Opinión

VERDADES, CURIOSIDADES Y ALGO MÁS Nº 22

Por: Ricardo Sevillano Valderrama (*)

Queridos amigos:

Todos tratamos con alguien que contamina nuestra vida con su negatividad, enojo o amargura. Esas personas tocas nuestros puntos débiles y despiertan nuestros peores pensamientos y emociones. Intentan imponernos sus penas y frustraciones, y si caemos bajo su dominio, nos volvemos sus víctimas y nos resulta muy complicado liberarnos de ellas.

No siempre podemos evitar a esos seres, pero si está en nuestras manos que sus malas vibras nos contagien.

Para ello, primero debemos aprender a identificarnos. Ellos son:

• Los envidiosos.- Como no se creen dignos de nada bueno, se dedican a husmear nuestros logros, no para inspirarse, sino para vengarse con críticas y actitudes negativas.

• Los descalificadores.- Intentan controlar nuestra autoestima menospreciando lo que hacemos o decimos. Pueden alabarnos un día, y al siguiente nos descalifican sin reparos. Agrandan nuestros errores o minimizan nuestros triunfos.

• Los falsos.- Son los que tratan de esconder su inseguridad fingiendo llevar una vida que no tienen, hablando de sí mismos con superioridad o actuando como víctimas.

• Los conformistas.- Los que por temor a equivocarse no corren riesgos y se niegan a los cambios. Son personas perezosas, monótonas y sin visión, que nos limitan a la hora de crecer.

• Los chismosos.- En su afán de agradar a otras personas, revelan nuestros asuntos privados, incluso los detalles más mínimos.

• Los perfeccionistas.- Insatisfechos crónicos para los que nada ni nadie es suficiente. Esconden su necesidad de ser aceptados creando conflictos y siendo rígidos y extremistas.

• Los manipuladores.- Son los que se aprovechan de nuestras debilidades para obligarnos a hacer o decir cosas aunque no queramos.

• Los soberbios.- Los que con orgullo y autosuficiencia creen tener la razón en todo y con todos. Su amor propio es excesivo y descartan nuestras sugerencias u opiniones.

Fuente: Reflexiones (Jesús Ricardo)

• Entonces, el Sr. Nilo Velarde Cárdenas, el Arq. Mario Bojorquez Gonzáles y Hoover Chávez Velarde (C.P.C.) dijeron: Háblanos sobre “Conocimiento de uno mismo”.

Gibran Jalil Gibran (**), respondió:

“En silencio, vuestros corazones saben los secretos de los días y de las noches.

Mas vuestros oídos escuchan el eco del conocimiento de vuestro corazón.

Quisierais saber en palabras lo que siempre supisteis en pensamiento.

Quisierais tocar con vuestros dedos el desnudo cuerpo de vuestros sueños.

Y es bueno que así sea.

El recóndito manantial de vuestra alma necesita brotar y correr murmurando hacia el mar.

Y el tesoro de vuestra profundidad infinita se revelaría entonces a vuestros ojos.

Max, no tratéis de pesar en balanzas vuestro tesoro desconocido.

Ni exploréis, las profundidades de vuestro conocimiento con cayados ni sondas.

Porque el yo es un mar infinito, inconmensurable.

No digáis, “He hablado la verdad”, sino “He hallado una verdad”.

No digáis: “He encontrado la senda del alma”. Decid más bien: “He encontrado al alma caminando por mi senda”.

Porque el alma camina por toda la senda.

El alma no va en línea recta, ni crece como una caña.

El alma se despliega como un loto de innumerables pétalos.”

Queridos amigos:

• La administración de justicia, la ética y la moral no son exclusivas de magistrados, sino corresponde al conjunto de la sociedad. (R.S.V.)

• Empatía: Ponerse en lugar del prójimo, comprenderlo.

• No hay secreto que no llegue a descubrirse, nada ya hay escondido que no llegue a conocerse.

“Cualquier similitud, es simple coincidencia”

(**) Escritor Libanés-Cristiano (1883-1931). Obra: “El Profeta”.

(*) Ciudadano libre.