Opinión

PENSEMOS FUERA DE LA CAJA PARA MEJORAR GASTO E INVERSIÓN PÚBLICA

Por: Nathan Nadramija

Urge mejorar la calidad del gasto público y la inversión pública. Debe mejorar diseños de intervenciones y proyectos y gestionar adecuadamente la implementación. Para lograrlo se requieren equipos capaces, competentes y con un mandato claro.

Con las debilidades del servicio civil, la rotación de funcionarios y la falta de meritocracia en las contrataciones, las capacidades que se iban acumulando en diversas instituciones se pierden rápidamente. En muchos gobiernos regionales y municipales pasa cada nueva gestión e incluso varias veces durante cada gestión.

Lograr que un equipo de bajo desempeño y con bajas capacidades mejore puede tomar mucho tiempo (muchos años) de capacitaciones y apoyos. Además, se tiene un rendimiento/desempeño bajo durante todo el proceso. Lamentablemente, podría no mejorar con los múltiples cambios e inestabilidad.

¿Cuál es la alternativa? Contratar mejores equipos, con experiencia en lo que se quiere ejecutar. Además, hay que crear un acuerdo institucional que los mantenga operativos durante largos periodos de tiempo.

Una alternativa es promover islas de eficiencia con mandatos específicos. Podríamos denominarlas Unidades Ejecutoras de Excelencia u Oficinas Gestoras de Proyectos. Este primer paso es ya complicado y demandaría normas tipo las que tienen el BCRP y SBS para crear cursos en los que se capacite y reclute a los mejores desde recién egresados.

Otra alternativa más rápida es la contratación de estos servicios. Los contratos gobierno a gobierno utilizados en los Panamericanos y en la Reconstrucción con Cambios es un modelo. También se pueden optar por contratar PMOs del sector privado. Incluso se puede contratar a los auditores en paralelo.

De esta manera, el desarrollo de un portafolio de proyectos e intervenciones podría mejorar notablemente de calidad y tener mayor impacto.

La priorización de proyectos sería la instancia en la que participativamente las autoridades políticas electas y la sociedad civil organizada participen, aunque siempre con el apoyo de estudios y evidencia de parte de los equipos de excelencia.

Los equipos regulares de las instituciones deberían participar e interactuar con las unidades de excelencia e ir aprendiendo de las mejores prácticas.

(*) Analista y Consultor empresarial y especialista en Planificación Estratégica.