PLANTADA
La directora de la UGEL Santa. María Inés Valverde Cueva no está dispuesta a pagar los platos rotos frente al escándalo que se ha registrado en la entidad que dirige con respecto al pago ilegal de incentivos, mas aun ahora que se ha conocido que ya la Procuraduría Regional, atendiendo el mandato del Consejo Regional de Áncash, ha dispuesto denunciar A LOS QUE RESULTEN RESPONSABLES del saqueo de las cuentas de esta entidad bajo el ropaje de un “plush” (como lo denominaron) que han cobrado desde hace años. Por ello es que la directora ha dirigido un memorando al tesorero (otro que se la lleva en grande) advirtiéndole que, bajo responsabilidad penal, no disponga pago alguno de los incentivos en la medida que han sido observados por Contraloría y existe una denuncia penal em ciernes. La directora no es tonta, sabe que el mismísimo Tesorero cobra este incentivo ilegal y no permitirá que, después que se ha desatado el escándalo, se sigan pagando rubros que no están autorizados por la ley, peor aun cuando este pago se convirtió en un factor de discordia en la medida que solo ha beneficiado a las vacas sagradas de la UGEL Santa. Este beneficio solo ha servido para engrosar los bolsillos de 61 trabajadores estables, ningún otro trabajador de ningún otro régimen ha recibido este pago que oscila entre 4 mil y 4 mil quinientos soles mensuales, virtualmente han cobrado un sueldo más.
PLANTON
Pero como hay quienes les cortan la cara y no les sale sangre, a pesar que ya se ha desatado el escándalo y el Procurador ha derivado la denuncia al Ministerio Público, los servidores estables pretenden que les sigan pagando el bendito “plush” y ayer lunes en la sede de la UGEL Santa decidieron hacer un plantón exigiendo que se hagan las planillas con el mentado incentivo y ante la cerrada negativa de la Directora a autorizar este pago. Quiere decir que ni siquiera las denuncias penales detienen la ambición de estos trabajadores estables que pretenden a toda costa que la entidad siga en la ilegalidad a pesar que ha sido declarada categóricamente por la Contraloría General de la República. Cerraron sus ventanillas y sus puertas y se negaron a atender al público la mañana de ayer, de allí que será preciso que el Ministerio Público diligencie la investigación y los comprenda en la pesquisa preliminar para los efectos de establecer su grado de responsabilidad, y, posteriormente, se determine si existen elementos suficientes para disponer una prisión preventiva. A decir de quienes conocen el tema, la autosuficiencia que muestran estos trabajadores es preocupante, pues la Fiscalía tendrá que calificar estos hechos como organización criminal y en esos casos Cambio Puente comienza a reservar celdas para los implicados. Huuummmm
PIOLA
Pero lo extraño es que cuando se habla de desfalcos o pagos ilegales se tiene que advertir la responsabilidad no solo de quienes los hicieron sino también de quienes los permitieron. En este sentido, no es posible que el órgano de control institucional de la UGEL Santa no haya establecido a lo largo de 18 años que existía un pago ilegal en las planillas de la entidad. La contraloría ha reconocido que se viene aplicando este incentivo ilegal desde el año 2001 y entonces la pregunta que se cae de madura es ¿Qué hizo el OCI de la Ugel Santa? ¿Cómo es posible que en todos estos años no haya formulado un solo reparo al respecto? Este hecho nos hace recordar a la época de la red de corrupción en Áncash, cuando el ex presidente regional es capturado y enviado a Piedras Gordas y las autoridades comienzan a pedir cuentas y voltean las miradas en el entonces Contralor Fuad Koury para preguntarle cómo era posible que se haya promovido una red de corrupción y su organismo no haya visto nada. Las auditorías seguían detectando las miserias que se dejaron en los archivos de la Región Áncash entre los años 2007 y 2014 mientras que el Contralor de entonces argumentaba que ellos estaban impedidos de investigar porque cuando lo hacían “eran amenazados”. ¡Que tal costra! la del ex contralor, no se acuerda que los medios de comunicación denunciábamos la corrupción de la gestión de Álvarez, éramos objeto de persecución, insultos, agresiones y amenazas, mientras que él la pasaba bien y no decía nada, pero cuando las papas comenzaron a quemar sacaron cuerpo. Esperemos que no pase lo mismo en la UGEL en donde la actual Jefa de la OCI debe ser la primera en la lista de los investigados.