Política

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DESBORDE

Las autoridades deben tomar medidas inmediatas para detener el desborde que se ha registrado en la avenida Pardo, entre las zonas aledañas a los Pueblos Jóvenes Tres de Octubre y Primero de Mayo, en donde ya hay muchas viviendas que vienen siendo afectadas, al margen de los estragos que está generando al transporte y los perjuicios que dejará a una carpeta asfáltica que hace poco se ha implementado. Lo más grave es que los pobladores de esta zona estuvieron advirtiendo desde hace mucho tiempo que se proteja las caídas de agua que llegan al río Lacramarca y que bajan por un dren que arrastra las aguas residuales de regadío de las zonas de Tangay y Los Alamos, Cuando no se mide la cantidad adecuada de agua con la que se riegan los campos, en la medida que en esta zona todo se hace en la modalidad de riego por gravedad, ocurren estas cosas. El dren no solo no soporta la cantidad de agua sino que está obstruido por falta de limpieza y mantenimiento, nadie lo hace, ni siquiera los agricultores que deberían ser los más interesados, menos lo harán los organismos de la autoridad agraria de la zona. Estas mismas inundaciones se registraban por la avenida Brasil, en la urbanización Buenos Aires y ahora han recalado en la parte final en donde se lanzan a los pantanos de Villa María, procurando incrementar el nivel de las aguas que está virtualmente sobre el nivel de la pista de Pardo. Ayer, el Municipio de Nuevo Chimbote realizó algunos trabajos de prevención para impedir que siga desbordándose las aguas en la avenida Pardo, sin embargo, hay que retirar el aniego que hay en la zona y pensar en trabajos definitivos para controlar esta clase de estragos, no es posible que a estas alturas, después de 20 años que se viene reclamando por estos mismos desbordes tanto en Chimbote como en Nuevo Chimbote, se permita que la población se siga perjudicando de esta manera. Ya es momento que las autoridades se sienten en una misma mesa y tomen acuerdos para la solución de este problema en el que deben tomar parte todos, municipios, comisiones de regantes, gremios agrarios, entidades agrarias.

RETROCESO

Los padres de familia y sus hijos que fueron eliminados del proceso de admisión de la Escuela de Sub Oficiales de la Policía Nacional, han demostrado que aquello de “el que no llora no mama” tiene mucho asidero. Como se recuerda ellos protestaron públicamente porque fueron descalificados al no superar la prueba del polígrafo a pesar que se trata de una fase del examen de menor importancia. Se fueron a Lima, tocaron las puertas del congreso, recibieron el apoyo de la congresista Melgarejo que pudo ponerlos frente al Ministro del Interior y al Director General de la Policía para exponerles este caso que no tiene antecedente alguno en el país. Nunca antes algún postulante había sido desafectado por no superar la prueba del polígrafo, más aun cuando hasta la fecha no se entiende la finalidad de esta prueba que, como todos saben, no es cien por ciento efectiva. Y afortunadamente fueron escuchados, el Ministerio del Interior admitió sus quejas y ha decidido volver a evaluarlos, lo que no sabemos es cuando serán evaluados porque se supone que el proceso de admisión avanzó y ya no serán considerados sino para el próximo. Sin embargo, si se ha anunciado el cierre de la Escuela de Sub Oficiales, la pregunta que nos viene a la cabeza es ¿en que examen serán considerados estos jóvenes?. Bueno eso es algo que tiene que resolverlo el Gobierno y el Ministerio del Interior que, una vez más, ha desairado a muestra ciudad llevándose la Escuela que con tanto esfuerzo se implementó.

INSEGURIDAD

A propósito del cierre de la escuela, no se entiende una medida de este calibre si se tiene en cuenta que los niveles de inseguridad crecen de manera preocupante en la ciudad. Basta recordar que hace solo poco más de una semana un delincuente asaltó un centro de recaudación de pago de servicios en un pasaje ubicado en el centro Cívico de Nuevo Chimbote,. “a espaldas de la Comisaría de Buenos Aires y a solo una cuadra de la Base del Serenazgo del distrito”. Imagínense, si esto ocurre en las barbas de las entidades encargadas de la seguridad pública del distrito más grande de la provincia, ¿Qué no puede ocurrir en otros lugares?. Es increíble que mientras la población tiene que caminar mirando a los cuatro lados para ver si no es víctima de un robo o asalto, en los altos cielos del Gobierno tomen la cretina decisión de cerrar la escuela de Sub oficiales y dejar sin agentes a nuestra región. Inaudito.