El Ministro de Educación. Martín Benavides Abanto visitó nuestra ciudad anteayer Martes por encargo del despacho presidencial y como agente del ejecutivo encargado de verificar las condiciones de colegios y hospitales ante la emergencia mundial que existe por la expansión del coronavirus.
En nuestra ciudad y tras el recorrido que realizó hasta en cuatro centros educativos estatales y los dos nosocomios del sector público, el ministro confió a la prensa sus impresiones y respondió que no existen las suficientes alertas como suspender o postergar el inicio de la clases escolares.
Inclusive, el titular del portafolio de educación hizo mención al informe del ministerio de salud en el sentido que “el virus se encuentra en una fase inicial”, por lo que estaba plenamente convencido que no existían razones de peso para postergar el inicio del año escolar en los centros educativos del estado.
Y es que justamente, esta es la preocupación de todos, y, fue el Sindicato de docentes de todo el país, SUTEP, el que había lanzado la alerta el último domingo al señalar que es preocupante que ante la aparición del coronavirus en el país y aun cuando solo existan hasta el momento una mínima cantidad de personas que padecen este mal, consideraban que se debería suspender el inicio del año escolar a efectos de impedir el contacto de cientos y miles de niños.
Lo curioso es que a pesar que el Gobierno atendía de manera meticulosa al primer contagiado con este peligroso mal, se advertía que aún existía un país con pocos casos confirmados y pasibles de ser controlados, por ello es que el Ministro de Educación señalaba anteanoche que no había razón para suspender las clases.
Sn embargo, en el Consejo de Ministros realizado ayer en Palacio de Gobierno, el gabinete no era del mismo parecer y la mayoría de ministros consideraba la necesidad de suspender e inicio del año escolar, razón por la cual sancionó un acuerdo postergando el retorno de los escolares para el 30 de este mismo mes de marzo.
Extraña contradicción en el seno del gobierno, mientras que los ministros que recorrieron las principales ciudades no advertían la necesidad de tomar un acuerdo de estas características que frene las expectativas de los estudiantes para comenzar una nueva jornada anual que enriquezca sus conocimientos, en Palacio de Gobierno existía otras intenciones, como la suspensión de las clases escolares.
Lo más grave es que el acuerdo del consejo de ministros ha metido en el mismo saco a los colegios particulares, y ha dispuesto que esta suspensión alcance a toda la comunidad escolar del país, a pesar que estos centros educativos ya llevan dos semanas dictando clases y no existe una sola emergencia en ellos.
¿Porque detener la marcha de los colegios cuando en ellos no existe inconveniente alguno, ni siquiera en lo que corresponde al necesario lavado de manos como mecanismo de protecciónÂÂ para los escolares? ¿Por qué imponer una medida que, a todas luces resulta jalada de los cabellos?.
Y es que la demanda de los promotores de esta suspensión de las actividades escolares solo se relacionaba con las clases de los colegios del sector público en la medida que en la mayoría de ellos no existen las condiciones como para el permanente lavado de las manos como mecanismo de decirle adiós a la amenaza del coronavirus.
Y esto es evidente, no hay que ser miembro de la comunicad educativa, basta echar una mirada a los archivos de los medios de comunicación para encontrarnos con quejas y demandas de los docentes y directores por las deplorables condiciones en las que se encuentran los centros educativos, muchos de ellos virtualmente declarados inhabitables peri que tienen que seguir trabajando en esas condiciones-.
De allí que la diferencia que se había deslizado es la suspensión de las clases en aquellos colegios en donde no existan las condiciones como para poner en marcha las medidas de prevención señaladas por las autoridades del sector salud.
Y en este orden de ideas, hay que tener en cuenta que en nuestra provincia, como seguramente, en todo el país, existen colegios del sector público que han sido reconstruidos y estan virtualmente nuevos, como el “Augusto Salazar Bondy” que ha visitado el ministro de educación anteayer martes, por lo que resulta contraproducente que en estos colegios se haya suspendido el inicio del año escolar.
La “cuarenta escolar” que ha decretado el Presidente y sus ministros es una medida que se impone cuando existen alertas epidemiológicas que lo justifiquen, en otros países se ha impuesto cuando se advirtió que el mal se había desatado y no existía manera de contenerlo, dejando su saldo de muertes y miles de infectados.
Empero, en la provincia de santa no existe un solo caso, de allí que basta con implementar medidas complementarias para decidir por la continuidad de las clases escolares, como el impedimento del ingreso de estudiantes que se encuentren con síntomas de gripe o resfrío o la implementaciónÂÂ obligatoria de las normas de prevención que ya se conocen.
La pregunta que nos invade ahora que se ha decretado la suspensión de las clases es colares es ¿Qué pasará cuando después de los 15 días que se ha postergado el inicio del año escolar, y los estudiantes regresan a las aulas, en ese momento se presenta uno o varios casos entre los estudiantes? Se tendrán que volver a disponer la suspensión de las actividades lectivas con el enorme perjuicio que ello representa.
No hay que ser testarudos para no ver la realidad que se vive en el mundo, pero el coronavirus es un mal que está golpeando seriamente a países del otro lado del mundo, siendo Italìa, después de China, el país que ha visto espantado como se extiende esteÂÂ mal y ha apelado a las cuarentenas para detener el avance de la enfermedad.
Nadie puede negar la amenaza mundial que representa este mal, empero, la emergencia aún no se registra en Chimbote y la provincia del santa, el Gobierno pudo esperar si se presenta un caso en los colegios porque finalmente no lo puede haber, de allí que nos parece un apresurado acuerdo del gabinete ministerial, una suspensión que a la larga resulte más perjudicial para los estudiantes de todo el país. Realmente quisiéramos estar equivocados.