INSENSIBLES
Cuando el año pasado el entonces presidente de la república, Martín Vizcarra Cornejo, decretó la emergencia nacional y, consecuentemente, la emergencia sanitaria a efectos de establecer una estrategia que no solo haga frente a la pandemia en el campo de la salud sino en la economía nacional, estableció que los servicios básicos no se podían suspender bajo ningún concepto por cuanto la crisis nacional ha llevado a muchas familias a limitar sus ingresos y en esas condiciones no pueden quedarse sin el suministro de los servicios esenciales. Las mismas empresas establecieron esta suspensión hasta el 31 de diciembre del año que terminó, sin embargo, la emergencia se ha ampliado todo el mes de enero y seguirá extendiéndose en la medida que sigue el virus atacando y matando a los peruanos, lo que es peor, la ministra de salud ha admitido que ingresamos a una segunda ola, es decir, hay un rebrote de la enfermedad, consecuentemente, la economía sigue herida. Pero para SEDACHIMBOTE la pandemia ha terminado, ha decidido, en complicidad con la SUMASS, dejar sin efecto la suspensión de los cortes por lo que a partir del 04 de este mes ha dispuesto los cortes de suministro para aquellos abonados que adeuden dos recibos y un recibo más una cuota en los casos que suscribieron convenios de fraccionamiento. Inclusive, ni siquiera se molestaron en publicar un comunicado para difundir su dura decisión, procedieron a publicarla en su portal como si la gran mayoría estuviera conectados con ellos. Aquellos que siguen padeciendo las secuelas de la pandemia que los parta un rayo, que se queden sin servicios, en otras palabras, se volvieron insensibles con la llegada del nuevo año. Aquí ya amerita la intervención de organismos que deben impedir que la gran mayoría se quede sin suministro de los servicios básicos.
MAL EJEMPLO
La Ugel Santa se convirtió en un ejemplo de lo que no debe hacer una entidad pública cuando reinicia actividades presenciales. Es decir, dejar todo al azar y no disponer una política adecuada de protocolos sanitarios. Los usuarios dieron a conocer hasta con imágenes como es que esta dependencia educativa recibió a decenas de docentes y personas interesadas en realizar trámites sin que exista un control sanitario en la puerta principal. Los denunciantes revelaron que al ingresar no hubo nadie que controle la temperatura, nadie que controle el distanciamiento, no existía un pediluvio en el que los visitantes desinfecten los zapatos y las colas al interior era para llorar. Los usuarios se sacaban la mascarilla para preguntar a los demás como hacían sus trámites, es decir, la dependencia educativa se convirtió en un enclave de alta carga viral. Y las consecuencias no podían ser otras que un contagio masivo de trabajadores, por lo menos 10 se contagiaron con el Covid 19 y obligó a la autoridad a disponer el cierre de puertas por un determinado tiempo a efectos de desinfectar los ambientes. Pero lo que aquí se impone es que la UGEL implemente un sistema de prevención, personal que se encargue de tomar la temperatura, de controlar el uso de mascarillas, de aplicar alcohol, de orientar al usuario que debe desinfectarse los pies y mantener una distancia prudente. De lo contrario volverá a la cuarentena total.
TAYTA
La ultima intervención de la operación Tayta, como se conoce al organismo que dispone de equipos de acción rápida con elementos del ejército peruano y que llegan a las diferentes circunscripciones del país con campañas de tamizaje y control del Covid 19, con medicinas para los casos positivos y con disposiciones para establecer una cuarentena de quienes resulten con la enfermedad y deben evitar llevar el virus a sus hogares u oficinas. Esta operación Tayta se convirtió en indispensable en la primera parte de la pandemia y ahora que se ha generado un rebrote deben volver a desplazarse con mas regularidad, hace solo unos días estuvieron en la urbanización “Nicolás Garatea” en donde de 125 personas tamizadas detectaron 25 casos positivos, Es decir la quinta parte de los vecinos que acudieron a esta campaña estaban contaminados con el virus y había la necesidad de aislarlos y darles sus medicamentos para impedir que contagien a otros si es que ya no lo hicieron. Frente al incremento de casos positivos lo que se impone son respuestas inmediatas como Tayta y los desaparecidos equipos de intervención rápida de la red de salud Pacífico Sur.