Desde el pasado domingo 15 de marzo, cuando se inicia el régimen de aislamiento total en el país con la finalidad de frenar el contagio del coronavirus, se explicó a la nación que el objetivo de esta radical decisión era promover un cuadro en el que el ascenso del numero de los contagiados llegue a un pico y comience a bajar.
Es lo que los especialistas denominan “la meseta” para describir a esa mesa que se genera en lo mas alto de una cadena ascendente y desde la cual, al no tener mas avance hacia arriba, comienza a descender, eliminando el riesgo de un contagio masivo, como ha ocurrido por ejemplo en otros países del mundo.
Y es que, si nos ponemos a analizar las cifras u estadísticas que nos llegan, por ejemplo, de Italia, España y ahora desde los Estados Unidos, es realmente preocupante lo que se vive en países más avanzados y mucho más fuertes económicamente, empero, ello solo puede ser consecuencia de la renuencia a tomar medidas drásticas para impedir el contagio, como la cuarentena general.
China, el país en donde se generó la emergencia y donde se cultivó la nueva cepa del virus, adoptó estas medidas hace ya dos meses atrás y se puede dar la libertad de manifestar que ha controlado el mal, pues el numero de contagiados y de fallecidos comenzó a descender como lo señalan las tesis de “la meseta”.
Y es que desde que se inició la emergencia sanitaria en el país, desde que el viernes 06 de este mes de marzo el presidente de la república dio a conocer el registro del primer caso de esta enfermedad, con la verificación del contagio en el paciente conocido como “caso cero”, un piloto de una aerolínea nacional que trajo el virus desde Europa, hay mucha agua que ha pasado bajo el puente.
El gobierno fue adoptando nuevas medidas, primero el distanciamiento social, la suspensión de clases escolares y universitarias, la prohibición de eventos públicos, el cierres de cines, discotecas y salones de bailes, hasta la cuarentena general que presidió al toque de queda entre las 8.00 de la noche hasta las 5.00 de la mañana.
Desde entonces se ha venido monitoreando las cifras que ha revelado el Ministerio de Salud en el nivel de contagios, los cuales muestran solo una parte de la realidad en la medida que nuestro sistema de salud no puede realizar las pruebas a todos los que experimentan algún síntoma de una influenza por la falta de pruebas rápidas.
La mañana de ayer, en conferencia de prensa, el presidente de la república ha revelado que el numero de contagiados se ha elevado a 416 pacientes, de los cuales 23 se encuentran hospitalizados, 14 de ellos se encuentran en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y de ellos 9 se encuentran con ventilación asistida, es decir, que son los que presentan cuadros más graves.
El día más crítico desde el lunes 16, que se inició el aislamiento social, fue el pasado jueves 19, cuando las cifras se elevaron de 145 que existía el día anterior a 234, lo que quiere que en un solo día se registraron nada menos que 89 personas infectadas. Fue ese el día aciago en que se registraron tres muertes consecutivas, aun cuando a la fecha la cifra de fallecidos ya se encuentra en 7.
Sin embargo, desde entonces las cifras se muestran mas manejables, se ha advertido un descenso en el numero de contagiados a pesar que el gobierno, por intermedio de la Policía y las Fuerzas Armadas, hace frente estoicamente a la grave irresponsabilidad de miles de ciudadanos que no toman conciencia de este grave problema sanitario y violan la cuarentena total para salir a las calles expandiendo el virus.
Veamos las cifras de los últimos días: del sábado 21 (318) al domingo 22 (363) se observa un incremento de 45 contagiados. Del domingo 22 al lunes 23 (395) el incremento suma 32 infectados y del lunes 23 al martes 24 (416) las cifras se elevaron en 21 nuevos pacientes confirmados.
Como se observa el número de contagiados ha disminuido ostensiblemente, se pone en evidencia un buen trabajo de las autoridades del sector salud y del régimen de restricciones establecidos por el gobierno, aun cuando la masificación de pruebas que se debe establecer desde la próxima semana puedan incrementar estas cifras, sin embargo, la cadena de descenso se hace evidente.
De allí que habría de preguntarnos si hemos llegado a esa meseta que nos explicaron los entendidos cuando se inició esta emergencia, si es que el reclutamiento de la población y la paralización del sistema productivo del país ha dado resultados y comienza a hacer descender las cifras.
Es prematuro responder esta interrogante, empero, es evidente que lo que se advierte dista mucho de lo que ocurre en otros países y señala que el esfuerzo y sacrificio que hicimos miles de familias al respetar las disposiciones gubernamentales viene dando resultados. Esperemos que esta línea descendiente se mantenga y que la próxima semana se puedan retomar muchas actividades y no se tenga que ampliar la cuarentena general. Por lo menos somos muchos los que no podríamos mantenerla y el gobierno tendría que adoptar nuevas medidas de asistencia social.