Editorial

Editorial: ::: NUEVA CARA :::

El mercado Buenos Aires, uno de los más importantes y concurridos del distrito de Nuevo Chimbote está a punto de reabrir sus puertas, pues apenas debe resolver algunos problemas administrativos para obtener el visto bueno de las autoridades.

En efecto, el último fin de semana, los funcionarios de la Red Pacifico Sur, de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote y del Ministerio Público han participado de una inspección realizada a pedido de la asociación de comerciantes, quienes han efectuado una serie de mejoras y modificaciones en sus puestos de venta a efectos de adecuarse a los nuevos tiempos que impone la pandemia del coronavirus.

En realidad, lo que han hecho es implementar un protocolo de atención, una serie de medidas que se han establecido ellos mismos con la finalidad de impedir que se promueva el contagio del Covid 19, todos ellos en función a las líneas generales establecidas por el Ministerio de Salud para que su actividad deje de ser el foco infeccioso de la enfermedad como lo fue hasta hace dos semanas.

Precisamente, hace 15 días este mercado fue clausurado temporalmente por las autoridades luego que una intervención realizada en el mismo centro de abastos pudo identificar a 18 comerciantes que estaban contagiados con el virus, eran asintomáticos que además de entregar sus productos a sus clientes, le agregaban el covid 19 y estaban exponiendo al contagio a todas las personas que concurrían a este centro de abastos.

Esos comerciantes no solo fueron aislados y sometidos a una cuarentena sino que el mercado fue cerrado con la finalidad de realizar un proceso de desinfección y establecer un protocolo sanitario obligatorio como condición “sine qua non” para que reabra sus puertas.

Por ello la clausura de siete días quedó solo en el papel, como ha ocurrido en otros mercados de la localidad, en la medida que el respeto a las normas y, esencialmente, la necesidad de proteger su salud y la salud de sus clientes, ha motivado que los comerciantes hagan mejoras en cada uno de sus puestos a efectos de hacer respetar las medidas preventivas que garanticen que no se afianzarán los contagios en este centro de abastos.

En la diligencia de inspección se ha visto algunas cuantas de estas mejoras, como la instalación de tapetes sobre fuentes de agua con lejía para desinfectar los zapatos, las ya conocidas cámaras o túneles de desinfección, la medición de la temperatura en las puertas principales de ingresos y los paneles de protección en los puestos, al margen, claro está, de las señalizaciones con separaciones de un metro para mantener la distancia.

Cuando se reabrió el mercado La Perla se pudieron apreciar esta clase de implementaciones que en estos tiempos de pandemia son indispensables, inclusive, a muchos nos llamó la atención que los puestos de venta de pescado tengan separaciones de vidrio y acrílico a efectos de proteger los productos así como a las personas que los ofrecen.

El objetivo es desvirtuar el foco infeccioso en el que se habían convertido los mercados y que fue una de las poderosas razones por las cuales muchos de ellos han resultado temporalmente clausurados, lo que ha generado, incluso, algunos inconvenientes para las amas de casa que advirtieron que cada día se complicaba más el abasto de alimentos.

Sin embargo, esta semana que se inicia ya debe recibir el visto bueno el mercado Buenos Aires o por lo menos la gran mayoría de puestos cuyos conductores se han puesto a derecho con las normas y con las épocas, pues ya para nadie es un secreto que en estos tiempos hay que modificar nuestros hábitos y costumbres, no porque alguien lo quiera imponer sino porque debemos proteger nuestra vida y salud.

Así como el mercado Buenos Aires, pronto debe reabrir el mercado de Villa María que siguió ese misma suerte, lo importante es que muestren esa nueva cara que los adecúe a los nuevos tiempos de emergencia por la pandemia. Esto beneficia a todos.

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