Editorial

Editorial: ::: UNA LABOR ENCOMIABLE :::

Hay entidades que prestan un servicio social con perfil bajo, despreocupándose por completo en difundir su actividad por los resultados en la medida que prima la atención de aquellas personas necesitadas, aquellas que no tienen como asumir una atención de salud.

Una de estas entidades es la Maternidad de María, el Centro de Obras Sociales de la Diócesis de Chimbote que brinda la prestación de servicios de salud a las personas de extrema pobreza y cuenta con 115 trabajadores entre profesionales, administrativos, técnicos de salud y personal de servicio.

La Maternidad de María fue fundada por los sacerdotes Julio Ross y Ramón Mori, de la Congregación Santiago Apóstol de la Diócesis de Pittsburgh, y junto a ellos trabajaron las religiosas Margarita Birchmeier y Liliana Bockheim, de la congregación de Hermanas Dominicas de Springfield. Ellos vieron la necesidad de disminuir la morbi mortalidad materno infantil, debido a la falta de atención a las madres gestantes.

Al comienzo se contó con una sala de parto y con dos obstetras religiosas, quienes atendían un promedio de 100 alumbramientos mensuales los primeros años de funcionamiento de la maternidad. Hoy esa cifra se ha triplicado.

Actualmente, la Maternidad de María no sólo brinda atención a gestantes, sino a la población de bajos recursos en otros servicios médicos, ya que el costo de sus consultas es cómodo en comparación a otras instituciones de salud.

Este centro médico ofrece los servicios de Obstetricia, Neonatología, Albergue de niños, Psicología, Farmacia, Psicoprofilaxis, Ginecología, Laboratorio, Hospitalización, Pediatría, Ecografías, Posta Médica, Terapias, Tópico, Planificación Natural, etc. Además, cuenta con el servicio de Ecografías 3D y 4D; los análisis son realizados por un personal de excelente capacidad profesional, con costos al alcance de los más necesitados.

El año pasado, siempre con el aporte de las Diócesis de Pitssburgh y de Chimbote, la maternidad de María amplió sus instalaciones y ha incorporado en ella una clínica con nuevos y modernos ambientes edificados en un primer y segundo piso, funcionan más de una docena de consultorios médicos y en diversas especialidades, además de un centro quirúrgico, servicio odontológico y laboratorio (próximo a implementarse). Los pacientes además se benefician de un ascensor y el excelente diseño arquitectónico, que estuvo a cargo de la organización Mato Grosso.

Hacemos este preámbulo para destacar la labor de una de las instituciones que hace labor social comunitaria en Chimbote y que acaba de alcanzar un record histórico dentro de las acciones de bien que lleva adelante, como es la atención del parto 100 mil que se registró la semana pasada.

El primer parto que atendió la maternidad de María fue el 10 de julio de 1966 y hasta el 20 de octubre último, después de 53 años de infatigable labor, registró el parto cien mil, lo que mereció hacer un alto para resaltar esta experiencia que llena de satisfacción a los padres y también a las obstetras que con esmero atienden y se reconfortan con poder contribuir al milagro de vida, el alumbramiento de un nuevo ser.

La paciente cien mil se identificó como Zumiko Naomi Luera Durand, una joven madre de 18 años que trae al mundo a su segundo hijo, quedando muy agradecida por la atención brindada, antes durante y después del parto, quedando este hecho como un acontecimiento para el registro de la Maternidad de María.

Es preciso por ello saludar al personal médico y asistencial de la maternidad de María por haber llegado a este record impresionante que, por su sola lectura, nos dice de un trabajo arduo y sacrificado a lo largo de estos más de 53 años que tiene de existencia uno de los centros de salud más respetables de nuestra ciudad.

La maternidad de María se caracteriza por atender partos naturales, cuando las gestantes que se realizan control en esta entidad presentan complicaciones o se advierte que su parto solo puede darse por cesárea son trasladadas a un centro hospitalario a efectos que se realice la intervención quirúrgica.

Felicidades para todo el personal de la Maternidad de María, que Dios bendiga el enorme esfuerzo que hacen por traer mas vida a la vida. Esperemos que nunca dejen de atender a nuestras madres chimbotanas y que lleguen al millón de alumbramientos.

PREVISIBLE LIBERACIÓN

Estaba desesperado por ganar la calle y lo consiguió. El ex mandamás del sindicato de construcción civil Víctor López Padilla fue liberado la semana antepasada luego que la justicia considerara que ha cumplido con la pena impuesta en la sentencia que lo condenó por el ataque perpetrado en la vivienda del ex consejero regional Ezequiel Nolasco Campos.

La información proporcionada por las autoridades judiciales señala que López Padilla egresó del penal antes que cumpliera los cuatro años de cárcel efectiva que se le impuso el 26 de julio del 2016, pues solicitó se le redima pena por estudios y trabajo realizados dentro del penal de Piedras Gordas en Lima como en Cambio Puente.

De esta manera, cuando se tenía previsto que cumpla su condena en julio del año próximo, López Padilla sorteó los barrotes penitenciarios y está en libertad a la espera que se definan otros juicios que tiene pendientes, uno por el crimen de Ezequiel Nolasco, en donde afronta una acusación de 8 años de pena efectiva y el caso La Centralita en donde también se le pide una pena de 11 años de prisión.

Estos juicios no concluyen a pesar que el ex dirigente sindical, quien puso su gremio a disposición del ex presidente César Álvarez Aguilar, ha cumplido poco más de tres años de cárcel, de allí que es la propia justicia la que no le otorga la celeridad necesaria como para que aquellos que han avasallado los recursos regionales en una componenda de corrupción reciban el castigo que se merecen.

De todas maneras, estamos ante una previsible liberación, no se puede soslayar que en una oportunidad el mismo López Padilla fue liberado por un error de la justicia al no consignar la condena que se le impuso, debiendo retornar al presidio luego que la prensa chimbotana advirtiera este grave error. Habrá que esperar que sucede en los otros dos juicios que se le siguen.