Editorial

Editorial: ::: ADIÓS EL CAUDILLISMO :::

Las dos ultimas semanas del mes de diciembre pasado, en el cierre del año 2019, se registró un hecho que no puede pasarse por alto en la política de nuestra ciudad en la medida que marca el final de uno de los movimientos que marcó una época en el gobierno local.

Nos referimos a la renuncia masiva de los militantes del movimiento “Río Santa Caudaloso”, sus actuales dirigentes en la zona costa como la sierra y sus mas reconocidos representantes en Ancash decidieron formar su propia agrupación y alejarse del movimiento con el que se identificaron por mas de 20 años como consecuencia del verticalismo y la conocida prepotencia de su líder Guzmán Aguirre Altamirano.

Así lo expusieron en su debida oportunidad y así lo ha ratificado la ultima semana quien era el secretario general del movimiento en la provincia del Santa, el regidor provincial Humberto Ortiz Soto, quien ya no ha ocultado nombres ni ha hablado de manera genérica al señalar que el causante de esta crisis ha sido el ex empresario pesquero y ex alcalde Guzmán Aguirre.

Aun cuando para muchos este desbande se veía venir desde hacía mucho antes y que el descrédito de la agrupación política por las condenas judiciales que han llevado a su entonces lideresa Victoria Espinoza y su dirigente Julio Cortez Rojas a la clandestinidad por hallarse como prófugos de la justicia, era evidente que se hacía necesario que alguien destape la olla ante que ella reviente por la presión.

Y ese no fue otro que Guzmán Aguirre, el fundador de este movimiento que se alejó de la política hace muchos años cuando siendo Alcalde adujo la existencia de una enfermedad permanente que no fue tal y promovió su propia vacancia, quien ha buscado la mejor manera de lavarse la cara, como se dice en el argot político, para sacudirse del escándalo que envuelve a su otra movimiento de vanguardia.

La gota que rebasó el vaso de la paciencia de la militancia fue una conferencia que Aguirre Altamirano realizó en nuestra ciudad con la finalidad de prender el ventilador y orientarlo hacia la dirigencia local, tratando se marcar distancia de los resultados de la gestión de los representantes del movimiento del cual formó parte y cuya gestión fue también sumamente cuestionada.

Lo cierto es que el otrora líder fundador ha pretendido mantener la vigencia del Movimiento Rio Santa Caudaloso pretendiendo señalar como corruptos a sus ex dirigentes que han sido condenados por los actos funcionales al frente del Municipio Provincial del Santa, intentando marcar distancia de esos nefatos resultados que han marcado la suerte de sus ex dirigentes.

Esta sola actitud marca una enorme diferencia no solo entre los actuales dirigentes y militantes renunciantes, sino que pone de manifiesto una absoluta deslealtad con quienes en su momento lo defendieron y los protegieron frente a los graves cuestionamientos que se dirigieron en su contra.

En efecto, aun cuando la ex alcaldesa Victoria Espinoza y su sucesor Julio Cortez Rojas han sido condenados por actos de corrupción al frente de la gestión municipal que emprendieron entre el 2010 y 2014, sus sucesores y militantes jamás pusieron en tela de juicio su desempeño y la propia decisión judicial.

Decidieron respetar el fallo aun cuando no ocultaron sus diferencias con el mismo en la medida que ellos siempre creyeron en la inocencia de sus militantes, jamás renegaron del hecho mismo que hayan caído en desgracia al extremo de tener que ocultarse para evitar que fueran confinados en el Penal de la ciudad.

Una actitud radicalmente diferente a la del fundador Guzmán Aguirre que no solo ha calificado como corruptos a aquellos sino que ha tildado de cómplices a los actuales dirigentes por el hecho de no haber expulsado a los sentenciados y no repudiar los antecedentes de aquellos.

Y esto lo ha confesado finalmente la semana pasada el regidor Humberto Ortiz al precisar que, en efecto, el motivo que ha dado lugar a que decidiera alejarse del movimiento y que hicieran lo mismo toda la dirigencia y la parte medular de la militancia es la prepotencia del fundador y su pretensión que expulsara a la ex alcaldesa del movimiento a como dé lugar.

La intención de imponerse por la virulencia verbal ha dado motivo a que ya no formen parte de Río Santa Caudaloso a pesar que se trata del movimiento que han cultivado y han trabajado con ahinco desde hace muchos años, a pesar que ha sido el vehículo que han empujado con esfuerzo en la política local y al que han seguido con cariño y lealtad durante décadas, empero, no se puede convenir con gente que no solo no tiene la mas mínima educación sino que pretende imponerse con insultos y agravios que solo dicen de su poca formación a todo nivel.

Sin embargo, esta clase de comportamientos y de actitudes hoscas y pendencieras no son una novedad, por el contrario, todo el mundo sabe como se desenvuelve el fundador de este movimiento en todos los escenarios, tanto así que siendo Victoria Espinoza la principal dirigente y tenía pretensiones de ser la candidata del movimiento en las últimas elecciones regionales, debió hacer frente a la prepotencia del fundador en el marco de una reunión pública realizada en Huaraz, ocasión en la que se ya se comenzaban a advertir las grietas que han llevado a este movimiento al ostracismo.

Y es que cualquier partido político o movimiento que se forme y consolide sin una base doctrinaria o un postulado político solo responde a un caudillismo que se pierde y se olvida con la figura misma de su líder y eso es lo que ha ocurrido en Rio Santa Caudaloso que ya pasó a la historia hace mucho tiempo.

La secuela judicial en los procesos penales que se siguieron y que aun se siguen contra la ex alcaldesa Victoria Espinoza y otros ex funcionarios de su gestión fueron solo el campanazo que se necesitaba para darse cuenta que la hora final de Río Santa Caudaloso ha llegado, las disputas internas registradas en las ultimas semanas son solo el derrotero de una agrupación que en determinado momento marcó una etapa de la política chimbotana en la cual hace rato que ya le dieron vuelta a la página. La denuncia masiva de la militancia se veía venir, cada quien buscará su propio camino y una vez mas le decimos adiós a un caudillismo que demuestra siempre su lado más débil en el paso de los años.