Política

ACTUALIDAD Y POLÍTICA…ACTUALIDAD Y POLITICA

Es increíble saber de las acciones delictivas que realizan algunos funcionarios de la administración pública y, sobre todo, en este momento difícil de la pandemia, donde los contagios y los fallecidos aumentan día a día por el COVID-19, al punto que el cuestionado Administrador de la UGEL SANTA, sigue haciendo de las suyas en el interior del ente rector de la educación de la Provincia del Santa, no sólo por tener el descaro y la osadía de ordenar, a espaldas de la Directora de la UGEL Santa, María Inés Valverde Cueva, el “jugoso” pago del Bono a la Productividad, sin haber trabajado, de 3,000 a 7,000 soles por mes para 52 trabajadores nombrados correspondientes a marzo y abril 2020, sino que ahora viene realizando “Contratos de Locación de Servicio” vía correo electrónico pero, exclusivamente para los familiares de los trabajadores administrativos de la Sede Educativa. Y, no es para menos, después de enterarnos que los favorecidos con dichos contratos son familiares de gente de su más estrecho entorno, Ojo, sin concurso, solo a dedo y en plena paralización por la pandemia. Uno de estos privilegiados se encuentra ubicado en la oficina de planillas, mientras que otra ha sido colocada en el despacho de Presupuesto. Pero hay más, en esta historia que más se parece a la de Alí Babá, porque dicen que el “cuñadísimo” de un funcionario que tiene que ver con el “tesoro” de la entidad, hasta hace poco laboraba en Constancias de Pagos, donde pedía por su honorable contextura desde ceviche, gaseosa hasta dinero a los profesores y administrativos, con la finalidad de atenderlos con sus expedientes de constancia de pago que es un requisito para presentar su solicitud de reconocimiento de pago del 30% por preparación de clases y el pago del 30% por desempeño de cargo, respectivamente. Asimismo, señalan que este cuñadísimo es el esposo de la profesora que fue detenida a finales del año escolar 2019, pidiendo dinero para aprobar a un estudiante de un colegio de Nuevo Chimbote. ¡Que tal familia esta!. Al parecer esta gente aprovecha la pandemia para hacer lo que se le viene a sus anchas, pues ni la directora ni los funcionarios acuden a laborar y entonces encuentran la cancha libre.

RECHAZADOS

A raíz de la revelación de los ilegales pagos de bono de productividad que se han realizado en meses que no se ha trabajado, se ha podido conocer en el marco de la asamblea virtual realizada por los trabajadores administrativos, que este pago se ha realizado a pesar de la negativa de la directora María Inés Valverde Cueva. De acuerdo a esta versión, los involucrados en este pago ilegal quisieron obtener “alguna falda de la cual agarrarse” en caso existan problemas penales porque son conscientes que eso acarreará denuncias, por ello no escatimaron esfuerzos y se dirigieron al domicilio de la directora de la UGEL para comunicarle que se iba a realizar este pago y requerían de su visto bueno. Se dice que la directora los echó de su casa, no sólo porque no atiende asuntos de su despacho en su domicilio, sino porque les reiteró que ella ya había prohibido el pago de estos bonos por escrito y que no insistan en una gestión que era ilegal. Este grupete de avivatos se regresó molestos y decidieron que “les llegaba altamente” lo que diga la directora, por ello decidieron cobrarse jugosas sumas de dinero al margen de la ley. Habría que avisarle al Fiscal de Turno que la pandemia no es óbice para iniciar investigaciones de oficio por hechos que son abiertamente delictivos pues no sólo el pago del bono es ilegal sino que no se puede pagar “por productividad” cuando las labores estuvieron suspendidas por la emergencia decretada por el Gobierno y el aislamiento social obligatorio. Esto es una real sinvergüencería.

PASAJES

La Municipalidad Provincial del Santa ha autorizado a los colectivos y taxis a circular bajo el sistema de pico y placa y con protocolos que incluyen el acondicionamiento de sus unidades con paneles Acrílicos para evitar el contagio, sin embargo, ha debido reservar sanciones en caso los transportistas pretendan incrementar las tarifas como, de hecho, ya lo hicieron. Está bien que nos encontremos en un libre mercado en el que no operan los controles, pero los choferes están haciendo lo que se les viene en gana y afirman que deben compensar el “cuarto pasajero” que les impiden llevar en este nuevo protocolo. Lo mismo reclamaron cuando se prohibió el “quinto pasajero”, ese que era obligado a viajar debajo de la palanca de cambios, con dolores allí en “donde la espalda deja de ser espalda”. Los choferes deben entender que debemos acostumbrarnos a los cambios que obliga la pandemia, los trabajadores también están golpeados en su economía, incrementarles las tarifas solo atenta contra sus golpeados bolsillos. El Municipio debe reconvenirlos y si es que no aceptan que les quiten la autorización.

alt