GATO
La Policía y el Ministerio Público deben poner especial atención a los delitos informáticos que en estos tiempos crecen al mismo ritmo que se desarrollan los instrumentos tecnológicos. Pero además de ello, son las propias entidades financieras las que deberían de preocuparse cuando uno de sus clientes es virtualmente asaltado y saqueado a través de los instrumentos digitales, como ha ocurrido hace solo unos días con Augusto Paul Paredes Pairzamán a quien le desvalijaron su cuenta de ahorros del Banco de la Nación a través de una operación que jamás hizo desde su equipo celular. El agraviado manifiesta que tuvo que realizar una transferencia de 60 soles a su hija y lo hizo, como siempre, a través de una transferencia bancaria desde su celular, incluso, después de algunas horas recibió la conformidad de la plataforma digital señalando que su operación se había completado de manera exitosa. La desagradable sorpresa vendría luego cuando al verificar su estado de cuenta observó que no tenía nada y al revisar sus movimientos aparecía en la misma fecha que hizo la transferencia de 60 soles se registra una transferencia de 6,940 soles a favor de una persona identificada como Alexander Peña Rodríguez. Si el cliente no realizó esta operación no se entiende como el Banco no puede establecer que es lo que ha sucedido, debería haber verificado que el individuo que aparece como beneficiario de la transferencia mayor justifique la recepción del dinero, que fundamente su vinculación con el agraviado o las razones por las cuales supuestamente debería haberle transferido esa cifra. No se puede permitir que la entidad financiera responda que en sus sistemas no existe error alguno y se desentienda de este problema, hay que fundamentar las respuestas y después de lo que ha sostenido el afectado todo indica que al banco no le interesa en absoluto la suerte de su cliente, sencillamente saca cuerpo y deja que se concrete una estafa virtual que debería ser materia de investigación y establecerse quienes están detrás de estas maniobras delincuenciales porque podríamos estar al frente de una mafia que usa la plataforma digital para apropiarse de los dineros de las cuentas de los clientes. Esto es sumamente peligroso, ahora fue Augusto Paredes a quien le limpiaron la cuenta con casi 7 mil soles, mañana o más tarde puede ser “perico de los palotes” a quien le sustraigan 100 mil soles. Sino no dan seguridad a los clientes los bancos perderán a sus usuarios.
ORELLANA
Hace algunos días los lectores de nuestro medio de comunicación no dejaron de compartir su sorpresa luego de ver las fotografías en nuestro medio de comunicación en la cual aparecía nada menos que Rodolfo Orellana Rengifo demandando un beneficio procesal en un juzgado de Chimbote. Y es que Orellana Rengifo no es un presidiario más en el país, se trata de uno de los más grandes defraudadores cuya mafiosa red fue desvirtuada con mucho esfuerzo por las autoridades, pues había conseguido tejer una maraña de brazos influyentes que protegían sus actividades ilícitas de la justicia. Sin embargo, apareció por nuestra ciudad porque muchos deben recordar que su organización extendió sus redes por Chimbote e involucró a dos ex jueces de nuestro puerto que se prestaron a esa protección nauseabunda de sus fraudes y ahora han terminado tras las rejas. En ese mismo proceso hace una o dos semanas el ex Juez Juan Matta Paredes había solicitado el cese de la medida de prisión que lo afecta pero la Corte del Santa le denegó ese beneficio. Ahora quien lo ha solicitado es el protagonista central, el abogado Orellana Rengifo, quien ha apelado a la pandemia y el presunto riesgo de contagiarse con este mal con peligro de muerte para justificar una comparecencia restringida. Sin embargo, como ha ocurrido en muchos casos, la justicia necesita que ese riesgo se pruebe y se demuestre con certificados médicos fehacientes, de lo contrario, es solo un canto de sirena y lo rechaza de plano. No se puede olvidar que la presencia de Orellana por predios de Chimbote fue advertida por un ciudadano argentino al que había despojado de sus propiedades y encima lo había hecho golpear de manera salvaje, fue ese personaje quien nos advirtió de la presencia de la mafia en Chimbote y como consecuencia de ello trataron de silenciar a los periodistas con una serie de demandas judiciales y extrajudiciales. Ahora los responsables están en la cárcel.
DON ROBERTO
La semana que pasó estuvo de mantel largo, Don Roberto Achú Pizarro, quien un 16 de septiembre vio la luz al llegar al mundo en su Chimbote querido. Considerado con toda razón el decano de los emprendedores de Chimbote, Don Roberto es uno de los personajes más respetados en el entorno social de nuestra ciudad, hizo empresa en pleno corazón de Chimbote con el recordado “El Hueco en la Pared” y hoy reside en Lima en donde nunca se olvida de su puerto querido, emprendiendo campañas en favor de los nuestros. Desde estas páginas deseamos que Don Roberto haya pasado un feliz onomástico y que celebre muchos mas, siempre rodeado del calor de la gran familia que ha constituido.