Administrador lo permite:
Pese a estar viviendo la Pandemia por el Covid 19, el terminal terrestre El Chimbador, se encuentra invadido de llenadores, tanto en la parte exterior como en el interior, a vista y paciencia del administrador Oscar Valderrama, quien, al parecer, no se ha dado cuenta, porque no se ven medidas al respecto.
Al llegar al Terminal Terrestre, es fácil observar la gran exposición al contagio, en la parte exterior del Terminal se encuentra un grupo de sujetos, llamando a viva voz, a personas para embarcarse en vehículos no autorizados a la ciudad de Trujillo, pese a estar prohibido por no cumplir con la normatividad, para hacer estos recorridos.
Esta situación, no es tomada en cuenta por los inspectores de la gerencia de transporte, incluso a pocos metros de la puerta principal del terminal, se ve la presencia de la Policía de tránsito, pero tampoco impiden que los carros piratas hagan de las suyas, exponiendo la seguridad de las personas.
Toda la gente que llega por el recinto, es testigo de esta informalidad, pero los autorizados a poner un alto a esta situación, no lo hacen.
Como si fuera poco, en la parte interna del terminal, también se pudo observar a algunos llenadores, “jalando” gente, aunque no en la cantidad que hay afuera, eso, pese a que ninguna empresa está autorizada para hacerlo, sin embargo, el administrador no acciona drásticamente, dando luz verde a que el problema sea mayor.
Esta situación, además de ser una competencia desleal, también se convierte en un foco infeccioso de rápido contagio del Covid 19, por la aglomeración de llenadores, recorriendo toda la zona, llamando gente para la ciudad norteña.
La escena de “jalar” gente se repite durante todo el día y todos los días de la semana, generando tremenda aglomeración en horas puntas, y no hay cuando se ponga un alto a esta situación de informalidad, inseguridad y exposición.
Desde que empezó a funcionar nuevamente el terminal terrestre la situación de los llenadores, se volvió incontrolable, peor a lo que era antes de la pandemia.
Es cierto que cada persona que ingresa debe portar obligatoriamente su mascarilla y protector facial, pero la situación que se vive diariamente debido a la presencia de llenadores, expone a las personas a los contagios.