Política

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PARCHADA

Cuando anteayer por la tarde en el congreso de la república se estaba realizado la votación para la elección del primer candidato al Tribunal Constitucional, se escuchó al presidente Pedro Olaechea referirse a la congresista de Chimbote María Elena Foronda Farro y señalaba que la representante de Áncash anulaba sus votos, por lo que pidió al control que resten esos votos. Ocurre que, en la pantalla principal en donde se consignan los votos en los colores verdes (a favor) ámbar (abstención) y rojo (en contra) se advertía que al costado del nombre de foronda se había encendido la luz verde, por lo que el control, consignó su voto a favor del nombramiento del jurista Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea para el Tribunal Constitucional. Sin embargo, esto no era posible, la congresista Foronda pertenece a una bancada que está en absoluto desacuerdo a la elección de los miembros del Tribunal Constitucional y en el momento de la votación se encontraba en el centro de hemiciclo con sus colegas haciendo una protesta contra el procedimiento de elección porque exigían que se ponga en debate antes el proyecto de modificación constitucional que había enviado el Gobierno. La pregunta que se cae de madura es ¿si la congresista estaba fuera de su escaño y en medio del recinto parlamentario, como es posible que se haya encendido la luz verde? ¿Alguien manipuló el control que tiene en su escaño cada congresista? ¿Lo hicieron los mismos colegas de su bancada para sustentar una posterior denuncia contra el titular del congreso?. En realidad no sabemos que es lo que habría sucedido, lo único cierto es que María Elena Foronda es la única congresista de Áncash que estuvo en contra del nombramiento de los miembros del Tribunal Constitucional, que fue la razón de la crisis política en la que se debate hoy el país con un congreso disuelto, un presidente suspendido y una vicepresidente jurando como nueva primera mandataria. Vaya uno a saber cómo nos sacan de este entuerto, así como a la congresista Foronda la parcharon también los peruanos terminaremos posiblemente parchados.

VOTOS

A propósito de esta asonada parlamentaria y un día bastante agitado para el país, habría que conocer como decidieron nuestros representantes en la que fue la última sesión de su periodo parlamentario, pues ya quedaron fuera de la práctica parlamentaria tras la disolución dispuesta por el Presidente. En la última votación, que fue la elección de Gonzalo Ortiz de Zevallos, los congresistas fujimoristas votaron disciplinadamente a favor de ese nombramiento. Carlos Domínguez Herrera y María Páucar Melgarejo dejaron sus escaños con la luz verde. La congresista Foronda, como ya lo hemos dicho, no votó pero su escaño aparecía verde razón por la cual reclamó y su voto fue anulado, aunque es evidente que su intención era votar en contra, con la luz roja. Por su parte en congresista Ricardo Narváez Soto, quien forma parte de las filas de Alianza para el Progreso, votó también con la mayoría por la elección de Gonzalo Ortiz de Zevallos, de tal suerte que todos ellos con los fujimoristas, apristas y otras agrupaciones, consiguieron mayoría absoluta para ese nombramiento, es decir, los 87 votos. Sin embargo, la última representante de Áncash, la congresista Yessenia Ponce Villarreal, se hizo la vaca, sencillamente no pasó el control de lista y no votó en este tema tan espinoso y picante. Su nombre aparece sin luz, confirmando que es una extraña en el debate parlamentario.

CAPACHA

Sumamente grave es la denuncia que se ha formulado contra la prefecta regional Eunice Dextre Castillejo, en el sentido que habría realizado cobros indebidos a cambio de promover los nombramientos de subprefectos en diversas provincias de nuestra jurisdicción. En realidad, no se sabe quién ha formulado estas denuncias, lo cierto es que la Fiscalía anticorrupción ha acogido estos documentos y ha citado a la prefecto para que rinda su manifestación y agregue sus descargos, especialmente esto último que forma parte del elemental derecho a la defensa que le asiste a toda persona. Lo extraño es que la prefecta no acudió a la primera notificación según lo ha confirmado la fiscal a cargo de las pesquisas, lo que no deja de llamar la atención en la medida que debe ser la primera en responder ante una denuncia de este calibre. Tal parece que la prefecta está muy ocupada en los desplazamientos que hace con los subprefectos de la región a quienes convocó hace solo unos días a un taller de capacitación en donde se camufla la información que les hacen llegar para que respalden a presidente de la república Martín Vizcarra en estos momentos de crisis política. Cuando los periodistas se acercaron a los subprefectos llegados de los diferentes confines de la región y les preguntaron su opinión sobre lo que ocurría en el país, respondían que respaldaban plena y absolutamente al presidente Martín Vizcarra y decían que lo hacían porque es un mandatario que rechaza la corrupción y los protege del accionar de apristas y fujimoristas. Para que asuman esta clase de respuestas quiere decir que alguien los alecciona, y sorprende también que cada vez que un subprefecto es abordado por la prensa se aparece al costado la prefecta regional, quien aparentemente se encarga de chequear que el subprefecto no se salga del cuadro. Ahora se entiende por qué la Prefecta no atiende la citación de la Fiscalía pues se encuentra avocada al trabajo político que se diseña, aparentemente, desde la Oficina nacional de Gobierno Interior. Ojo que este trabajo político es ajeno a sus funciones.