Editorial

EL BUEN CORAZÓN DE LA EMPRESA PRIVADA

En medio del dolor y la angustia que ha traído consigo la pandemia del Covid 19, es grato saber que varias empresas privadas de Chimbote vienen realizando aportes para fortalecer  la lucha contra este terrible mal. No obstante que dicho aporte se realiza en el marco de la mayor discreción, no por eso deja de ser trascendente y digno de todo reconocimiento. La solidaridad es una virtud que todos debemos cultivar y compartir.

Una de estas empresas es APROFERROL que agrupa a las principales empresas del sector pesquero de Chimbote, se ha puesto una vez más a disposición de la lucha contra la pandemia. En esta oportunidad acaba de donar a la Red Pacífico Norte una ultracongeladora con capacidad para almacenar 100,800 vacunas contra el covid. Este moderno equipo, de última generación, va a ser instalado en el estadio Centenario y se convertirá en pieza fundamental para  el almacenamiento de  las vacunas en condiciones inmejorables. De eso va a depender que el programa de inmunización en Chimbote se lleve a cabo con la puntualidad y cobertura poblacional que todos deseamos.

Cabe señalar que hace un mes AFROFERROL también donó dos plantas procesadoras de oxígeno que ya están operando bajo la supervisión del padre Giovanni. Con esto no solamente se pretende estar óptimamente preparados para hacerle frente a una eventual tercera ola, que nadie desea, sino también para poder afrontar con el mayor éxito el anunciado reinicio el próximo año de las clases escolares en forma presencial.

Por otro lado, Autopistas del  Norte, la misma que tiene a su cargo la administración de los peajes instalados a lo largo de la carretera Panamericana Norte. La empresa acaba de donar una moderna planta generadora de oxígeno medicinal de 94% de pureza, con capacidad para producir veinte metros cúbicos por hora y recargar hasta ochenta balones por día de este vital insumo.

Valorizada en 191,500 dólares, la donación se ha hecho efectiva en el marco del convenio  suscrito entre Autopistas del Norte y la Diócesis de Chimbote, con el compromiso de atender el requerimiento de las provincias de Santa, Casma y Huarmey, incluyendo la vecina provincia de Virú de la región La Libertad. Para tal efecto, la planta ha sido instalada en la parroquia Los Santos Mártires del pueblo joven Miraflores Alto, a cargo del R.P. Giovanni Sabogal. Mejor contribución que ésta no podíamos haber esperado. La fe lo puede todo.

Tras haberle hecho frente a una de las peores crisis económicas de nuestra historia, la empresa privada ha demostrado que en ningún momento ha perdido su capacidad para sobreponerse a situaciones adversas. Esa capacidad implica el cumplimiento de  múltiples compromisos, incluyendo  la responsabilidad social. Fruto de ese principio empresarial, Chimbote está  ahora en mejores condiciones de hacerle frente a la pandemia.
No cabe duda que una de las mejores  lecciones que nos está dando este gesto de la empresa privada, es  demostrarnos  que la riqueza de una nación no es aquella que está depositada en las bóvedas de un banco sino en el buen corazón y la buena salud de su gente.