Editorial

::: HABLA EL HAMPA :::

Tal como había ocurrido en la última navidad, los chimbotanos pensábamos que las fiestas de recibimiento del nuevo año resultarían tan tranquilas como las anteriores habida cuenta que las restricciones que genera la pandemia obligan a la gran mayoría a mantener la prudencia y evitan las fiestas o las reuniones en donde el alcohol promueve incidentes.

Y es que las fiestas navideñas tuvieron ese cariz sosegado, si bien es cierto existen aún miles de irresponsables caminando por las calles y regando el virus, el grueso de la población había guardado recato y prefirió mantenerse al margen de cualquier celebración porque no había nada que festejar.

Sin embargo, apenas comenzaba el nuevo año y ya las noticias nos advertían que la sangre y la violencia seguirán marcando la agenda, pues apenas unos minutos antes de la medianoche, es decir, cuando ya cerraba el fatídico 2020, nos encontramos con un violento crimen registrado en el vecino distrito de Coishco, en donde los sicarios asomaron la cabeza para recordarnos que seguimos viviendo en un mundo cargado de violencia.

Dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta, llegaron al domicilio de Alex Dominic Gonzales Contreras, más conocido en el lumpen como “Kencho” y le descerrajaron cinco disiparon de necesidad mortal, para darse a la fuga dejando el cuerpo desangrándose sobre el pavimento.

El atacado era nada menos que el otrora líder de la gavilla conocida como “Los Sanguinarios de Coishco y Santa”, una caterva de delincuentes peligrosos que se dedica al asalto y la extorsión especialmente esta última modalidad que habría heredado nada menos que su padre, el delincuente identificado como Natanael Gonzales Salinas, más conocido como “Chino Tang”, quien, curiosamente, fue asesinado en similares circunstancias cuando departía con su familia en una Cebichería.

Con estos antecedentes no era difícil poder colegir cuales eran los móviles de este crimen de año nuevo, era evidente que se trataba de un ajuste de cuentas, es decir, de una dirimencia de la delincuencia que no conoce otro lenguaje que el de las balas, el del crimen y del sicariato.

Alex Dominic Gonzales Contreras había dominado el campo de la extorsión en Coishco, antes que fuera detenido por la Policía dominaba el “chalequeo” de las embarcaciones en el muelle de Coishco, es decir, la delictiva modalidad mediante la cual los propietarios de las naves pesqueras debían pagar cupos a los delincuentes para evitar que fueran víctimas de algún atentado.

Sin embargo, cuando “Kencho” fue apresado por la Policía, esta actividad delictiva no se detuvo, fueron otros mafiosos los que tomaron las riendas de este sucio negocio y continuaron obligando, bajo amenazas, que los empresarios sigan pagando por esta clase de extorsión.

Empero, “Kencho” salió del Penal de Juliaca, en el que se encontraba purgando carcelería, en octubre del año pasado y apenas tomó contacto con sus cómplices trató por la fuerza de tomar nuevamente el control de los cupos que se cobran a las embarcaciones, a pesar que esta delictiva actividad se encontraba en manos de otros.

Esto no le importó al ex recluso y quiso imponerse con amenazas y violencia en esta actividad, razón por la cual su cabeza ya tenía precio, las bandas rivales no estaban dispuestas a ceder y determinaron el crimen de quien se había convertido para ellos en un obstáculo en sus afanes delincuenciales.

Así terminó “Kencho” y debería saber que ello podría ocurrirle, ya tenía el antecedente de su padre que fue asesinado por sicarios que irrumpieron en una cebichería en la que se encontraba con sus familiares.

Quien pretende pasar por encima de la mafia debe ser consciente que pone en jaque la vida, esto ha ocurrido con “Kencho” y la Policía ya está notificada que “la guerra de los cupos” ha sido declarada en Coishco, esta es solo una primera muerte pero estamos convencidos que pueden registrarse otras mas. Y es que de esta manera “habla el hampa”, no conoce otra manera de dirimir posiciones sino con las balas y con la vida de las personas. Una lástima que en medio de ello nos encontremos los que no tenemos nada que ver con estas mafias y organizaciones criminales.