América ya superó a Europa en cantidad de muertes por el brote de COVID-19; solo en Perú han fallecido más de 6000 personas. Los datos que se registran diariamente obligan a los expertos a desarrollar una vacuna que ponga fin a esta pandemia. Sin embargo, Bill Gates, uno de los hombres más influyentes del mundo, anticipó que la vacuna tardará en llegar porque, por un lado, son difíciles de fabricar y, por otro, es necesario repartirlas en todo el mundo. ¿Qué declaró el dueño de la fundación que financia la mayor cantidad de vacunas a nivel mundial?
Consideraciones previas
La primera consideración a tener en cuenta es que, para detener la pandemia, es necesario un medicamento que tenga un porcentaje de más del 90 por ciento de efectividad o una vacuna que llegue a todos los rincones del planeta. En el caso del medicamento, los expertos todavía no se han acercado al porcentaje deseado, con lo cual no son capaces de desarrollar un tratamiento que trate a los casos positivos. En cuanto a la vacuna, los especialistas están trabajando en ella, pero se necesitarían miles de millones de dosis, lo que es bastante desalentador. Además, se estima que la vacuna llegará en no menos de 18 meses. Aunque parezca un período considerable de tiempo, es rápido si se tiene en cuenta que el desarrollo promedio de una vacuna es de cinco años.
Proceso de desarrollo de una vacuna
El objetivo que se persigue al desarrollar esta, y cualquier otra vacuna, es la seguridad y la eficacia. La seguridad, por supuesto, se refiere a los individuos y los efectos secundarios de la vacuna. De nada servirían los esfuerzos si se desarrollara una vacuna que protegiera contra el coronavirus pero genere otras enfermedades. En este sentido, para probar la seguridad de una vacuna, primero se realizan pruebas en animales y después comienzan a administrarse en personas. Con respecto a la eficacia, este concepto se refiere a la capacidad de la vacuna de proteger al individuo inoculado. Antes de poder determinar qué tan eficaz es una vacuna, es necesario hacer pruebas utilizando una muestra de personas de distintas edades y salud. Una vez que se determina su eficacia, la muestra se extiende a miles de personas con riesgo de infección. Esto puede llevar mucho tiempo y es por eso que los especialistas están intentando reducir el plazo requerido. Por su parte, la fundación de Bill Gates, junto con las administraciones gubernamentales de distintos países, cuenta con los fondos suficientes para seguir desarrollando la vacuna, pero los resultados no serán inmediatos.
El equipo de Bill Gates seguirá trabajando en el desarrollo de una vacuna que permita detener la pandemia. Si se tiene en cuenta que el desarrollo normal dura, por lo menos, 5 años, 18 meses parecen alentadores. Sin embargo, la cantidad de muertes por día apremia a los especialistas a conseguirla cuanto antes. A la espera de que ese momento llegue, el único cuidado posible es mantener las precauciones necesarias para que no siga propagándose el virus.