La información que llegó de la DIRESA el último fin de semana fue chocante pero responde a nuestra realidad como región ante la pandemia de Covid 19, un escenario realmente difícil y complicado.
Ello porque se informó que el viernes último se registró nada menos que 724 contagios en las últimas 24 horas y por ello las cifras totales se habían elevado a 22,424 casos positivos, colocándola nuevamente entre los primeros lugares del cuadro estadístico nacional.
Lo impactante es que aquella fue la cifra más alta en lo que va de toda esta emergencia y si sumamos que en los tres días anteriores los registros señalaron que se había detectado diariamente poco más de 500 infectados, quiere decir que se generaron poco más de dos mil pacientes del terrible virus en solo cuatro días.
Esto es cierto, en este mismo espacio editorial comentábamos al iniciar la semana que pasó que el martes o miércoles se llegaría a los 20 mil casos positivos en la región Ancash y nos lamentábamos que de esa cifra el 50% se registraba solo entre Chimbote y Nuevo Chimbote, considerados los dos focos infecciosos de nuestra circunscripción.
Sin embargo, se tiene que ser claros y honestos en estos nuevos registros que lanza la autoridad de salud ya que no se habla de un brote epidémico o de una situación más gravosa en el tema de la emergencia del Covid 19, nada de ello, esto solo responde a la estrategia epidemiológica que han puesto en marcha las autoridades con la finalidad de hacer un cerco a este virus tan letal.
Para ello se ha dispuesto el incremento de campañas de testeo y tamizaje de pacientes, los equipos de respuesta rápida de las redes de salud Pacífico Sur como Pacífico Norte han multiplicado sus desplazamientos, realizan no solo campañas simultáneas, sino que se desplazan a mercados, asentamientos, distritos, tocan las puertas casa por casa.
Estos equipos están realizando pruebas rápidas de manera masiva, están copando todos los sectores de Chimbote con la finalidad de identificar los casos positivos y entregar los kits de medicamentos con los cuales se pueden medicar y superar el mal en estas personas y proteger, fundamentalmente, a las personas de su entorno.
La estrategia radica en evitar que los familiares, amigos o compañeros de trabajo de esa persona a la que detectan el mal puedan también contagiarse y no solo desparramar el virus a otros sectores sino impedir que se hagan cuadros severos de la enfermedad.
Es por ello que a pesar de las cifras tan elevadas los servicios de salud no han colapsado, se trata de identificar a los asintomáticos, a quienes involuntariamente están expandiendo la enfermedad y ella solo se detecta cuando alguien vulnerable o adulto mayor hace un cuadro severo que es capaz de llevarlo a un hospital.
De allí que no existe necesidad de alarmarse o asustarse frente a este repentino incremento de pacientes pues obedece a la política diseñada por las autoridades de salud, mientras más pruebas se realicen aparecerán más pacientes pero, paralelamente, las autoridades tendrán la posibilidad de cercar el virus, de impedir que se vaya a otros lares.
Este mecanismo tendrá sus resultados positivos más adelante cuando las cifras comiencen a bajar, cuando las estadísticas ya no sean más desfavorables porque ese cerco impedirá que el número de pacientes siga creciendo y la posibilidad de generar cuadros graves y fallecidos sea también más remota.
Es el sinceramiento de las cifras, la necesidad de conocer hasta qué punto está sometida nuestra comunidad por este virus letal, ha llevado a las autoridades a tomar esta determinación que a la larga es positiva para los fines que se busca.
De la misma manera, de esta manera demuestra el gobierno regional que las inversiones iniciales que hizo dentro de su plan de emergencia han sido los más acertados, ahora cuenta con un volumen de pruebas rápidas que le permite realizar estas campañas y asumir estas estrategias epidemiológicas muy efectivas, un material que ha sido esquivo a muchas provincias y regiones del país por la naturaleza misma de este mal que afecta en todo el orbe.
Saludamos este esfuerzo de las autoridades por regularizar el escenario sanitario de la región, se trata de un necesario sinceramiento que lejos de espantar lo que hace es ayudar a tomar las mejores y más efectivas medidas en esta titánica lucha contra el Covid, tal como lo hace la actual ministra de salud al sincerar la cifra de fallecidos a nivel nacional.