El 6 de enero pasado, el Congreso de la República promulgó la Ley N° 31111, que amplía el plazo de la moratoria al ingreso y producción de transgénicos u Organismos Vivos Modificados (OVM) por 15 años más.
Preocupación con respecto a los transgénicos es su efecto en la biodiversidad.
En otras palabras, semillas OVMs han llegado de alguna manera a cultivos que no son de esta clase.
¿Por qué esto es un problema?
Según un artículo publicado por Science in the News, organización perteneciente a la Universidad de Harvard, la diversidad genética en una población (ya sea de plantas o animales) es sumamente importante.
Mientras más diversa es una población, es más probable que sus individuos sobrevivan condiciones desfavorables, en comparación con poblaciones de individuos con baja diversidad genética.
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DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS FINALES PRIMERA.
Plan, normas reglamentarias y conexas El Poder Ejecutivo, a propuesta del Ministerio del Ambiente (MINAM), en su condición de Centro Focal Nacional y autoridad nacional competente, en el plazo de 60 días calendario, bajo responsabilidad, presentan un plan calendarizado para el cumplimiento de la finalidad de la Ley 29811, Ley que establece la moratoria al ingreso y producción de organismos vivos modificados al territorio nacional por un período de 15 años, tomando en consideración el nuevo plazo establecido en la presente ley, y adecúa el reglamento y demás normas conexas de la Ley 29811 a dicho nuevo plazo.
¿Qué es el maíz transgénico?
Maíz modificado genéticamente mediante técnicas de ingeniería genética, con las que le han agregado genes de otros organismos. Las dos características más comunes en los maíces transgénicos actuales son la tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos.
¿Qué daño le hace al campo?
Los posibles daños al campo, que han sido comprobados, es que al introducirse transgenes a variedades nativas de maíz, éstas sufran una descompensación genética y fisiológica. Esto puede ocurrir fácilmente en el campo mexicano, ya que el maíz es una planta que se poliniza fácilmente y, por ello, los maíces nativos o criollos pueden contaminarse con polen de maíz transgénico. Además, las prácticas campesinas implican el intercambio de semillas de sus parcelas. Se considera que parte de la contaminación que ya ha sucedido en algunos estados de México se debe a que Diconsa importa maíz de Estados Unidos, que al llegar aquí se mezcla con el local. Los científicos mexicanos opinan que si se implementa la siembra comercial, la contaminación con maíz transgénico nos llevaría a perder las razas y variedades de maíces nativos, desarrolladas a lo largo de miles de años de cultivo. Además, las secuencias transgénicas están patentadas, si un agricultor presenta estas secuencias, las cuales pueden llegar por polinización (entre un maíz transgénico y uno no transgénico), las compañías que detentan la patente pueden demandarlo. Hay ya varias demandas de compañías contra agricultores, que pasan de víctimas a acusados de plagio. Los juicios son costosos y muy lejanos a la lógica y los recursos de los campesinos. Nuestra cultura tradicional es comunitaria; la otra es mercantil e individualista.