófugo de la justicia desde hace cuatro años atrás, fue capturado la semana pasada en la capital de la república y ha sido inmediatamente trasladado al penal de Cambio Puente, en donde ya se encuentra purgando condena.

José Luis Lomparte Monteza, más conocido como “Chacui” en lares casmeños, fue sentenciado a cinco años de cárcel efectiva el año 2015, tras haber sido hallado responsable por la Sala Penal de la Corte del Santa como autor del delito de colusión y fue condenado en Junio del año 2015 junto al que fuera su gerente municipal Jesús Rodríguez Aparcana por haber favorecido de manera escandalosa al Consorcio Casma para la adjudicación de la obra de construcción del Mercado San Martín, presupuestado en 3 millones 482 mil soles.

La justicia pudo establecer por entonces que los ex funcionarios ediles permitieron no solo adjudicar una obra de casi 3 millones de soles a un consorcio para ejecutar una obra cuyos terrenos ni siquiera estaban habilitados por hallarse invadidos desde hacía varios años, sino que de manera dolosa permitieron que se le entregue a la empresa un adelanto de un millón novecientos mil nuevos soles, dinero que se pierde porque el consorcio no ejecutó obra alguna, fue una burda estafa a los intereses del pueblo casmeño.

El exfuncionario Jesús Rodríguez también fue condenado a 5 años de cárcel, tres años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público y deberá pagar también la reparación civil solidaria de 1 millón 912 mil nuevos soles, mientras que el empresario constructor Pedro León Paredes Tadey no se presentó al proceso y el fallo quedó en reserva hasta que sea capturado.

Este no fue un caso más en nuestra jurisdicción, muchos deben recordar que el Ministerio Público llegó a demostrar la escandalosa connivencia de los ex funcionarios ediles pues llegaron a entregarles a estos empresarios constructores el expediente técnico antes que se licite la obra.

Sin embargo, algo que debe quedar en la mente de los casmeños para que les sirva de lección, es el hecho que este ex alcalde fue procesado y estaba a punto de ser sentenciado antes de ser consejero regional, cuando en las elecciones se había advertido que tenía este antecedente y se hallaba prófugo de la justicia por no ponerse a derecho para que se lea la sentencia, empero, pese a ello el electorado casmeño le extendió su voto de confianza y lo eligió consejero regional, razón por la cual juramentar meses después de iniciada la gestión en la medida que presentó un Habeas Corpus en otra ciudad para que se levante la orden de captura y pueda incorporarse al pleno regional.

Ya en su condición de consejero regional, Lomparte Monteza ya no pudo apelar a maniobras dilatorias y fue condenado a una pena efectiva, razón por la cual se lanzó a la clandestinidad y llegó a persuadir al pleno regional que sólo lo suspenda por 120 días en la medida que pensaba que podría revertir el fallo condenatorio, empero, unos meses después la Corte Suprema ratificó la condena, por lo que no quedó otro camino que la vacancia.

Desde entonces, hace cuatro años atrás, el ex alcalde José Luis Lomparte se mantuvo en la clandestinidad, nadie volvió a verlo, la policía judicial, encargada de hacer efectiva su aprehensión, no consiguió pistas de su paradero y por ello es que fue incluido en la lista de los delincuentes más buscados del país y el Ministerio del Interior le puso precio a su cabeza, ofreció 20 mil soles a la persona que pudiera proporcionar información de su paradero siempre que procure su captura.

Muchos pensaron que el ex alcalde de Casma ya había salido fuera del país, sin embargo, la semana pasada, sorpresivamente, la policía dio a conocer que se había detenido a Lomparte Monteza en el distrito de Carabayllo, en Lima

El ex consejero se estaba ocultando en una vivienda de propiedad de un familiar, sin embargo, aparentemente había pensado que ya la Policía había dejado de seguirlo y que en ese lugar en donde nadie lo conocía era difícil que pudieran delatarlo, por ello decidió salir a estirar las piernas y distraerse por las calles, en paseos vespertinos que representaron el principio del fin de su ocultamiento.

No sabemos si por acciones de inteligencia o por delación, la Policía obtuvo pistas de su escondite, lo cierto es que realizó acciones de vigilancia y vieron que el ex consejero caminaba muy tranquilo por el cruce de una transitada intersección del distrito del cono norte de Lima y, teniendo en sus manos la orden de captura, procedieron a detenerlo en medio de su absoluta sorpresa.

El ex consejero regional jamás imaginó que la Policía ya estaba detrás de sus pasos y el exceso de confianza fue su principal enemigo, pues una vez que fue intervenido entendía que había perdido y no había otro camino que acompañar a los agentes policiales y someterse a las consecuencias de la condena que está vigente.

Hay que tener en cuenta que todo este periodo en el que José Luis Lomparte se mantuvo en la clandestinidad no se computa para nada, por el contrario desde la fecha en que lo detuvieron se inicia el cálculo de los cinco años que debe permanecer recluido, por lo que se ha informado que su encierro se extenderá hasta el mes de setiembre del 2024.

Pero esta no es la situación particular de José Lomparte, por el contrario, es la misma situación que enfrenta, por ejemplo, la ex alcaldesa Victoria Espinoza García y su teniente alcalde Julio Cortéz Rojas, quienes hace solo unas semanas han cumplido un año de mantenerse en la clandestinidad, de vivir a salto de mata y ocultándose de la justicia, de allí que la pregunta que se cae de madura es ¿hasta cuándo seguirán con esta estrategia de fuga? ¿Les conviene perder el tiempo de esta manera?

Lo cierto es que existe un sabio adagio que dice que “el crimen no paga”, que nos explica que aquellos que cometen delitos y violan dolosamente la ley deben ser conscientes que serán castigados y que mañana o más tarde van a cumplir una condena. Nadie puede estar fugándose toda la vida, en algún momento sus estrategias se vendrán al suelo, como ha ocurrido con el ex alcalde de Casma a quien le espera un largo tiempo en la sombra. Así terminarán todos los que han desafiado el mandato de la justicia y viven rehuyendo a la autoridad, tarde o temprano deberán pagar la cuenta pendiente que tienen con la sociedad.