FIRMEZA
Una autoridad ha solicitado el respaldo electoral de su pueblo para ayudarlo, para apoyarlo y para trabajar denodadamente por su bienestar. Por ello es que si los pobladores llaman al alcalde para que interceda frente a un problema que los aqueja, lo menos que puede hacer la autoridad edilicia es acudir a su llamado y realizar los esfuerzos para resolver el problema, aun cuando por medio tenga que hacer frente al poder sea político o económico. Es el caso del alcalde del vecino distrito de Nepeña, pedro Carranza López, quien respondió al llamado de pobladores del sector capellanía, quienes habían sido invadidos por personal y maquinaria de la empresa azucarera que pretendía tomar áreas forestales que se consideran de la comunidad. Claro, las grandes empresas “no dan puntada sin hilo”, no se presentan solas, por el contrario, apelan a su poder económico y se aparecen con un contingente de efectivos policiales que realmente nadie sabe a que título llegaron a la zona, si existía una denuncia penal contra los pobladores o respondían a la gentileza de la empresa que los convocó para dictarles una charla e ese lugar. Por ello es que el alcalde Pedro Carranza no vaciló un solo instante y se desplazó a ese lugar para demandar a la Policía y los empleados de Agroindustrias san Jacinto que se retiren del lugar y no generen más hostilizaciones y enfrentamientos en si distrito. El burgomaestre solicito una audiencia con los altos funcionarios de la empresa para tratar este tema porque no es una cosa nueva, por el contrario, ya se presentaron las mismas escaramuzas en el centro poblado de Motocachy, en donde la población también se ha opuesto a los afanes expansionistas de la empresa azucarera. De allí que ya es momento de poner punto final a estos antiquísimos enfrentamientos y se deslinde de una buena vez la naturaleza de los predios forestales que la comunidad de Nepeña cuida con ahínco frente a las ambiciones de funcionarios que pretenden convertirlas en tierras pata el cultivo de caña de azúcar. Hay que saludar la reacción del alcalde de Nepeña y confiamos que su concurso firme y decidido permita apuntalar una solución a este diferendo.
CADAVER
Y en que habrá quedado la denuncia de los familiares de una gestante cuyo bebé murió antes del parto y cuyo cadáver fue inicialmente dado por desaparecido pero que después se dijo que había sido trasladado nada menos que a la capital de la república, específicamente habría aparecido en la Morgue del hospital Dos de Mayo. Y hasta donde se pudo conocer, ante la denuncia de los familiares y el emplazamiento de la fiscalía, el hospital Regional fue el que informó que por una equivocación una conocida Funeraria de la localidad lo había retirado y lo llevo a Lima, cosa que fue desmentida por la representante legal de la mencionada empresa. ¿Quién mintió? El hospital, la Policía, que es lo que hay detrás de todo esto,. Hay que tener cuidado porque el cuerpecito del bebé es cono cualquier de los ciudadanos, por lo tanto, este hecho podría calificarse como una pretensión de traficar con cadáveres, un hecho que está penado por la ley. Veremos hasta donde llega este desaguisado.
FAROLAS
Hace unos días la comuna provincia, con el respaldo de la Policía y el Ministerio púbico, llevo adelante un operativo de control en el tránsito vehicular e los comités de colectivos que prestan servicio de transporte de pasajeros. A diferencia de otras ocasiones en esta oportunidad a los inspectores no les interesaba la tarjeta de circulación o los permisos de ora índole, lo que buscaban era verificar las farolas que identifica su recorrido. Buscaba que contratar ese anuncio que lo llevan en el techo de los autos, con los documentos de autorización de recorridos, verificaron si coincidían porque han detectado que hay algunos malos transportistas que clonan estas farola y utilizan farolas de otros comités para sacarle la vuelta a la autoridad. Estos malos transportistas son los que incuban a delincuentes que falsifican farolas para asaltar a los pasajeros o para trasladar a asaltantes. Es importante que la Municipalidad realice una absoluta limpieza en el transporte público pero son las empresas las llamadas a limpiar sus planillas o, en todo caso, cuidar que sus farolas no tengan que ser utilizadas por mafiosos.