Poco antes que se decretara la anemia y que el gobierno se viera precisado a disponer la cuarentena obligatoria, en marzo pasado, en nuestra ciudad se venía insistiendo en la ejecución de proyectos de suma importancia que se dilataban en exceso.
Uno de ellos, quizás el más importante, es el relacionado a la vía de Evitamiento, cuya primera piedra, si mal no nos equivocamos, fue colocada en julio del 2017, cuando el ex presidente Ollanta Humala dejaba el cargo y se anunció que en 90 días comenzaba.
Ya todos conocen las dificultades que se fueron generando y las manifestaciones que se emprendieron para demandar que el Gobierno Nacional cumpla con este proyecto, el mismo que aún está en pañales.
Pero además de esta vía se Evitamiento, quedaron pendientes otros proyectos, como los relacionados a la reconstrucción con cambios, los cuales se encuentran en sala de espera también desde que el Niño Costero, allá por el mes de marzo del 2017, destruyera una serie de carreteras, puentes, escuelas y centros de salud.
Desde aquel entonces las autoridades fueron identificando los proyectos y deberían iniciarse en la medida que el Gobierno les asignó un millonario presupuesto, empero, jamás se pusieron en marcha, divagaron por una serie de papeleos y finalmente quedaron paralizados debido a una exasperante falta de capacidad de funcionarios de los municipios y de los gobiernos regionales que estaban en posición de emprenderlos.
Por ello es que, en el caso de la reconstrucción con cambios, el gobierno se ha visto precisado a suscribir un convenio con otro gobierno a efectos de encontrar la herramienta capaz de emprender los proyectos que están pendientes y tomó el mecanismo utilizado el año pasado cuando se avecinaban los juegos panamericanos.
Nuestra patria era sede y no conseguía ejecutar las grandes obras que requerirá la infraestructura de estos juegos, se necesitaba no solo coliseos y campos deporticos, sino una villa olímpica que a juzgar por el tiempo que faltaba sería imposible concretar.
Sin embargo, se apeló al convenio de gobierno a gobierno, un sistema que permite que otros gobiernos trasladen sus conocimientos, leyes y experiencias y dirigen no solo los procesos de selección sino la ejecución misma de los proyectos, de esta manera se consiguió destrabar los enrevesados mecanismos de la ley nacional y se pudo concluir las obras.
Esa experiencia la trasladó el gobierno a los proyectos paralizados de la reconstrucción con cambios, en nuestra región recordamos que los representantes de los gobiernos interesados en llevar adelante estos proyectos recorrieron los hospitales de Sihuas y Huarmey para tomar conocimiento de la dimensión de las obras y puedan participar en el proceso de selección que llevó adelante el ejecutivo.
De allí que en medio de la pandemia se ha conocido que el Reino Unido será el encargado de emprender una serie de colegios y hospitales por un costo de 7 mil millones de soles. Se encargará de dirigir las licitaciones y la supervisión de las obras, por lo cual percibirá un porcentaje del monto total siempre y cuando los proyectos culminen.
Además de estos proyectos, se encuentra los puentes y carreteras que ejecutará PROVIAS y para cuyo objetivo se ha destinado una partida de 420 millones de soles, entre las cuales se ha considerado la región Ancash.
Empero, para que estas obras puedan iniciarse había que allanarse el camino de las restricciones que aun arrastra Ancash como jurisdicción con más altos niveles de contagio del Covid 19, por ello es que emitió el pasado fin de semana el decreto supremo mediante el cual se autoriza la ejecución de proyectos de infraestructura y la reactivación de los proyectos que no solo conseguirían concretar proyectos pendientes, sino que representará una importante fuente de trabajo en momentos que la pandemia ha dejado a miles sin empleo.
Es alentador que nuestra región en medio del difícil escenario sanitario que presenta, pueda comenzar a reactivarse, esperemos que ahora sí se puedan ejecutar las esperadas obras que necesita Ancash, ya no existirá pretexto para que se mantengan en el limbo.