Mg. Miguel Koo Vargas (*)
En un mundo hipercomunicado por las plataformas digitales, las personas precisan de una nueva forma de conectarse unas con otras para intercambiar conocimientos, productos, servicios y hasta para buscar trabajo. Hoy conoceremos el impacto del marketing personal en la generación de oportunidades para todas las personas en general que quieran capitalizar su identidad a través de una marca.
Para hablar sobre cómo se construye la marca personal de cualquier persona, es necesario aclarar dos conceptos claves: reputación e imagen. La imagen es la percepción que se tiene sobre algo o alguien, y es relativa a tres características específicas: la esencia, los objetivos personales, y las necesidades de la audiencia. Esto quiere decir que la imagen es relativa; no existe una imagen buena, ni mala, sino, aquella que debe ser, de acuerdo al cumplimiento de las características mencionadas. Por ejemplo: Un hombre vestido de traje no tiene una mejor imagen que un hombre con uniforme deportivo. Ambos tienen una esencia única que se debe respetar, envían mensajes distintos, se visten para ocasiones distintas, y satisfacen otro tipo de necesidades a públicos diferentes.
Cuando hablamos de reputación, necesariamente tenemos que asociar este concepto con la variable tiempo, por lo tanto, una imagen que se trabaja de forma sostenida en un periodo determinado, dará como resultado una reputación. Si trasladamos esta imagen sostenida en el tiempo al terreno de las plataformas digitales, estaremos hablando de una reputación online.
Para que una persona desarrolle una reputación online positiva debe partir primero por definir cuál es su propósito, y aquí es vital entender a dónde se quiere llegar con el desarrollo de su marca personal, pues, es desde el propósito donde se desprenden los pilares estratégicos de su comunicación. A este proceso de concepción de marca se le denomina personal branding. Una vez que la persona ha definido su esencia, propósito y valores, el siguiente paso del proceso es incorporarle a esta marca personal unos objetivos, una estrategia integral y un sistema de medición por indicadores. Este proceso final es lo que denominamos la gestión del marketing personal, es decir, qué herramientas estratégicas vamos a usar y cómo las vamos a ejecutar en los diferentes canales de comunicación para construir esa reputación online que deseamos en el corto, mediano y largo plazo.
Alrededor de la marca personal de una persona es importante entender a profundidad cuál es la necesidad de su posicionamiento desde la organización a la que representa, ya sea si es empleado o emprendedor. Sin este conocimiento, es prácticamente nulo el esfuerzo de asociar los elementos positivos de su imagen a los de su empresa. Recordemos uno de los axiomas de la imagen empresarial que nos dice que la imagen de la titularidad permea en los miembros de una institución. ¿Qué quiere decir esto? Que tu imagen, como cabeza visible, es directamente proporcional a la imagen de tu organización. Es clave entonces gestionar su imagen en las plataformas digitales, como un punto a favor de la reputación de su institución, pero hay que ser muy conscientes de los riesgos que ello conlleva, y viceversa con la reputación de su institución.
El plan de posicionamiento de una marca personal abarca una serie de dimensiones y criterios específicos que deben desarrollarse de una forma gradual como cualquier empresa. Debemos identificar primero cuál es el ciclo de vida de nuestro producto y en qué etapa se encuentra. Debemos analizar a sus competidores, entender cómo se están comunicando ellos con sus audiencias, y, sobre todo, saber escuchar las necesidades de la nuestra para que nuestro engagement sea más efectivo. Esta estrategia también debe tener una gestión adecuada de content marketing que nos permita elaborar contenidos atractivos y pertinentes, teniendo como base sus pilares estratégicos de comunicación.
Por último, establecer un sistema de indicadores que nos permita controlar en tiempo real un intangible tan delicado como es la imagen. Es importante hacer visible el progreso de la gestión del marketing personal a través de KPIs cuantitativos y contrastados con análisis cualitativo que te permita tomar decisiones sobre el rendimiento de tu propia marca. Todo esto nos permitirá establecer las bases para gestionar de una forma adecuada tu imagen y reputación personal. ¿Y tú, ya gestionas tu propia marca personal?
(*) Asesor de imagen y comunicaciones