Editorial

Editorial: ::: PLANTEAMIENTO PERTINENTE :::

Funcionarios del área de comercialización de la Municipalidad Provincial del Santa, asistidos por efectivos del serenazgo y la Policía Nacional, procedieron a clausurar temporalmente las galerías del centro comercial “La Cachina” luego del voraz incendio que consumió casi un centenar de puestos, dejando muchas pérdidas y destrucción.

La medida obedece a la inspección realizada por personal edil y el fiscal de prevención del delito, apenas un día después de ocurrido el siniestro y tras comprobar que estos puestos funcionan en medio de una escandalosa inseguridad.

Partiendo solo del hecho que se encontraron galerías que ni siquiera tenían un nombre, ya se podrán imaginar las serias carencias y la absoluta informalidad que e4xiste en este lugar.

Cuando los periodistas llegaron acompañados por los funcionarios observaron que en el interior de estas galerías se levantaban puesto de venta fabricados en base a madera y triplay, lo que quiere decir que hay material que es altamente inflamable y que representa un serio riesgo en caso de una emergencia.

Los locales en donde se ubican estas galerías son inmuebles destinados a vivienda que han sido acordonados como Galerías, por tanto, es evidente que no presentan las condiciones como para el desarrollo de una actividad comercial de las características que tiene “La Cachina”.

Por ello es que mientras avanzaban por los pasadizos se encontraban con instalaciones eléctricas que estaban “al aire” los cables de cruzaban unos a otros, no existe tableros eléctricos que puedan distribuir la energía en función a las necesidades de los puestos, de tal suerte que un recalentamiento de los cables resultaría fatídico.

Y en lo que se refiere a la tugurización ni vuelta que darle, los pasadizos son angostos y el congestionamiento en el interior es impresionante, de tal suerte que cualquier evento de emergencia generaría un real caos en el interior.

Por ello pensar en la existencia de un proyecto eléctrico que garantice que la distribución de la energía será lo suficiente como para evitar recalentamiento de cables, pensar en señalizaciones, en orden y limpieza es realmente ilusorio, de allí que a las autoridades no les ha quedado otro camino que disponer la clausura de estas galerías hasta que los comerciantes puedan acreditar las mejoras en materia de seguridad al interior de este establecimiento.

Esta medida era inevitable, empero, ha generado un nuevo problema al centro comercial y es que muchos se han quedado virtualmente sin trabajo, los propios comerciantes no podrán cubrir sus requerimientos financieros si es que no tienen actividad, no podrán acceder a financiamientos en estas condiciones, por ello es que el alcalde Roberto Briceño ha lazando el pasado fin de semana una alternativa que parece ser la mas adecuada y acertada, cual es la reubicación de este centro comercial.

El alcalde ha visto la posibilidad que los puestos cerrados de La Cachina puedan pasar al Complejo Gran Chavín que existe a un costado del megaplaza, en donde se ubica la abandonada obra del Coliseo Cerrado, pues allí se cuenta con una enorme explanada que puede ser acondicionada para la venta de estos comerciantes.

Sin embargo, esta propuesta requiere de una previa negociación con el gobierno regional de Ancash en la medida que este predio le pertenece al organismo regional y aun cuando allí exista una obra abandonada desde hace siete años, en la gestión de César Álvarez Aguilar, es el gobernador quien debe tomar una decisión respecto a dicha obra inconclusa y que se le considera como uno de los monumentos a la corrupción de aquella ominosa gestión a la que se le conoce como red de corrupción.

Es el gobierno regional el llamado a precisar si aún cuenta con ese predio, si tiene intenciones de retomar esta obra en la que se despilfarraron millones de soles, o le otorga otro uso que podría ser aquel que requiere el alcalde provincial para aliviar el grave problema qué afrontan los comerciantes de La Cachina.

Claro que este traslado será solo temporal, se ocupará el predio hasta en tanto los comerciantes consigan desarrollar proyectos que permitan sustentar una autorización por parte de Defensa Civil y eso tomará un tiempo aun.

Lo cierto es que los funcionarios de la comuna provincial ya vienen madurando la idea, están realizando los contactos con quienes deben acondicionar el terreno y confían que las gestiones que hará el alcalde con el Gobernador lleguen a un buen puerto y se plasmen en la ansiada reubicación.

Muchos consideran que esto es improbable, los mismos comerciantes ponen reparos porque consideran que no es una zona comercial en la que puedan tener mejores ventas, empero, cuando se trata de atractivos comerciales no existe lugar en el cual los clientes no sigan a los establecimientos conocidos.

Basta recordar lo que sucedió con los comerciantes del hoy mercado mayorista Dos de Mayo, son los comerciantes que fueron desalojados de los exteriores del mercado Progreso, ellos se resistieron a ser reubicados por la Municipalidad, consideraban que la zona era bastante lejana como para emprender una nueva vida comercial y debieron levantar sus puestos en ese lugar ante el desalojo por la fuerza que ordenó la Municipalidad.

Ahora han comprobado que la reubicación resultó mucho mejor, ya no venden sus mercaderías en la vía publica, ya no están expuestos a robos o la peligrosa tugurización que aumentaba el riesgo de una desgracia, ahora cuentan con un nuevo y productivo mercado que ha salido adelante en los últimos años.

Lo mismo ocurrió con el otro grupo de comerciantes que antes de ser desalojados decidieron trasladarse al sector conocido como La Perla, allí compraron terrenos a los agricultores y acondicionaron un mercado que a la fecha se ha convertido en uno de los enclaves de la venta de toda clase de productos de pan llevar en nuestra ciudad.

De allí que trasladarse al complejo Gran Chavin que está frente al mercado La Perla, no es una mala idea, los comerciantes deben promover que estas gestiones se cumplan en la medida que en La Cachina no trabajarán en mejores condiciones y estarán sometidos a la permanente fiscalización y las amenazas de cierre. La propuesta del alcalde y los funcionarios es una propuesta pertinente, esperemos que tenga el efecto esperado porque ha quedado en manos del Gobernador la respuesta para poder plasmar la reubicación de los comerciantes.