Policía los repelió con bombas lacrimógenas:
Trabajadores ediles pretendieron impedir que haya atención al público en Municipio e ingreso de trabajadores contratados.
En el primer día de paro, acatado por los trabajadores afiliados al Sindicato de la Municipalidad Provincial del Santa, la Policía Nacional debió hacer uso de bombas lacrimógenas para dispersar al grupo de protestantes congregados en la puerta de la comuna, pretendiendo evitar el ingreso de contratados y usuarios.
Desde muy temprano los manifestantes se agruparon a reclamar sus puntos del pliego de reclamo, como cumplimiento del pacto colectivo firmado en la gestión anterior, pago de sus salarios, exceso de personal contratado entre otros, sin embargo, la euforia del momento los embargó, al punto que el lugar se convirtió en un escenario agitado que amenazaba con consecuencias graves.
Por ello, más de 60 efectivos formaron un cordón en los exteriores del palacio municipal, tratando de proteger al personal que sí cumplió normalmente sus funciones, así como a los usuarios a realizar sus trámites, desconociendo la medida de lucha.
En este grupo de quejosos, estaba el secretario general Guillermo Sánchez Córdova, quien reiteró el pedido del pacto colectivo porque dijo es un derecho que se lo han ganado. “No es justo, los funcionarios ya cobraron sus sueldos de manera oportuna y que hay del personal, eso no me parece justo”, mencionó el dirigente.
Mientras transcurría la paralización de sus labores, en el frontis de la comuna, un grupo de trabajadoras, realizaron una olla común, manifestando que los insumos como papa y verduras los obtuvieron de amigos de los mercados que gentilmente les obsequiaron.
Dijeron que no perciben su sueldo de agosto, dejando en claro que toda persona trabaja porque necesita, nadie lo hace gratis porque tienen familia que mantener.
MORTIFICADAS
Las que salieron mortificadas, fueron las madres de familia debido a los gases lacrimógenos lanzados por la policía, ya que los fluidos llegaron hasta la institución educativa Ex 314 afectando a los estudiantes y profesores que en algunos casos tuvieron que salir y ponerse a buen recaudo, porque era insoportable respirar, les picaba la garganta y los ojos le ardían demasiado, llegando a asustar a las más pequeñas que sólo lloraban sin saber lo que pasaba.
ALCALDE EN LIMA
Entre tanto, preocupado por esta situación, el alcalde Roberto Briceño Franco, viajó la noche anterior a la ciudad de lima para solicitar a la contraloría general de la república una auditoria.
En el documento que ingresó al ente fiscalizador pidió que se evalué los aumentos de sueldo, producto del pacto colectivo, y la reincorporación de trabajadores.
Por ello, se suspendió la segunda mesa de diálogo programada para ayer al mediodía, esperando coordinar la nueva fecha de la reunión.