GARRAFAL
Tal como lo ha hecho la mayoría del país, hemos visto el extracto de la entrevista realizada por el periodista Jaime Chincha, de RRP, a la ministra de salud Pilar Mazetti y, la verdad, después de revisar una y otra vez el contexto de las respuestas de la titular del portafolio más importante en este momento en el país, no llegamos a entender cómo es que una Ministra de Estado pueda haber incurrido en garrafales errores ante el interrogatorio. Y es que no se trata solo de una ministra, es una médico reconocida, especialista y de mucho conocimiento, por ejemplo, de las causas, consecuencias y tratamiento de la pandemia del Covid 19. Por ello es que resulta inverosímil que dijera que “los asintomáticos” no contagian el virus, que a ellos no se les realiza pruebas y que, ante el asombro del periodista reconociera que si contagian pero muy levemente “y solo cuando respira”. Parece que a la ministra la cogieron en sus cinco minutos y que ya evidencia la secuela de un estrés galopante para una autoridad que labora gran parte del día y descansa menos de lo justo. No es posible que la ministra haya dicho que a los asintomáticos no se les hace la prueba rápida, pues las campañas de las redes de salud, a través de las cuadrillas de intervención rápida lo que hace, justamente, es tratar de identificar entre los pobladores de cada zona focalizada, a los jóvenes y adultos asintomáticos, pues existe la necesidad que ellos no contagien a su familia, amigos o compañeros de trabajo, se viene realizando un trabajo para permitir “separar la paja del trigo”, entonces venir a decir a estas alturas que los asintomáticos no contagian o que no se les hace las pruebas, es retroceder por lo menos cuatro meses de esta emergencia sanitaria. La intervención de la ministra ha dado lugar a la difusión de memes en la cual se burlan de sus palabras y la verdad es que lo que dijo es risible, absurdo y atenta contra la propia estrategia sanitaria del país. Lo mejor sería que la ministra se tome un descanso frente al abogiante trabajo que realiza y que la lleva a cometer exabruptos en plena entrevista.
BANDOLEROS
Hace solo unos días la Policía detuvo a tres sujetos que fueron sorprendidos en un céntrico centro comercial cuando sustraían productos debajo de sus prendas. A esta gente se les conoce como “tenderos” pues suelen violar los sensores que se coloca a las prendas y productos y tienen una tremenda habilidad para ocultarlos debajo de sus pendas sin que muchos vigilantes lo pudieran advertir. Esta modalidad delictiva, por los montos que se roban y la pena aplicable, suele terminar con los intervenidos en las calles al cabo de uno o dos días. Sin embargo, los tres sujetos detenidos, que procedían de la zona de “Rio Seco” en Trujillo, terminaron en el Penal de Cambio Puente y se convirtieron en la excepción de la regla. Ello porque la Policía detectó que no se trataba de los tenderos que suelen actuar a hurtadillas en algunos negocios de manera ocasional, sino que se estableció que forman parte de una organización delictiva, una gavilla de delincuentes que actuaba en los centros comerciales de todo el norte del país, registraban intervenciones en Piura, Chiclayo, Trujillo y ahora en Chimbote. Esto quiere decir que han hecho de esta modalidad delincuencial un “modus vivendi”, lo que agrava su conducta ante la legislación penal y había que terminar de raíz con ese accionar. Es importante que se dejen sentados precedentes importantes en la lucha contra la delincuencia.
CONCENTRACION
El último fin de semana la Policía incursionó en cuatro establecimientos, dos de ellos galleras y los otros dos conocidas Cebicherías, en donde encontró a cientos de parroquianos libando licor y en reuniones que están completamente prohibidas. Todos estos irresponsables son pasibles de una multa porque no hay derecho a que expongan la vida de los demás. Si quieren hacer su vida lo que se le da la gana que lo hagan pero que con estas actitudes no comprometan a los demás. Estas son las acciones firmes de la autoridad policial que se destacan y en las que no se incurren en los errores que se cometieron, por ejemplo, la semana anterior cuando la Policía llegó a una conocida tragoteca en donde halló también a infractores, pero no les pudo aplicar la multa “porque se olvidó el talonario de papeletas”. Estas acciones requieren de mucha concentración y hay que estar atentos porque esta clase de gente irreverente no la puede pasar tan fácil.