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INCONGRUENCIAS

Las cifras de los contagios y fallecimientos a causa del COVID 19 no sólo han generado el asombro y desagrado de miles de peruanos, sino que ahora generan tal confusión que algunas veces hay quienes no saben a qué atenerse. Por lo menos eso ocurre con la estadística de la DIRESA el organismo regional que, al parecer, ha confiado la contabilidad de los pacientes a una persona que no está nada bien en matemáticas. Por ejemplo, ayer ha ratificado sus cifras equivocas al señalar que existen 221 fallecidos en la región Ancash, cuando ya se le estaba advirtiendo que hace unos días, el pasado fin de semana, habían incurrido en un grosero error al sumar los 10 pacientes que murieron el sábado, cuando de 186 pasaron a 193. Y en los días sucesivos mantuvieron ese error, de tal suerte que ahora tienen tres menos, pues la cifra real es 224. Otro desfase ocurre con las cifras de los contagiados, pues la DIRESA siempre arroja un total que difiere de aquel que consigna la Sala Situacional del Ministerio de Salud. En este caso la DIRESA señala que en Ancash existen 2804 pacientes positivos, mientras que el MINSA tiene una estadística de 2,842, es decir que hay una diferencia de 38 que están flotando por allí. Esta confusión llama la atención en la medida que nos encontramos en la fase más difícil de la enfermedad, anteayer se registraron 15 muertos sólo en la provincia de Santa y los registros de contagios señalan que nuestra provincia tiene el 70% de los pacientes confirmados en toda la región. Nuestra situación es preocupante, por lo menos debemos reclamar un poco más de orden en las cifras, más aún cuando el gerente de Essalud ha reconocido que existe un sub registro que podría incrementar notoriamente estas estadísticas.

PLAZO

La mañana de ayer martes se clausuró el mercado de Villa María, un día después que se hiciera lo mismo en el mercado de Buenos Aires, como parte de las medidas que se adoptan a nivel de gobierno para detener el elevado número de contagios que existe en el país. El plazo de cierre es de siete días, empero, esto es lo que se dice en el papel pues se sabe que para reabrir deberán cumplir no solo el proceso de limpieza y desinfección, sino el acondicionamiento que deberán realizar los comerciantes en cada uno de sus puestos. Justamente, mientras estos dos mercados cierran, ayer se abría el primero de los que fueron intervenidos, se trata del mercado La Perla, cuyas instalaciones lucen muy mejoradas y convenientemente acondicionadas a las normas y protocolos sanitarios. Ojo que hay sectores dentro del propio mercado que aún no consiguen el objetivo y no abrirán, empero, hay que hacer la salvedad que los comerciantes de este centro de abastos no consiguieron esto en siete días, por el contrario, transcurrieron once días para que retomen su actividad y esto ha sido así porque nos consta que desde un primer momento se esforzaron “por ponerse a derecho” con las normas sanitarias. De allí que será necesario que los comerciantes de los mercados Buenos Aires y Villa María hagan lo mismo porque deben entender que el tiempo apremia.

NECIOS

Todo indica que los objetivos del gobierno en esa nueva fase de la pandemia tampoco se plasmarán en la medida que la gente sigue sin entender ese mensaje de responsabilidad, cuidado y prudencia. El presidente ha dicho que la buena salud depende ahora de cada uno, sin embargo, anteayer lunes y ayer martes mucha gente salió del aislamiento, los parques se vieron invadidos por gente que salía a realizar caminatas o ejercicios, algunas imprudentes con la mascarilla en la mano, como si esto fuera una cosa de broma. De la misma manera, los jovencitos llamaron a la enamorada y las recogieron en sus enormes camionetas para pasearse como si no pasara nada. Es lamentable, pero los padres de esos muchachitos serán también responsables que se contagien y que derramen el virus en sus propios domicilios. Así es muy poco lo que se puede esperar de esa nueva etapa a de la emergencia.

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