Hasta los estadios están ocupados:
Estadio Centenario con hospital de EsSalud.
Hasta hace un par de semanas se escuchaba y leía en las redes sociales el interés de ciertos sectores, para que de una vez se decida cómo se reiniciará la Copa Perú. Las versiones fueron muy insistentes, sobre todo de medios que no conocen como se desarrolla la Copa Perú, ni tampoco si existen o no las primeras etapas, las cuales ni les interesa.
Estamos ya comenzando el mes de julio y es preciso recordar que la Copa Perú había empezado en algunas Ligas y en otras aún no había actividad, cuando de pronto apareció el virus y cambió todas las actividades del quehacer diario.
Habrá un antes y un después del virus. Lo hemos escrito varias veces y ahora lo ratificamos. Si bien la FPF se ha encargado de financiar y promover que la Liga 1 reinicie actividades, pues la FIFA les proporcionó dinero, eso no quiere decir que la Copa Perú vaya a empezar, los que lo sugieren no saben dónde están parados, ni conocen esta competencia.
La FPF ha tenido que escoger a Lima como único lugar para desarrollar la competencia y poder terminar la Liga 1 del 2020. Porque es en la capital, a pesar del virus, el único, lugar donde se podrá tener garantías para cumplir con los protocolos sanitarios.
Eso no se puede hacer en la Copa Perú, los protocolos sanitarios para el fútbol implican presupuestos de las famosas pruebas rápidas y moleculares y cuerpos médicos en cada club y eso es imposible hacerlo en el fútbol amateur.
Es más, en esta edición 2020 la Copa Perú no terminó de jugarse la etapa distrital, no se jugó la etapa provincial y tampoco se jugará la etapa departamental. Entonces de que hablamos.
Eruditos interesados hablan sandeces y proponen que se juegue una etapa nacional con los que terminaron en el 2019. No les interesa la situación de emergencia sanitaria que se vive en el país. El virus no se irá, se mantendrá y todavía hay individuos que creen que se puede jugar. No saben dónde están parados.
En la actualidad, solo para mencionar dos casos conocidos como los de Chimbote y Huaraz. Los escenarios deportivos de las dos ciudades más importantes del departamento albergan a sendos hospitales temporales.
En Chimbote, el Manuel Rivera Sánchez tiene, en sus instalaciones, al hospital temporal Villa EsSalud de cien camas. En Nuevo Chimbote el estadio César Cueto Villa tiene a un mercado sobre su malogrado gramado sintético y en Huaraz en el Rosas Pampas, sobre su grama que ya está seca, está el hospital temporal que alojará 120 camas y que estará a cargo del Minsa. Solo citamos a la infraestructura de nuestro departamento.
Por eso lo que la FPF y la Comisión Nacional de Fútbol Aficionado debe analizar es que hará para el próximo año. Si este año empezaron jugando y no terminaron pues allí debe haber una compensación para los que empezaron a jugar.
Los aranceles para el 2021 deben de ser de acuerdo a la realidad por la crisis económica. En condiciones normales las Ligas tenían uno y mil problemas para empezar sus campeonatos. Preguntamos, ahora con la crisis económica generada por esta paralización y la emergencia, ¿cuantos equipos podrán empezar la Liga el año que viene?. Preguntamos para esos eruditos que opinan y no saben lo que dicen.
Todos sabemos que los clubes que empiezan a jugar, en la Liga, es porque hay de por medio gente que le gusta el fútbol y gasta plata de su bolsillo, para que los equipos de su barrio del cual son hinchas empiecen a jugar. Pero, ahora con la crisis, preguntamos, habrá algún machazo que se atreva a poner plata de su bolsillo?. Con seguridad, dificultamos que haya ese tipo de personas. La FPF debe mirar ese panorama porque el 2021 será muy duro para todos y en especial para las diferentes Ligas del país. Tienen tiempo para hacer viable el campeonato del Bicentenario. (WPO)
Estadio Rosas Pampas con hospital del Minsa.