A la hora de redactar este artículo nos encontramos con que en la población mundial son más de 7millones los infectados, cerca del medio millón de personas fallecidas, la mitad de la población mundial confinada y con unas consecuencias sociales y económicas sólo imaginadas por la ciencia ficción, pero en este caso hechas realidad. Y todo ello originado por un microorganismo, que solo es visible por el microscopio electrónico, pues mide entre 80 y 120 nanómetros o lo que es lo mismo 0’08 y 0’12 micras. Para hacerse una idea de la medida del que estamos hablando, bastará saber que el tamaño más pequeño visible al ojo humano es similar al diámetro de un cabello o pelo, que mide aproximadamente 50 micras. Así pues, a este engendro de partícula, conocido científicamente como SARS-CoV-2que no tiene vida propia y necesita acomodarse en las células de los seres vivientes para subsistir, y al que podríamos denominar “enano saltarín”, pues va brincando de unos a otros con inusitada rapidez y facilidad, es capaz de poner en jaque al mundo entero y sobre todo al sistema de defensa (sistema inmune) de cada uno de los seres vivos.
Aunque el tiempo transcurrido desde su aparición oficial en China a finales de diciembre del 2019, o sea hace seis meses, se han ido conociendo una serie de características de este virus que le hacen peculiar y diferente al resto de los hasta ahora conocidos. Se sabe que pertenece a la familia de los Coronavirus, concretamente a la séptima generación de esa familia de virus que pasó de un animal al hombre y que su origen está en un transmisor que parece ser un murciélago. En un principio se creyó originario de un mercado de una ciudad China, pero más tarde se comprobó que el primer caso detectado no tuvo relación alguna con aquel mercado. Poco después un laboratorio de aquella misma ciudad (Buhan) consiguió descifrar todo el genoma (instrucciones genéticas) del virus que pasó a ser de dominio público y además se conoció que era similar en un 80% al Sars, otro coronavirus que entre el 2002 y el 2003 originó otro brote de contagios. También se ha conocido que el virus con el paso del tiempo va experimentando una serie de mutaciones o cambios que le hacen diferenciarse en los diversos lugares en que aparece. Así, existen diferencias mutantes ligeras entre un coronavirus originario y otro localizado en Madrid o en Nueva York, por lo que se están elaborando unos mapas de mutaciones para ver sus diferencias y comprobar si existen coincidencias entre ellas y poder concluir que se trata del mismo virus el de Madrid y el de la ciudad americana. Otra característica diferencial de este virus es su propagación silenciosa ya que se extiende sin que en numerosos casos sus portadores presenten síntomas, o sean muy leves, pasando desapercibido, pero contagiando a otras personas, por lo que resulta extremadamente peligroso. Se llegó a esta conclusión tras un experimento realizado en una población llamada VO, de tres mil habitantes en Italia, en la que se le hicieron pruebas a toda la población, detectándose un 40% de casos positivos que desarrollaron la enfermedad sin enterarse, y más tarde se concluyó en que fue hasta un 70% de personas las que estaban infectadas sin sintomatología. Se conoce que la entrada en el cuerpo humano es a través de las mucosas, boca, ojos y/o nariz, mediante unos receptores denominados AEC2 que sirven de conexión de entrada en nuestras células, y que están distribuidos por todo el organismo, nariz, pulmones, hígado, riñones, intestinos, etc. etc, originando los consiguientes procesos infecciosos. También parece ser que el menor contagio en los niños puede ser debido a un menor número de receptores AEC2 en sus pulmones. Finalmente cabe decir que las características básicas de los virus suelen ser dos: o son buenos para propagarse o lo son para producir enfermedades graves, y en este caso el SARS-CoV2 reúne ambas características, por lo que se le considera de alta peligrosidad. Por ello, parece ser que el único antídoto que podrá detenerlo será la vacuna, a la que se están dedicando todos los esfuerzos humanos, técnicos y económicos para su obtención, si bien no estaría disponible hasta principios del próximo año.
El organismo humano tiene un sistema de defensa natural conocido como sistema inmunológico que es el que actúa en caso de que se vea acosado e invadido. Este sistema orgánico del que dependemos en alto grado para no enfermar, y del que hablaremos en profundidad en un próximo artículo, requiere unos cuidados y atenciones que todos deberíamos proporcionarle y que en reciprocidad nos protege de nefastas invasiones: las enfermedades.
Moraleja: La mejor farmacia la llevamos dentro de nuestro sistema.
Así sea. EL VIGÍA