Editorial

Editorial ::PANORAMA SOMBRIO::

Tal como lo habíamos advertido y presagiado hace unos días, anteayer martes nuestra región sobrepasó los 20 mil contagios de Covid 19 y se consolidó como una de las circunscripciones del país que tienen el calificativo de alerta por el alto índice de esta enfermedad y de su porcentaje de letalidad.

Inclusive, esta cifra nada grata se adelantó a nuestros estimados y ello fue consecuencia de una campaña simultánea que realizan las autoridades del sector salud en Chimbote y algunos distritos aledaños, con la finalidad de identificar los focos de la enfermedad y atacarlos a través de campañas de desinfección y tratamientos preventivos para el paciente y su entorno.

Esta es una estrategia de carácter epidemiológico que busca establecer una suerte de cerco detrás de los casos positivos, es decir, que se busca identificar a la mayor cantidad de pacientes positivos, aun cuando se trate de asintomáticos, para impedir que ellos propaguen el virus y se generen otros cuadros de gravedad.

Por ello es que la campaña simultánea de la Red Pacifico Sur, mediante la cual se pudo tamizar a cientos de personas en diferentes puntos a la vez, permitió que se identifiquen en un solo día 574 casos positivos, lo que demuestra que el grado de contagio en nuestro puerto sigue siendo alto y que en la medida que se realicen más pruebas se obtendrán mas resultados positivos.

Este impulso estadístico ha llevado a nuestra región a tener 20,454 contagiados y de ellos 7,773 se ubican en Chimbote y 3004 en nuevo Chimbote, lo que permite cuantificar que el 50% de personas infectadas en toda la región se encuentran en nuestra jurisdicción.

Hay que tener en cuenta que este virus ha crecido notablemente en los últimos días en la sede regional de Huaraz, en donde entre la misma ciudad de Huaraz (2592) y el distrito de independencia m(1336), el segundo en importancia regional, suman 3,928, algo así como el 20% del total regional.

Son cifras realmente preocupantes para cualquier autoridad, para el mismo Gobierno que al notar que los índices de contagios y decesos no han observado un descenso en nuestra región, decidió la semana pasada mantenerla en aislamiento social obligatorio y someterla a una prolongada cuarentena que está costando demasiado en  nuestro puerto.

Y es que al margen de lo elevado de los números, se ha considerado que Ancash no es una región que se haya encontrado sin cuarentena y con menos restricciones que otras lo que debería haber significado que sus cifras deberían haber descendido o mejorado, empero, han crecido más de la cuenta.

Algo similar ocurre con la cifra de decesos que en los últimos días ha oscilado entre los 20 y 30 por día en nuestra región, al extremo que ha alcanzado hasta anteayer los 1114 fallecidos, casi el doble de lo que se tenía hasta el 30 de junio último.

Pero estas cifras cada vez más impresionantes no son solo patrimonio de los ancashinos, por el contrario, es un fenómeno que se ha visto en todo el país, especialmente, en la capital de la república, en donde el índice de contagio se ha disparado de la mano con la reanudación de actividades económicas.

Los focos de contagios han crecido notablemente en las últimas semanas y si en los primeros meses de la pandemia se han ubicado focos infecciosos en los mercados, en las colas de los bancos y recientemente en el transporte público, ahora se ha observado que existe un nuevo factor de expansión y propagación de la enfermedad.

Se trata de las reuniones de amigos y familiares, eventos de diversión y relax que han menudeado en los últimos días a pesar de las recomendaciones de las autoridades que han solicitado las eviten porque se han convertido en elementos típicos de contagios.

Aun cuando muchos piensen lo contrario, estas reuniones promueven el contagio porque se pasa el virus de persona a persona sin que adviertan que están contagiados, son asintomáticos que no tienen voluntad o intención de hacer daño a nadie pero pueden transmitir el mal a un adulto mayor o un vulnerable que luego puede hacer m cuadro grave.

Las cifras no pueden pasar inadvertidas, el país está encaminado en una carrera absurda de crecimiento sostenido de la enfermedad, no hay cuando se llegue a un pico o una meseta, lo único que encontramos es un panorama sombrío que, esperemos todos, no haga colapsar nuestros hospitales y centros de salud, Que Dios nos ayude.