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CHICHARRONAZO

Uno de los gremios que más ha protestado en estos días de pandemia ha sido el sindicato de trabajadores de la Universidad Nacional del Santa. En solo una semana han realizado dos protestas y hasta un emplazamiento mediante el cual le otorgan el plazo de una semana al rector para que implemente las medidas de bioseguridad. Esto es inusual en tiempos normales y resulta más incomprensible aun en tiempos de pandemia, cuando las protestas o plantones deberían estar restringidos por obvias razones. Sin embargo, los reclamos han recrudecido en la primera casa universitaria de la UNS y todo indica que estos reclamos no resultan por “amor al chancho sino a los chicharrones”, por no decir chicharronazos. Ocurre que desde que esta universidad se institucionalizó los anteriores rectores decidieron entregar un bono voluntario a los trabajadores que nacía de las utilidades que adquiría la institución. Le denominaron bono alimenticio, pues estaba dirigido a cubrir necesidades básicas y mediante un proceso de selección resultó favorecido el centro comercial Plaza Vea hasta el cual llegan los trabajadores para retirar el monto de su bono en productos de primera necesidad o lo que consideren pertinente. Con la implementación de programas como CEIDUNS y CEPUNS este bono se hizo tan generoso que llegó a los 600 soles que recibían al margen de sus salarios. Sin embargo, como consecuencia de la pandemia y la consiguiente paralización de los servicios no hubo ingresos, por lo tanto, el rector Sixto Díaz decidió suspender el pago de este bono por la sencilla razón que la universidad no había generado ingresos en todos estos meses. Esto ha generado la airada reacción de los trabajadores que, bajo el ropaje de la falta de implementación de los protocolos de seguridad vienen enfrentándose a la gestión del rector. Es decir, que al final de cuentas no era tanto amor al chancho sino a los chicharrones.

RESPONSABLE

Sin embargo, en la Universidad del Santa se extrañan que los trabajadores pongan como pretexto de sus protestas el incumplimiento de medidas de seguridad en razón que si existe alguna demora o inobservancia ello no sería de responsabilidad del rector o de los funcionaros de la universidad pues, conforme a las normas que ha dictado el gobierno para la reanudación de las actividades y la implementación de los protocolos, estas medidas son de responsabilidad de un Comité de Covid. Y en la Universidad del Santa quien preside este comité es ni más ni menos que la secretaria general del sindicato de trabajadores, la ex dirigente estudiantil Mónica Arias Tiznado, en otras palabras si en la UNS existe algún retraso o incumplimiento en la implementación de las medidas de bioseguridad la primera responsabilidad es de la mencionada trabajadora. ¿Como se puede entender entonces que el sindicato de trabajadores enarbola banderas de protesta por la falta en la que incurre su propia dirigente?. La pregunta que muchos podrían hacerse es ¿se habrá generado este escenario de infracciones para dar lugar a un motivo de protesta? Hummmm. En realidad todo eso deja mucho que pensar.

INFORMALIDAD

Habitualmente no coincidimos con el ex secretario general de FESIDETA y ex consejero regional Juan Chuiz Villanueva, sin embargo, hace unos días hizo un comentario relacionado con la situación por la que atraviesa la provincia del Santa como consecuencia de la prolongada cuarentena en la que se encuentra desde marzo pasado. Señalaba Chuiz que la cuarentena, concebida en la forma como lo hace el gobierno solo alienta la informalidad y este desorden es el que también promueve el contagio, hay mucho de cierto en ellos, sin embargo, hay que reconocer que ese es solo un factor del alto grado de contagio en nuestra ciudad y en la provincia, pues la causa principal de este escenario es la mala costumbre de la gente por actividades que son foco de infecciones, como las reuniones, las fiestas, las celebraciones, las pichanguitas, los cebichitos y todo ello  que genera congestión de gente. Mientras esta semilla siga sembrada en el seno social de Chimbote, difícilmente saldremos de esta coyuntura, aun cuando no se fomente la informalidad.