Editorial

::: OTRO FALTOSO :::

Un juzgado penal acaba de enviar al penal de Cambio Puente a un sujeto y su hermano como consecuencia de la alevosa, salvaje y cobarde agresión contra la pareja del primero de los nombrados, la cual se hizo viral luego que una de las vecinas pudiera captar los hechos delictivos y solicitara la presencia policial.

Los hechos ocurrieron en la vecina provincia de Casma y responden al molde matonesco que caracteriza a miles de peruanos que creen que por el hecho de tener una pareja, en cualquier modalidad que fuera, sea casado o simple conviviente, pueden disponer de la mujer como se le viene en gana, como si fuera parte de su propiedad, al extremo que cuando aquella se cansa de sus matonerías pretenden obligarla a mantenerse a su lado por la fuerza.

Algo de ello debe haber ocurrido la semana pasada en el A.H. “José Olaya” de la vecina provincia de Casma, cuando un sujeto, identificado como Víctor Isauro Rodríguez Sánchez, de 46 años de edad, no vaciló en agarrar a golpes a su conviviente en plena vía pública, las imágenes que se viralizaron en la redes se registraron cuando le asestaba puñetazos en el rostro y cuando la lanzaba contra el suelo, le propinaba patadas y para no quedar lejos de los pegalones de la televisión, la cogió de los cabellos y la arrastró al interior de su vivienda.

Todo ello ha ocurrido a pesar de la intervención de vecinos que le increpaban que deje de golpearla, pero solo consiguieron respuestas groseras por parte del matón, siendo lo más grave que su hermano Marco Antonio, quien vive en la misma calle, se negó a intervenir y defender a su cuñada, convirtiéndose de esta manera en cómplice de una salvaje golpiza.

La llamada de los vecinos a la sede policial permitió el cese de los actos de violencia, pues la Policía llevó al matón al calabozo y puso los hechos en conocimiento del fiscal de turno, de tal suerte que se denuncie al sujeto que se cree muy macho cuando está delante de una mujer pero que seguramente no hace lo mismo cuando se enfrenta a otro de su mismo sexo.

Empero, es aquí en donde comienza la segunda y lacerante parte de esta historia, pues golpizas de este calibre se ven todos los días, empero, en el caso que nos ocupa el fiscal tuvo que manejar con delicadeza el caso en la medida que, inicialmente, la agraviada se negó a ratificar una denuncia contra su agresor, solo deseaba dejar las cosas tal y como estaban y no estaba dispuesta a declarar más.

Es la natural respuesta de quien se siente desprotegida, de aquella mujer que ha soportado estoicamente los arrebatos de su pareja y los fuertes golpes que le propina, es la desesperación de quien teme que denunciando al agresor lo único que conseguirá es una nueva y mas violenta golpiza que la lleve a un hospital.

De allí que, a pesar que el Ministerio Público contaba con una prueba contundente como era el vídeo captado por los vecinos, requería que la agraviada ratifique los cargos, así lo dispone y exige la ley, de tal suerte que el caso podría quedar en la impunidad si es que la agredida no formula los cargos correspondientes.

De allí que el fiscal Edwin Ramos tuvo que hacer un trabajo de carácter psicológico, debió dialogar con mucha calma e inteligencia con la conviviente con la finalidad de hacerle entender que había necesidad de poner punto final a este suplicio, que no podía seguir a expensas de un sujeto que jamás le escuchará una súplica sino que apenas diga algo le devolverá un golpe en el rostro.

La única manera de terminar con esta lacra es enviándolos a la cárcel, por ello es que el magistrado consiguió que la mujer haga su declaración y lo demás correrá por cuenta de la justicia, ya se tiene la prueba elemental que es el vídeo y el reconocimiento médico legal que acreditan las serias lesiones que ha padecido.

El Juez ha dictado siete meses de prisión en la medida que existen elementos probatorios suficientes que acreditan el delito y la responsabilidad penal del investigado y solo se requiere corroborar los mismos. Junto a él se ha enviado también a prisión al hermano que ni se inmutó cuando la mujer era salvajemente agredida.

Saludamos la decisión del poder judicial este es otro faltoso que tiene que terminar con sus huesos en la cárcel para que aprenda no solo respetar a las mujeres sino a quienes lo acompañan y asisten en su repulsiva forma de vivir.