Editorial

Editorial: ::: RESPETOS GUARDAN RESPETOS :::

Poco antes que termine el 2019 una noticia conmovió a muchos sectores de la colectividad que advierten que el abuso y el exceso de poder no tiene barreras y se presenta así sea que tenga que hacer daño a gente buena, honesta y reflexiva.

Las noticias de diversos medios de comunicación dieron a conocer que la Universidad Uladech Católica, la misma que se encuentra en fusión por la incapacidad de sus autoridades para lograr su licenciamiento ante la SUNEDU, había cursado una carta de aviso de pre despido a su capellán, el conocido sacerdote de nuestra localidad Giovanni Sabogal Osorio.

Las razones se sustentan en una supuesta injuria grave en la que habría incurrido el Capellán en contra del rector Julio Domínguez Granda, empero, incumpliendo lo que establece la ley, no se precisa cual es la falta grave de manera especifica contra el mentado rector.

El documento, que no está firmado por el rector sino por la jefa de la división de personal Yhany Pichén León, le otorgó un plazo de 6 días para que el capellán haga su descargo respecto a su intervención junto a un grupo de alumnos en una marcha de protesta realizada en el frontis de Rectorado.

Justamente, esa parece ser “la madre del cordero” y las razones de la hepática reacción por parte de los mandamases de la Universidad que no aceptan que nadie diga o piense diferente a los que ellos creen o consideran que es lo mejor para la Universidad.

Una suerte de abuso y verticalismo que no tiene precedente en la vida universitaria de la ciudad pero que se pone de manifiesto a través de esta clase de medidas que solo responden al deseo o capricho de quien gobierna, como en los modelos de autocracia que buscan ser desterrados de todos los confines del planeta.

El padre Giovanni ha señalado que, preocupado por la suerte que corría la Universidad, estimó por conveniente acompañar a los estudiantes en la protesta pública que realizaron por el inminente cierre de la casa universitaria por parte de la SUNDEU, tal como lo hicieron cientos de estudiantes y trabajadores de esta casa de estudios.

Aun cuando el padre Giovanni es un conocido sacerdote que representa a la diócesis y es el rector del Seminario de Chimbote, tiene su centro de labores en la universidad en donde desempeña el cargo de capellán que ostentan muchas instituciones de la localidad y cuya función es eminentemente religiosa.

Cierto es que la protesta de los estudiantes se desbordó, los jóvenes no solo estaban desconcertados frente a las noticias que se recibían respecto a la Universidad sino por el futuro que les deparaba el hecho que de pronto podrían quedarse sin su alma mater y perderían los estudios que han realizado.

De allí que la protesta contra la SUNEDU se transformó en una protesta contra las malas autoridades de la universidad que no fueron capaces de poder emprender un proceso de licenciamiento efectivo, como lo tiene, por ejemplo la Universidad del Santa.

Sin embargo, el hecho que las masas manifiesten su posición no quiere decir que incurran en un agravio contra las personas, los estudiantes y trabajadores tienen todo el derecho de protestar frente a la situación de crisis de la Universidad y nadie tiene porque molestarse por ello, menos aún las autoridades que deberían tener capacidad de autocrítica y disculparse ante su estudiantado por el derrotero que tiene en este momento la Universidad.

Inclusive, los estudiantes reclaman porque no les informan absolutamente nada de la mentada fusión con una Universidad de Trujillo y ese es su derecho, para eso han pagado hasta la fecha importantes sumas de dinero en busca de una profesionalización que ahora está en riesgo, y, por ello nadie tiene que molestarse.

Esto es más reprochable cuando se toma una medida de este calibre contra el padre Giovanni Daniel Sabogal Osorio que es un querido y muy apreciado sacerdote dentro de la comunidad universitaria y las medidas en su contra, que podría dejarlo al margen de la Universidad, ha generado una reacción de rechazo en el alumnado.

Es lamentable que, después de todo lo que ha ocurrido con la ULADECH, después del fracaso en el licenciamiento y cuando deberían son las autoridades las llamadas a dar justificaciones por este derrotero, salgan con esta clase de muestras de caudillismo feudal que ya no tiene sitio ni espacio en estos tiempos. Esperemos que la Universidad se rectifique porque en un país democrático no caben las medidas verticales y dictatoriales como la que ha emanado del rectorado de la Universidad. Hay que ser más tolerantes ante el reclamo estudiantil y laboral.

PODEROSO CABALLERO

Hace un tiempo alguien nos dijo “Tu Región está sentada sobre un banco de dinero y parece que no saben cómo utilizarlo”.

Eran los tiempos del “boom del canon minero”, cuando las primeras remesas tributarias de la empresa minera Antamina establecían que los gobiernos regionales y municipales serian beneficiados con millones de soles y solo con parte de un tributo que debería entregarse de manera integra a los pueblos de Ancash.

Y la verdad es que no le faltaba razón, los informes del Ministerio de Economía señalaban que Ancash contaba con las cifras más elevadas por ingresos de canon minero, incluso, muchos deben recordar el crak que estuvo a punto de provocar César Álvarez Aguilar a la economía nacional cuando decidió hacer una acción cambiaria de millones de dólares en el mercado financiero.

Hace solo unos días se informa que el año que pasó Ancash registra las mayores cifras de ingresos por Canon, las cuales alcanzan los 1,324 millones de soles que representa el 28.6% del total que las regiones de todos el país reciben. Por entonces como ahora la pregunta que se cae madura es ¿y donde están todos esos millones que se han percibido hasta el momento.

La pregunta es pertinente porque en nuestra región no se reflejan el egreso de esos montos, basta ver como el proyecto Chinecas no avanza un solo metro, que el puerto de Chimbote no ha merecido ni un peso para su modernización, que no tenemos vía de evitamiento y que los megaproyectos de saneamiento siguen siendo solo buenas y plausibles promesas. Al parecer ya no estamos entados en un banco de dinero sino que estamos echados sobre un colchón de dinero y no despertamos para ejecutarlo.