Editorial

Editorial: ::: EVIDENTE DESCENSO :::

Todo lo que se refiere al Covid 19 es solo parte de las nuevas investigaciones que se vienen realizando en la medida que es una nueva cepa que ha sorprendido a los científicos este año y respecto a la cual, cada día que pasa, se descubren muchas novedades.

Nada está dicho respecto a este nuevo coronavirus, de allí que existen muchos científicos que no se apresuran en estimar cuando puede estar lista una vacuna, no solo por lo complicado que resulta llegar a una formula y someterla a pruebas en humanos, pues una dosis de este tipo no tiene que tener contraindicaciones en el organismo humano.

Y entre estas incertidumbres se encuentra el vacilante comportamiento de este virus que hoy es nocivo en un lado y trivial en otro lado, que puede ser mortal en una determinada región e inofensivo en otra, son escenarios que hasta el momento no se pueden explicar.

Por ejemplo, en la región Ancash nuestra ciudad se convirtió en el foco de la infección, en las partes altas como Huaraz nos veían como repugnantes, llegaron a establecer barricadas para impedir que lleguen viajeros de la zona costa.

Ello porque, por la naturaleza misma del virus en tanto que es un mal respiratorio, las consecuencias y efectos sobre los pobladores de las zonas altoandinas eran muy diferentes, el organismo del poblador acostumbrado a vivir en altura responde a un mejor desarrollo pulmonar, de allí que se entendía que el Covid no tuviera mayor incidencia en esa parte de la región, en comparación con las localidades del litoral.

Sin embargo, esa tesis o teoría, como muchísimas otras, se ha desvirtuado y desvanecido con el transcurso de los meses, los contagios ya no hacen distinción de ninguna clase, ni siquiera con las ciudades de alturas, como ha quedado demostrado en los últimos días en Ancash, con las cifras y estadísticas que viene evacuando la autoridad de salud.

En efecto, en la última semana el número mayor de contagios y decesos ya no se ha registrado en Chimbote y Nuevo Chimbote, como era una peligrosa costumbre, sino que la carga viral se ha trasladado a Huaraz e Independencia, cuyas cifras han pasado a encabezar el número de contagios y seguramente de decesos.

Esto se hizo evidente a fines de la semana pasada y en nuestro medio pudimos comparar las cifras y advertimos que falta muy poco para que la sede regional de Huaraz supere al distrito de Nuevo Chimbote que es el segundo de la estadística de Covid en la Región,

Esto no solo ha llamado la atención de los medios de comunicación, ha calado en las propias autoridades de la sede regional que están demandando mayor atención del estado, han advertido que las mismas penurias y angustias que atravesaron los Chimbotanos cuando el virus golpeó de manera severa, se experimentan ahora en Huaraz y sus alrededores, lo que hace temer por el colapso de su sistema sanitario.

En contraparte, al iniciarse esta semana los directores de los hospitales de Essalud y Regional de nuestra ciudad no vacilaron en anunciar, sin triunfalismos, que las colas de pacientes había cedido notablemente, que contaban con camas hospitalarias disponibles y ya no tenían por qué angustiarse cuando el nivel de atención peligraba por la afata de capacidad de los nosocomios.

Es cierto que muchos factores contribuyen a esto, el solo hecho que se haya implementado la villa Essalud con cien camas más ha permitido que no existan más tribulaciones y el descenso de las cifras ha permitido controlar cualquier emergencia.

Pero no solo ello, los médicos han sido sinceros al admitir que existe un mejor tratamiento y medicamentos a seis meses de esta emergencia, que existe un mejor comportamiento de la población que ha entendido que la mejor manera de controlar este mal es cuidándose, inclusive, los asintomáticos se confinan voluntariamente para impedir afectar a alguien de su entorno que puede hacer un cuadro severo.

Creemos que esto último es lo que está fallando en Huaraz, la falta de responsabilidad y prudencia de la gente al salir de sus domicilios, así como la inobservancia de las reglas de oro para impedir la propagación del virus, como el uso de mascarillas la desinfección permanente de las manos y el distanciamiento, especialmente esto último.

El evidente descenso de pacientes en nuestra ciudad es solo un capítulo en esta pandemia, no se puede bajar la guardia, por el contrario, hay que extremar la prevención ahora que se debe levantar la cuarentena, ahora que ya se impone la reanudación de las actividades y que se mantendrán paralizadas solo lo establecimientos cuyo funcionamiento se congestiona de personas como colegios, cines, estadios, discotecas, etc. Estamos comprobando que el control del virus depende mucho de lo que haga cada quien.alt