En el artículo del pasado jueves les describí largamente las características que debe reunir un respirador, así como las del N95 que es el apropiado y certificado para esta pandemia, y con qué tejidos podría confeccionarse un respirador casero, que sin llegar a tener el poder filtrante de uno certificado nos ayudará al menos a ir tapados. También les explicaba las características de la filtración en profundidad y el porqué de su utilización, así como la mayor pérdida de carga en un buen respirador, o lo que es lo mismo, la mayor dificultad en la entrada de aire, y por lo tanto respirar, debido a las numerosas capas filtrantes existentes en su interior. Por todo ello, recordaba la no recomendación de utilización de respiradores con alto poder de filtración en personas aquejadas de algún problema respiratorio. En este caso deberán probar si lo toleran o no. Finalmente repetir que los respiradores utilizados contra agentes biológicos (virus, bacterias, levaduras, hongos etc) deberán ser sin válvula de exhalación, para evitar la posible transmisión del contaminante a través de ella. Esa válvula sólo sirve de confort, para proporcionar una menor concentración de dióxido de nitrógeno y una mayor sensación de calor en la zona protegida. Tampoco se recomienda la utilización de respiradores con filtros recambiables, por tener válvulas de inhalación debajo de los filtros, y de exhalación en la parte frontal. Esos respiradores (de filtros recambiables) son adecuados para partículas, gases y vapores, pero inadecuados ante contaminantes biológicos.
La información sobre la mascarilla quirúrgica es mucho más limitada, al tratarse de un útil no certificado, a no ser que denominemos como tal a una N95, que sí lo está, caso en el que estaríamos aplicando un apelativo de “quirúrgico” a un respirador que tiene una utilización mucho más amplia que la simplemente relacionada con la cirugía. La mascarilla quirúrgica tiene un poder de prevención mucho más limitado que una N95, pues su utilización se circunscribe a proteger al paciente del profesional que la lleva (normalmente en quirófanos esterilizados) y éste a su vez de las posibles salpicaduras de fluidos que pudieran saltarle. Pueden ser de forma rectangular o cóncavas y confeccionadas normalmente con celulosa. Carecen de capas filtrantes y también del correcto ajuste facial.
Los ventiladores suelen ser la última esperanza para la mayoría de pacientes gravemente afectados por el Coronavirus, convirtiéndose en un auténtico dilema para el profesional que tiene que decidir, ante su escasez, a quién se le aplica y a quién no. Durísimo el trance por el que tienen que pasar los médicos de UCI. Además de la escasez, la especulación, hermana de la avaricia y la corrupción, se enseñorean con el mayor de los desparpajos y sinvergüencería, como es el caso de los ventiladores vendidos al Minsa por Trademédic SAC, que llegó a anular un pedido anterior para Tacna y servírselos al nuevo solicitante, triplicando su precio normal. O el caso de los primeros 31 ventiladores recibidos, de los 501 comprados a la empresa china IQ Médical Services por el Minsa, que llegaron a Lima el pasado día 7, y que ya están de regreso a su lugar de procedencia por no reunir los requisitos necesarios para su utilización. Al parecer los aparatos no ofrecían la presión respiratoria requerida. En este caso la factura de 1,255,500 $ no se ha abonado pues previsoramente había que verificar las prestaciones pactadas, aunque el daño causado es elevado, al ser numerosos los pacientes que los necesitaban con urgencia. Este martes pasado han llegado otros veinte ventiladores de la misma casa fabricante y los ingenieros del Minsa están determinando si reúnen las características adecuadas para su utilización. Mientras tanto aquí son denodados los esfuerzos de diversas universidades como la de Piura (UDP), la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y otras, en conseguir hacer realidad sus novedosos proyectos de ventiladores mecánicos que tanto ansían en los hospitales de todo el país.
Los ventiladores mecánicos se denominan así por su acción mecánica sobre el sistema respiratorio aunque en su construcción intervengan numerosos elementos electrónicos. Existen desde los más elementales y simples a los más modernos y complejos. Su utilización siempre e ineludiblemente es dirigida, supervisada y apoyada por un experto profesional y su equipo de colaboradores, todos ellos especializados en tan compleja técnica. En síntesis, el ventilador-respirador y de ahí su nombre, lo que hace es ventilar los pulmones y monitorear la respiración,ÂÂÂ consistente en dirigir los procesos de inspiración y expiración. El lector tiene que tener claro que el ventilador-respirador no cura la enfermedad sino que sirve para evitar el fallecimiento y ganar tiempo para que el tratamiento farmacológico aplicado surta su efecto, así como que su utilización está reservada a los pacientes graves con el síndrome de distrés respitatorio del adulto (SDRA), que en el caso del coronavirus se estima en un 5% .
En una situación normal nosotros respiramos cuando el diafragma se contrae y hacemos entrar el aire que nos rodea al interior de los pulmones con un gasto mínimo de energía, pero cuando estos están muy inflamados por la infección resulta mucho más costoso hacerlo, pudiendo llevar al agotamiento del enfermo. Entonces es cuando el funcionamiento del respirador empuja el aire de entrada, (que puede ser variado en su porcentaje de oxígeno, llegando al 100%) al interior de los pulmones, para realizar el intercambio gaseoso y seguidamente proceder a la salida del anhídrido carbónico, continuando así indefinidamente de forma automática, siempre con el paciente sedado y previamente entubado.
Cuando la gravedad es extrema y los pulmones ya no son capaces de funcionar hay que acudir a un proceso más complejo denominado Oxigenación Centrífuga por Membrana Extracorpórea (ECMO). Esta técnica da nombre al aparato que ayuda a ponerla en práctica y que puede resultar fundamental para la supervivencia de una persona. La ECMO es una máquina que consta de una bomba centrífuga y de una estructura de oxigenación. La bomba mueve la sangre y el oxigenador tiene una membrana especial que permite el intercambio gaseoso en la sangre. Por eso esta máquina se emplea en pacientes que les falla el corazón y no pueden mover la sangre, o en personas que no pueden oxigenar su sangre por fallo de los pulmones. En síntesis se trata de una super máquina cardio-respiratoria. Saca la sangre del paciente y se la devuelve oxigenada. Esto se consigue mediante dos cánulas insertadas en el paciente. Una normalmente insertada en la femoral o la yugular derecha para sacar la sangre, que se mueve por el empuje de una bomba centrífuga que la hace pasar por un oxigenador donde se realiza el intercambio gaseoso. Después se devuelve la sangre por otra cánula, que puede estar insertada en una vena lo que sería una asistencia meramente respiratoria o a través de otra cánula insertada en una arteria lo que sería una asistencia cardio-respitatoria. Es una técnica muy difícil de aplicar y su complejidad la hace ser el último de los escalones asistenciales.
Moraleja: Cuídese amigo y utilice un respirador……….. N95.
Así sea. ELVIGÍA