En los últimos días se viene especulando a nivel nacional respecto a la posibilidad de ampliarse el aislamiento social que se encuentra vigente desde el 15 de marzo pasado, si se opta por nuevas modalidades y estrategias para seguir enfrentando al Covid 19 o si se renuevan las actividades diarias en el país.
Los comentarios surgen a consecuencia de las diversidad de cifras que se han registrado en los últimos días por el contagio y los decesos que ha dejado la pandemia, las difíciles condiciones que ha hecho frente el país para que se pueda atender a los nuevos pacientes, más aun cuando en muchas regiones los hospitales estaban colapsando por la falta de capacidad de camas y, esencialmente, por la insuficiencia de equipos de ventilación.
Sin embargo, mientras en algunos sectores la situación se agudizaba, de pronto en las esferas del gobierno tomaron con satisfacción el hecho que el número de pacientes en unidades de cuidados intensivos se reducía, que la cifras de contagios se estabilizaban y que todo indicaba que se asomaba la curva del descenso de la emergencia sanitaria.
Pero una pandemia como la que estamos afrontando no es la misma que antes asolaron a muchos países del planeta, se trata de una nueva cepa de la que no se conoce exactamente todo, de la que recién se viene investigando y evaluando a nivel de los centros científicos más avanzados del orbe, porque se busca la vacuna que la detenga y elimine.
Por ello es que los pronósticos que se vienen registrando a la fecha han encontrado una serie de contradicciones y desvaríos que han hecho retroceder todos los cálculos de los entendidos y de los funcionaros que están a frente de los organismos del gobierno.
Y esta oportunidad, cuando el optimismo gubernamental comenzaba a explayarse, una nueva ola de contagios que supera los 6 mil pacientes en un solo día y los 206 decesos en este mismo lapso, hizo retroceder todos los cálculos y estimaciones, pues todo indica que el comportamiento de este virus no es similar a los otros que ya han sido superados en la historia.
Por ello es que el ministro de salud y el ministro del interior, quienes están estrechamente vinculados al entorno presidencial, han reconocido que si existe la posibilidad que se amplíe la cuarentena a la luz de las últimas cifras que arroja la Sala Situacional del Ministerio de Salud, por lo menos se calcula que se planteará una cuarentena focalizada, lo que significa que aquellas regiones en donde el nivel del contagio no ha cedido o está en aumento, se deberá mantener las restricciones absolutas.
Empero, el gobierno y la ciudadanía en general es consciente que la situación económica ya no da para más, que el contagio se extiende por la necesidad de mucha gente de salir a buscar que realizar alguna actividad que le permita ganarse el sustento, de allí que es una suerte de circulo vicioso del cual no saldremos jamás en estas condiciones.
Ya el gobierno está señalando las condiciones para que muchas actividades económicas se reactiven a partir de los meses de julio y agosto, un escenario similar al que vienen afrontando otros países que se sometieron a la cuarentena para frenar los efectos del nuevo coronavirus y que involucra el retorno paulatino de las actividades productivas y económicas de las empresas, todas las cuales deben considerar un protocolo sanitario que en adelante regirán el comportamiento público y familiar de las personas.
De allí que nada está dicho hasta el momento, el gobierno esta evaluando los cuadros estadísticos, el accionar de este virus que resultó siendo mucho más letal de lo que se pensó en un primer momento y que ha establecido una de las peores pandemias de todos los tiempos, así como analiza las fluctuaciones de las cifras de muertes y contagios que, para ser justos, no indican absolutamente en los actuales momentos.