Editorial

Editorial: ::: HAY QUE TOMAR PRECAUCIONES :::

La Organización Mundial de la Salud, que es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención en salud a nivel mundial, ha decretado la semana pasada una emergencia internacional ante el avance de un nuevo virus que está matando a la población y que comienza a adquirir ribetes de pandemia en la China.

Se trata del mentado “coronavirus”, un mal que se traduce en forma de una fuerte neumonía que ataca lo principales órganos de las personas contagiadas y que destruye sus defensas para llevarlos hasta la muerte.

Esto ocurre en la medida que hasta el momento la ciencia médica no ha encontrado la manera de hacerle frente, los antibióticos que se utilizan para frenar estos males respiratorios son resistentes a esta nueva mutación del virus que, todo indica, forman parte de las familias de los virus que han generado emergencias mundiales en los últimos tiempos.

Y es que este problema generado por el “coronavirus” tiene que ser abordado con seriedad y prontitud por las autoridades de todas las ciudades, provincias y regiones del mundo, sin que ello signifique que se va a generar una alarma frente a la población.

Hasta el momento hay más de 10 mil contagiados en China, de los cuales han fallecido 200 personas. En Wuhan que es la ciudad en donde apareció este virus, hay una cuarentena general en la medida que se ha detectado que este virus ha salido a otros países del mundo a través de los viajes que han  realizado personas que estuvieron en esta ciudad y que han sido portadoras de este virus porque, a diferencias de otros, tiene la particularidad de trasmitirse vía contagio de persona a persona.

En realidad, muchos deben recordar que esta clase de brotes epidémicos se han repetido en últimos años y han resultado mutaciones de los virus que se transmiten de los animales y que por sus características propias van asumiendo otras modalidades.

Así por ejemplo, muchos deben recordar que a la típica influenza se fueron reconociendo otros males similares, como la gripe aviar, la denominada gripe porcina o la AH1N1 que en determinado momento generaron emergencias similares a las que ahora se presentan con el coronaviurus.

En varios países se comenzaron a tomar medidas para evitar el contagio de estos males, inclusive, se pudo establecer que algunos de ellos, como la gripe AH1N1, afectaba directamente a los cuadros clínicos, como los hipertensos, cardiacos, los pacientes mórbidos, a los cuales podría generar la muerte, de tal suerte que los otros segmentos pudieron contagiarse y jamás lo supieron porque pasaba como una gripe común.

De allí que se ha establecido que la primera herramienta para evitar la propagación de esta enfermedad está en el cierre de fronteras para los presuntos contagiados, es decir, las personas que salen de China y que estuvieron en este país, deben ser controladas y auscultadas, aquellas personas que llegan a nuestro país deben ser revisadas y, en tal sentido, Chimbote cobra un papel preponderante en la medida que es un puerto en el cual convergen buques de bandera China o de otros países con tripulantes asiáticos que deben ser revisados antes de bajar a tierra.

Esta es la recomendación que se ha proporcionado el pasado fin de semana en el hospital regional, en donde el director y la responsable del área epidemiológica, señalaron que se encuentran en condiciones de reconocer los síntomas de este mal, empero, no está en condiciones de atender cuadros masivos si ellos se pudieran presentar, empero, en esos casos el Ministerio de Salud atendería un escenario como ese.

Lo importante es que las autoridades del mencionado nosocomio y de otros, como el gerente departamental de ESSALUD, han reconocido que en su condición de puerto pesquero, Chimbote debe tomar sus precauciones por el tráfico marítimo que es una puerta abierta a un posible ingreso de la enfermedad.

No podemos olvidar que nuestra ciudad ha sido centro de contagio cuando apareció el mal del cólera, una enfermedad que no tenía antecedentes en esta parte del continente, pero que de pronto comenzó a atacar a decenas y cientos de personas y llegó a provocar hasta 35 muertes allá por el año 1991.

Por entonces se dijo que era posible que la enfermedad haya ingresado por el tráfico marítimo y haya encontrado en nuestra ciudad las condiciones necesarias para establecerse, como la falta de limpieza e higiene y los malos hábitos alimenticios de la gente hasta entonces.

Muchos deben recordar que hasta Chimbote llegaron hospitales de campaña y muchas personas que asistieron a los afectados y que establecieron las pautas de hacer frente a este mal hasta que se pudo erradicarlo totalmente, siendo una de las armas a las cuales apelaron, las reglas de higiene personal y, sobretodo, alimenticia.

Fue esta nefasta etapa en la vida de Chimbote que permitió entronizar en la población la mejor herramienta para hacer frente a toda clase de males, como es el lavado permanente de las manos, especialmente cuando se toman alimentos, cuando se hace uso de los servicios higiénicos y cuando se llega a casa de otro lugar.

De allí que es imperativo que desde hoy mismo las autoridades locales acusen recibo de las sugerencias de los médicos y organicen las cuadrillas que estarán alertas a la llegada de los buques con tripulaciones asiáticas, para esto la capitanía debe tomar parte en estas comitivas que deberán revisar a todas las personas que resulten potenciales portadoras de este mal que está matando a mucha gente.

Hay que tener en cuenta que hasta en tanto los médicos no encuentren las formulas apropiadas para hacer frente a este mal, se deben tomar todas las medidas de precaución a efectos de evitar un contagio, en estos casos hay que tomar precauciones, no se puede pestañear cuando nos hallamos ante emergencias mundiales que solo se activan cuando se advierte que este nuevo virus no puede ser controlado en los países más avanzados y se teme que cause estragos en aquellos que no están en condiciones de hacerle frente. Después de todo lo que hemos visto y escuchado en estos días, las autoridades locales deben actuar sin pérdida de tiempo.