Jueces con venda en los ojos.
PROTESTA
La semana previa al fin del año 2019, los jueces y vocales de la Corte Superior del Santa, incluidos los fiscales de nuestra ciudad, realizaron una marcha por la arteria principal de la avenida Pardo, desde el palacio judicial hasta la plaza de armas, de ida y vuelta, lanzando gritos en reclamo de la homologación de haberes. La acción de protesta sorprendió en la medida que se había dicho que los magistrados no tiene mandato imperativo, por lo tanto, no pueden realizar huelgas ni manifestaciones públicas, por ello es que se acogen a lo que ellos denominan como “huelga blanca” para reclamar. Esta huelga blanca significa que se declaran en sesiones permanentes y, por lo tanto, dejan de atender sus despachos y las audiencias ya programadas. No se debe soslayar que esta protesta generó comentarios en la medida que nadie se imaginó ver a magistrados marchando como buenos sindicalistas y gritando “si no hay solución, la marcha continúa”. Ahora las cámaras se concentraron en la ciudad de Huaraz, en la sede de la Corte Superior de Ancash, en donde los magistrados encabezados por su presidente; Dwight García Lizárraga, se vendaron los ojos en la ceremonia de apertura del año judicial y de esta manera expresaron su protesta ante la indiferencia del Gobierno para implementar la homologación de haberes pues expresan que ellos deben percibir en función de porcentajes respecto a lo que ganan los magistrados supremos y esta máxima no se cumple. La protesta no ha pasado por alto, sin embargo, en los corrillos judiciales se comentaban si los jueces se vendaron los ojos porque quieren parecerse a la dama de la justicia que no ve pero debe impartir justicia con los que escucha y percibe. Veremos hasta donde les da esta protesta porque se inició en diciembre y no se ha interrumpido a pesar de las fiestas. Lo que opacó esta protesta fue el plantón que realizaron los trabajadores en el frontis del palacio de justicia de Huaraz en contra de la gestión de titular de esta sede judicial.
INJERTOS
El ultimo 31 de diciembre, a pocas horas de terminarse el año, en los predios de la Corte del Santa se afirmaba que estaba en curso una acción de garantías de Habeas Corpus contra el juez John Pillaca Valdez y la Fiscal de crimen organizado de Chimbote, Karina Bedón Cuba y que la accionante era nada menos que la detenida Fiscal de Huarmey Beatriz Gómez Carranza. La demanda guardaba relación con el plazo de prisión, se decía que el día 30 se había cumplido y por lo tanto, ya se había agotado. Sin embargo, se explicó que el juez había dictado 15 días de mandato preliminar de detención, lo que quiere decir que desde el 20 de diciembre ese plazo se agotaba todavía cuando terminaba la primera semana de enero. El argumento de la Fiscal detenida señalaba que la norma que regula los delitos de crimen organizado establecen que el plazo de una detención preliminar (es decir aquella que antecede a la solicitud de prisión preventiva) solo puede ser de 10 días, sin embargo, el Juez ya había dictaminado los 15 días y no había forma de establecer a priori una detención arbitraria. Lo cierto es que ya la Fiscal Karina Bedón ha solicitado 36 meses de prisión para todos los involucrados, incluidos los dos Fiscales de Huarmey y ese pedido se verá en estos días en audiencia pública.
KIKE
Ese mismo día, al promediar las 4.00 de la tarde, cuando ya todo el mundo comenzaba a replegarse para el festejo de medianoche y recibir el nuevo año, se pudo conocer que el Jefe del serenazgo de Nuevo Chimbote, el Comandante ® de la Policía Nacional, Enrique Larraín Sobrino, había dimitido en los predios ediles y había firmado contrato con la presidencia de la Corte Superior del Santa para hacerse cargo este año de la seguridad en la dependencia jurisdiccional. En realidad, el correcto funcionario se lo tenía bien guardadito, sorprendió a propios y extraños que se alejara del cargo en el Municipio sureño, sin embargo, todas las apuestas se echaron a perder porque ya entrada la tarde se había confirmado que se iba a la Corte y que en su remplazo llegaría otro ex comandante de la Policía Carlos Morales. Lo que llama la atención que en el municipio sureño no hicieron esfuerzo alguno por retenerlo y no sabemos si ello es un índice de disconformidad en su cargo. Por lo que se sabe su labor no tuvo cuestionamientos sino hasta un incidente respecto a la presencia de cómicos ambulantes en la Plaza Mayor, del cual quiso sacudirse echando lodo a otros y eso no cayó bien en la gestión. Suerte en su futura función a Kike Larraín.