Editorial

Editorial: ::: VAN TRES Y FALTAN MAS :::

En medio de una inusitada expectativa de la prensa local y nacional, así como de la gente de su entorno, la semana pasada el Juez anticorrupción Joseph Arequipeño Ríos ha condenado por tercera vez al ex presidente regional César Álvarez Aguilar y le impuso una pena de cárcel efectiva de cuatro años tras hallarlo responsable del delito de colusión simple en agravio del proyecto especial Chinecas.

Los hechos por los cuales Álvarez Aguilar ha sido nuevamente sentenciado, están relacionados con el denominado “Caso Sisa”, que no es otro que el relacionado con el contubernio con la empresa del mismo nombre, a quien se le contrató para la elaboración de un perfil para el proyecto irrigador, el cual no solo no sirvió para nada porque era defectuoso y fue rechazado por el Ministerio de Economía, sino que fue sobrevalorizado en la medida que el ex titular de Ancash dejó de lado la propuesta del INADE de actualizar otros estudios por 120 mil soles y se prefirió pagar 5 millones 200 mil soles a la empresa SISA.

Es evidente que no hay que ser un tahúr para advertir que en ese caso existió un escandaloso “enjuague” con la finalidad de aprovecharse de los recursos públicos, empero, la justicia no se maneja con sobrentendidos o especulaciones, sino con pruebas que para el magistrado, en este expediente, no se han hallado respecto a los sobrecostos.

Empero, la conclusión del magistrado es que sí hubo una escandalosa concertación entre el Presidente regional con la empresa SISA, sin embargo, el entonces funcionario de esta empresa que ha sido señalado por los colaboradores eficaces como el negociador de este tema, Samuel Vasconcelos Boggio, no ha sido incluido en esta carpeta Fiscal.

En efecto, en este caso quien respondía por los cargos a nombre de la empresa SISA ha sido un apoderado que ha sido eximido de responsabilidad penal por el magistrado, como se ha absuelto también a los ex funcionarios del proyecto especial Chinecas en el entendido que los negociados se han realizado a otro nivel y no con el aparato administrativo del proyecto irrigador a pesar que los recursos afectados pertenecen a Chinecas.

Y es que, como ya lo habíamos adelantado en esta misma columna editorial, este caso se ha desmembrado por el hecho que al iniciarse solo existía la sospecha de la sobrevalorización cuando en realidad hubo por lo bajo un escandaloso contubernio que perjudicó las arcas del proyecto irrigador, empero, ello solo se pudo conocer con certeza cuando se recogieron los testimonios de colaboradores eficaces que dieron su versión.

Primero fueron los colaboradores que se apersonaron al “Caso La Centralita”, en donde se daba conocer todos los “entripados” que se habían generado en la denominada red de corrupción de Ancash y entre las muchas perlas que pusieron al descubierto, apareció el perfil SISA que fue un escandaloso contubernio que debió ser castigado con todo el rigor de la ley.

Estas precisiones de los colaboradores del Caso La Centralita también han contado con testimonios de la empresa brasileña Odebrecht que se sumaron a los programas de delación, como se denominan en ese país a las colaboraciones eficaces de nuestro sistema procesal penal.

Estos testimonios forman parte del convenio suscrito entre la procuraduría brasileña con el equipo Lavajato del Ministerio Público, de tal suerte que se han obtenido mejores detalles y precisiones del manejo doloso de Sisa, lo que ha dado lugar a que la Fiscalía anticorrupción del Santa, advirtiendo el estado avanzado del “Caso Sisa”, procedió a abrir una nueva carpeta de investigación contra el ex asesor Dirse Valverde Varas y el empresario Samuel Vasconcelos Boggio, por la contratación irregular der SISA para aprovecharse de un estudio que ya había sido elaborado para Odebrecht y terminó siendo utilizado para una licitación de Chinecas.

A este caso se le ha denominado SISA 2 en la medida que se trata de los mismos hechos pero con otras personas involucradas y será en esa pesquisa en donde se muestren no solo mas luces de lo ocurrido sino que se sancionen a todos aquellos que, como se dice en el argot criollo, estuvieron pasando piola en este primer juicio que ha culminado la semana pasada.

Pero lo que no se puede dejar de soslayar es que esta es la tercera condena que recibe el ex titular de Ancash y como tal, como una consecuencia de la legislación vigente, estas penas una vez que resulten siendo confirmadas, no se refunden en la que tiene la penalidad más grave, como señalaba el código de procedimientos penales derogado, sino que se suman hasta un máximo de 35 años

Si esto es así, se entiende que ya el ex presidente regional César Álvarez cuenta con tres condenas que sumadas unas a otras nos dan en este momento 14 años tres meses de pena de cárcel que debe cumplir dentro de un penal.

Claro que de estos fallos condenatorios solo uno está consentido y ejecutoriado, y corresponde al caso de malversación de fondos, mientras que el caso de la sentencia por el caso de la carretera Chacas San Luis, en el que ha sido condenado a ocho años de pena efectiva, la Sala penal de Apelaciones debe resolver la impugnación en estos días.

De esta manera, con el fallo de la semana pasada César Álvarez ya suma 14 años y tres meses, a pesar que aún tiene pendientes otros casos en los que recibirá una sentencia, dos de los cuales, quizás los más emblemáticos, como son el crimen de Ezequiel Nolasco y el Caso la centralita, esperan el final de los procesos y las penas que se le impondrán.

De allí que aun cuando era previsible que sería condenado de manera drástica y ejemplar, aún hay mucha tela por cortar en la condición jurídica del ex presidente regional, aún existen sentencias que podrían sumar más años de reclusión, razón por la cual estaremos atentos a los que se viene.

Por lo menos en el caso SISA el magistrado a cargo de la investigación ha establecido que César Álvarez se coludió con malos empresarios para aprovecharse de los recursos públicos y aun cuando solo él es el condenado, cuando no existe otro acusado con el cual se haya coludido, se sabe que este extremo se ventila paralelamente en la fiscalía.

Álvarez Aguilar ya acumula tres sentencias pero aun faltan otras. Este es el derrotero que auguramos muchos cuando le llovieron las denuncias penales y se conocieron los actos de corrupción que se cometieron en su gestión de caso 7 años.