Editorial

EDITORIAL: ::: DRASTICO, PERO PREVISIBLE :::

Se dio lo que se daba. Con esta frase que parafraseaba a aquella conocida frase coloquial “se acabó lo que se daba”, el extinto periodista uruguayo Emilio Laferrandiere, “El Veco”, solía describir lo que ya se presumía del desarrollo y el resultado de un encuentro futbolístico, adelantaba algo que ya se hacía evidente.

Justamente, ayer en el plano político, el presidente de la república Martin Vizcarra Cornejo, anunció al país algo que ya todos sospechaban y daban por hecho, la ampliación del régimen de emergencia nacional y la cuarentena obligatoria a la que estamos sometidos todos los peruanos como medida de prevención ante la amenaza del coronavirus.

El Jefe de Estado fue claro y directo al señalar que todos los entendidos y las autoridades de todo el país habían sugerido esta extensión del aislamiento obligatorio con la finalidad de mantener esta curva de las estadísticas que indican que hasta el momento el país viene controlando adecuadamente el curso de contagiados.

Precisamente, inició su alocución señalando que en las últimas 24 horas el país ha incrementado a 580 la cifra de contagiados con el coronavirus, es decir, que han aumentado en 100 el número de infectados en un día, algo que a muchos nos preocupaba pero que, a decir del primer mandatario, se encuentra dentro del margen del 6% que se había establecido en el manejo de esta enfermedad.

Y si se analiza detenidamente el cuadro de contagiados y fallecidos que ha registrado el país desde que se inició la emergencia, hay que consentir que guardan mucha diferencia con otros países que se encuentran asolados por el virus, por el contrario, concilian con otros que de manera prematura, como el Perú, tomaron medidas restrictivas para evitar el tráfico o concentración de personas.

Lamentablemente, la presencia masiva de personas de personas en las calles, violando la orden de aislamiento obligatorio, ha permitido que el virus se siga expandiendo más allá de lo previsto, razón por la cual hemos llegado a este punto que, después de quince días, resulta necesario mantener la cuarentena para garantizar que no se desate un brote epidémico en los niveles registrados en otros países y que, en el nuestro será difícil de controlar.

Por ello es que el presidente ha dado a conocer la ampliación de este régimen, pero no lo ha hecho “manu militari” o dejando a su suerte a la mayoría de la población, a los sectores que no solo no han sido beneficiados con el subsidio entregado esta semana, sino con todos aquellos que sin estar en extrema pobreza ya no podrán soportar una paralización laboral de 15 días más.

Nos estamos refiriendo a la clase trabajadora, a las micro y pequeñas empresas que no han podido operar estas dos semanas, a los trabajadores independientes que viven del día día, por ello es que se han dictado normas extraordinarias para que los alivie a mantener esta nueva medida de restricciones.

A la par ha convocado a los Municipios para que resulten las palancas idóneas en la distribución de miles de toneladas de alimentos básicos y esenciales de la canasta familiar para lo cual extenderá partidas de 1,200 millones de soles a efectos que adquieran y distribuyan estas bolsas de alimentos a los sectores más necesitados.

Sin embargo, estas medidas no tendrán un impacto suficiente si es que el gobierno no presiona a los operadores de servicios básicos para que posterguen el pago de los servicios pendientes, no solo por el hecho que el aislamiento no les permite salir a cancelar nada, sino que la carencia de trabajo y de ingresos no los coloca en una situación de buenos pagadores en este momento.

De allí que no solo se deben suspender los pagos y los cortes de servicios, sino que se deben proponer mas plazos de pago luego que termine la emergencia en la medida que todos tenemos que recuperar la posición económica de antaño.

Igualmente, la asociación de bancos que han apoyado al Gobierno en el pago de este subsidio y que han aportado para la emergencia, deben considerar los vencimientos de los pagos, especialmente de las tarjetas de crédito que suelen vencer a partir del 05 de abril y que se hace necesario postergar a efectos de no perjudicial la línea crediticia de los usuarios.

Estas ya no son medidas posibles sino necesarias e indispensables ahora que el país se apresta a enfrentar un nuevo régimen de aislamiento que será drástico pero previsible, no existía otra salida pero nada de esto funcionará si es que los peruanos en general, especialmente los irresponsables que no asumieron con seriedad y honestidad esta primera etapa de restricciones, entiendan que lo mejor es quedarse en casa, que la única manera de derrotar a este virus es manteniendo el aislamiento y las medidas higiénicas de prevención, protegiéndonos y, especialmente, protegiendo a nuestros abuelos, a las personas de la tercera y todos aquellos que forman parte del grupo vulnerable. Solo así saldremos de este hoyo.