Editorial

HERIDA ABIERTA

El día de ayer lunes se deben haber concluido con las audiencias del juicio oral que realiza la Sala Penal Nacional por el alevoso crimen del ex consejero regional de Ancash, Ezequiel Nolasco Campos, pues estaba prevista las últimas actuaciones de defensa material de los acusados en este proceso penal.

Tal como se ha anunciado la semana pasada, después de largos meses, los magistrados han concluido virtualmente con el juicio oral, estaban pendientes únicamente la defensa material de los últimos acusados, es decir, la ponencia de quienes serán objeto de una sentencia por parte del colegiado, en buen romance, se escucha lo que tienen que decir sobre los cargos que se han formulado en su contra.

Entonces, de acuerdo a la norma procesal, los magistrados tienen cinco días hábiles para dictar los lineamientos de su sentencia, es decir, expondrán la decisión que han tomado tras escuchar los alcances de las pruebas actuadas dentro del juicio y señalarán las penas a las que hubiera lugar o las absoluciones contra alguno de ellos, es una medida que solo la tienen los tres magistrados del Colegiado.

Lo que se espera es que se haga un análisis concienzudo de los extremos acusatorios que es lo que conocemos todos los ancashinos, la gravísima acusación que pesa contra el ex presidente regional César Álvarez, su entorno de funcionarios y correligionarios políticos, los sicarios y quienes forman parte de lo que el Ministerio Público ha identificado como una organización  criminal que tenía por objetivo eliminar todo lo que se oponga a los intereses políticos de la red de corrupción y montar una estrategia de encubrimiento a través de Policías, periodistas y abogados asalariados.

En el denominado “caso Nolasco” existe una prolija investigación policial que permitió, al cabo de 20 días, identificar a los autores del crimen, tanto en lo que se refiere a la autoridad material como intelectual, se pudo conocer cómo es que un grupo de sicarios que había sido contratado por otros delincuentes para perpetrar tres asesinatos en la ciudad de Huacho, se encontró providencialmente con el occiso que, en su viaje de retorno de Lima, había decidido hacer un descanso e ingresar a un restaurante de esa localidad.

Lo demás es historia conocida, los peruanos lo pudimos ver en extensos reportajes televisivos en los que la Policía permitió que la prensa diera cuenta de la manera como asesinaron al ex consejero y señalaron que los móviles fueron políticos, que el ex presidente había puesto precio a la cabeza de Nolasco Campos con mucha antelación.

Sin embargo, esa una historia conocida por los ancashinos, todos fuimos testigos de la manera como Nolasco llegó de la mano de César Álvarez al gobierno regional, sabemos cómo es que se resquebrajaron las relaciones entre ambos y cómo el ex consejero regional se mostró dispuesto no solo a revelar las trapacerías que se cometían en el gobierno regional de Álvarez, sino que bloqueó la aprobación de paquetes de millonarias obras con una estrategia que lo llevó a concretar una nueva mayoría en el consejo regional que hizo peligrar uno de los grandes negociados de César Álvarez como fue la carretera Chacas- San Luis, por la cual ha sido ya condenado en otro juicio.

Y es que para los chimbotanos no era un secreto que el crimen del entonces vice presidente regional Luis Sánchez Milla, como el primer atentado criminal contra Ezequiel Nolasco en su domicilio, no eran sino parte de esa ofensiva delincuencial que se había apoderado de los hilos del poder en Ancash.

Por ello es que la semana pasada muchos recibimos con satisfacción la información que daba cuenta del final de este largo juicio y pensamos no solo que el momento de la justicia había llegado, sino en el dolor de su familia expresado por su joven hija Fiorella Nolasco, quien no ha dejado de demandar el castigo para los autores de asesinato de su padre.

Esto significa que entre ésta y la otra semana, el colegiado debe dictar la esperada sentencia, confiamos que la justicia sabrá aquilatar los graves elementos de convicción que se han difundido a lo largo de estos años y las pruebas que se han actuado en el juicio oral, pues los ancashinos hemos vivido penosas experiencias desde entonces, la muerte de Nolasco tuvo el mérito de haber cambiado la historia de nuestra región, empero, sigue siendo una herida abierta que no ha permitido que Áncash se sacuda de la corrupción que se engendró en ese periodo político que muchos quieren olvidar.

A lo mejor una justa sentencia represente ese envión que nos permitirá, aliviados, dar vuelta a la página de la violencia política y criminal en Ancash.