El tipo de cambio durante los últimos años ha tenido una tendencia constante, pero en los últimos meses, como se observa en el gráfico, el sol se ha devaluado continuamente. El viernes pasado, el dólar superó su máximo histórico y se situó en S/ 4.11. Esta situación, evidentemente, preocupa y altera a todos los agentes económicos; por ello, es importante preguntarnos a qué se debe esta subida.
En primer lugar, hay una tendencia alcista a nivel mundial. De acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), en lo que va de 2021, el sol ha tenido un incremento acumulado del 13.1% frente al dólar. En segundo lugar, debido a la incertidumbre ocasionada por la pandemia, los actores tienden a refugiar su dinero en el dólar. En consecuencia, las personas compran dólares y el sol se devalúa. Otro factor es la interacción entre la oferta y la demanda de la divisa. Debido a que hay más agentes que compran dólares, su demanda aumenta y, por ende, el precio sube. Las medidas estadounidenses, como las decisiones de la Junta de Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) de subir las tasas de interés o finalizar la compra de bonos antes de lo esperado, también afectan el precio de esta divisa. Finalmente, la incertidumbre política de nuestro país es otro factor que afecta el tipo de cambio de la moneda, mas no es el determinante.
Como se ha descrito, el precio del dólar varía por diversos factores. Si bien el BCRP aplica mecanismos para que no se dispare, este va a subir inevitablemente. Esto ya se refleja en los productos de consumo diario y es un hecho que preocupa a los peruanos. Un ejemplo es la subida del precio del pollo, ya que para alimentar a este animal se utilizan maíz y soya, productos importados. Como se mencionó en el Semanario 1072, un alza sostenida del precio del dólar afecta directamente a los productos importados y, en consecuencia, ocasiona el incremento en el precio de algunos productos domésticos.
Ante esta situación, el pasado lunes, el premier Bellido anunció que se formará una comisión especial para detener el alza del dólar. Este anuncio puede poner nerviosos a varios agentes, ya que resulta un poco confusa ante los diferentes mensajes que brinda el Ejecutivo y las funciones que tiene el BCRP como entidad autónoma. Por ello, es importante preguntarnos si esta decisión será óptima. A primera vista, para un peruano preocupado por la subida de los productos de los insumos, escuchar este anuncio puede ser reconfortante; no obstante, la solución no suele ser así de simple.
El control de precios es un sistema a través del cual el Banco Central fija la tarifa que se va a pagar por una mercancía y, por consiguiente, los agentes deben obedecer dichos parámetros. Este sistema, como se mencionó en el Semanario 1026, tiene varias implicancias económicas, ya que no solo distorsiona el mercado de divisas, sino que constituye un derroche de recursos por parte del Estado. Al establecer un tipo de cambio fijo, el BCRP tiene que comprar o vender dólares para mantener esta tarifa, por lo que las reservas internacionales pueden verse afectadas. Además, afecta negativamente la producción nacional y hace que las exportaciones sean poco rentables, lo que genera una crisis en la balanza de pagos.
Para tener una idea del grave error que supone la imposición de un control cambiario en la economía, basta con ver la situación de Argentina. En setiembre de 2018, el Banco Central de Reserva de Argentina (BCRA) anunció un cambio en su política cambiaria, el cual establecía límites inferiores y superiores para su moneda. Este cambio no brindó confianza a los agentes ni permitió recuperar la inflación, por lo cual la situación de este país solo empeoró. Las políticas cambiarias pudieron ser favorables en el corto plazo; sin embargo, resultaron devastadoras en el largo plazo. Argentina provocó una de las mayores recesiones y endeudamientos de su historia. Asimismo, esta deuda alcanzó el 102.8% de su producto bruto interno en 2020.
Finalmente, es importante resaltar la autonomía del BCRP, la misma que permite a la entidad cumplir con su mandato institucional de preservar la estabilidad monetaria del país. Esta autonomía está enmarcada en la Ley Orgánica del BCRP, la cual prohíbe conceder financiamiento al tesoro público o a instituciones financieras estatales, asignar recursos para la constitución de fondos especiales que tengan como objetivo financiar o promover alguna actividad económica no financiera, entre otros. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la independencia política conduce a una mayor autonomía de los bancos centrales, que se asocia con menores tasas de inflación y estabilidad financiera. Como lo ha demostrado el BCRP, ante los desafíos de la crisis por la COVID-19, ha logrado actuar adecuadamente al inyectar liquidez y mantener la tasa de inflación bajo control. No obstante, como se mencionó al principio, esto no implica que pueda detener el alza de precios por sí solo.
(*) Por ComexPerú / Publicado en Agosto 13, 2021 / Semanario 1085